Reunión

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Daemon

Cindy... no podía creerlo, no quería creerlo, intentaba apartar la vista pero allí estaba. Un charco de sangre a su alrededor, heridas en todo el cuerpo, su carne rasgada, devorada por aquellos monstruos. Vomité, no podía contenerlo, comencé a llorar, no soportaba la idea de que aquello estuviera ocurriendo. Ryan se acercó a mí para sujetarme e intentar apartarme de aquella imagen. Cuando me di vuelta para verlo a él pude ver una ballesta apuntándome al rostro, justo frente a mí. Intenté suplicarle, prometerle, lo que fuera, pero el chico sonrió y presionó el gatillo.

Me desperté de un salto, estaba lleno de sudor y podía sentir mi corazón saliendo de mi pecho, una pesadilla. A mi lado Cindy descansaba, aún era de noche, no podía ver nada, maldita electricidad, ¿Por qué había tenido que irse? Cindy se despertó al sentir que la cama se movía.

-¿Estas bien?- Me dijo con una voz cariñosa pero seria, como siempre.

-Estoy bien, tuve una pesadilla, soñé que estabas muerta, que esas cosas te habían matado- Aun estaba recuperándome de lo que habia visto, Ryan me habia disparado, ¿Seria eso un mal augurio?

-Pues aún sigo viva- Respondió con una sonrisa y me besó.-Vuelve a dormir-

No dormí en todo lo que quedaba de la noche, simplemente no podía, tenía un mal presentimiento, algo no andaba bien, pero no tenía idea de que era. Ryan llegó con la primera luz del amanecer, pero no era solo él, venía acompañado de otras tres personas. No las reconocí desde la ventana así que bajé las escaleras rápidamente, pistola en mano como Cindy me habia enseñado. Tony habia abierto la puerta y ya estaban todos dentro. Una chica joven, y dos hombres, además de Ryan quien parecía haberla pasado bastante mal, reconocí a uno de ellos inmediatamente, y él también a mí.

-Tu, eres tu- El joven se levantó de la silla al verme, él ya se esperaba que yo estuviera aquí, pude notarlo ya que su cara no representaba ninguna sorpresa.- ¿Dónde está ella? ¿Dónde está tu novia? Me dejó para morir, creía que me matarían y aprovechó la oportunidad- Ryan y Tony lo detuvieron antes de que diera un paso más hacia mí, los habían despojado de sus armas a él y al hombre corpulento que se encontraba a su lado, la chica cargaba con algunas armas y Ryan con otras, eso me daba a entender que el joven habia hecho una nueva amiga. Ryan me miró como pidiéndome una explicación, recordaba su conversación con Tony, usaría cada cosa que tuviera para dudar de Cindy. Pero ¿Qué diría? Era la verdad, Cindy lo habia dejado para morir, para retrasarlos.

-Conozco a ese chico, fuimos prisioneros del mismo loco, escapamos y él se quedó atrás, no pudimos ayudarlo, lo habríamos in...-

-No, no pudieron ayudarme, pero Simon si, pude darme cuenta gracias a él de quien era mi enemigo, esa mujer lo es- Rencor en su voz, no era como cuando lo conocí en la celda, Simon le habia lavado el cerebro, lo habia entrenado para ser uno de sus matones, ese chico era peligroso.

-Me presento, soy Jesus y...-

-Cállate- Ryan puso el cañón de una pistola en su sien, si habia algo que de verdad aprendí conviviendo con él, es que era capaz de disparar, muy capaz. Jesus guardó silencio, no parecía asustado, en realidad lo veía como a un buen tipo a simple vista, aunque nunca se sabe...

-Yo me llamo Elizabeth, me encontré a Ryan en un momento difícil y lo ayudé- Dijo esto sonriéndole al joven, quien le devolvió una sonrisa cómplice, ya sabía hacia donde apuntaba aquello, luego Elizabeth se puso más seria- Además resulta ser que ese grupo de "Justicieros" mataron a mi hermano, cualquiera que sea su enemigo es también mi enemigo-

-No quiero alarmarlos pero deberían dejarnos ir y quizás así logre convencerlos de que Simon les perdone la vida a algunos de ustedes...-

-Cállate- Ryan quitó el seguro del arma y la presionó con más fuerza en su cabeza, pero sabía a lo que se refería, cuando los hombres de Jesus escaparon probablemente hubieran alertado a Simon, y este traería refuerzos, muchos, no resistiríamos.

-Chicos- Garret apareció por la puerta del pasillo, su cara de preocupación me asustó, ¿Qué ocurriría?-Tienen que ver esto- Fue a abrir las cortinas de la ventana lo menos posible e indicó a Ryan que fuera a ver, su cara se transformó inmediatamente.

-Esto es malo, chicos, miren- Corrió la cortina para que todos pudiéramos ver lo que habia allí afuera, el miedo se apoderó de mí, probablemente de todos. Allí afuera estaban ellos, nunca habría esperado presenciar algo tan aterrador, cuando creía que las cosas no podían ponerse peor allí estaban, los Ghouls a plena luz del día.



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