Bienvenida

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Ryan

El coche se detuvo, una mansión, no... Una fortaleza se alzaba ante nosotros, un guardia vigilaba desde una torre. Hizo una seña hacia abajo cuando vio el coche de John y las puertas comenzaron a abrirse, cuatro sujetos armados salieron corriendo al exterior para asegurar el perímetro mientras las puertas estaban abiertas. Increíble, estaba lleno de personas, y todas cumplían con sus labores para mantener aquella comunidad segura, Simon sentiría odio y envidia al verlos a ellos hacer lo mismo que él pero mucho mejor. El coche atravesó el gran portón y nos llevó al patio delantero de aquella casa inmensa, miré a Elizabeth con sorpresa, ella me devolvió la misma mirada, ambos sonreímos y volvimos a mirar al frente.

-Bienvenidos a la mansión "John y Thomas", mi socio, somos amigos desde la escuela secundaria, ambos creamos una empresa con bastante éxito y decidimos movernos juntos con nuestras familias, aquí tienen el resultado. Cuarenta millones de dólares, sí que nos fue bien- John reía, nosotros mirábamos todo con los ojos como platos.

-¿Cuántas personas hay aquí? Para mantener una comunidad así necesitan bastantes, después de todo vinieron a buscarnos a nosotros- 

-Con ustedes cuatro somos ahora treinta personas, todos cumplen su función importante y, Edwin ¿No? Hay un militar como tú, supervisa las rutinas de vigilancia, quizás quieras hablar con él, está en el cobertizo, donde se guardan las armas. Thomas probablemente este ocupado ahora mismo así que los llamare cuando tenga la oportunidad para que los conozca, siéntanse libres de conocer el lugar, bienvenidos-

Nos bajamos del coche y John siguió hacia el estacionamiento, increíble, esto era una vida de millonarios. Edwin se dirigió al cobertizo para conocer al militar, sonreí al verlo así, aunque confiara en nosotros y nos tuviera en gran estima aquellos eran sus verdaderos amigos, los soldados que habían sudado lo mismo que él para haber llegado a ser quienes eran, estaba orgulloso de poder contar con él. Tony nos hizo un gesto y comenzó a caminar al interior de la mansión, le hice otro gesto de que nos veríamos luego y me di la vuelta para ver la torre de vigilancia. Allí el guardia me saludó con la mano y una sonrisa, se la devolví, un lugar tan amistoso, donde poder sentirse cómodo, parecía que estaba viviendo un sueño.

Elizabeth tomó mi mano y me llevó hacia el jardín, habia cientos de flores diferentes, un pequeño arroyo artificial que desembocaba en una laguna, y cisnes nadando en ellos. Aun me costaba creer que estaba en un lugar como ese, este lugar era tan caro que jamás en mi vida normal podría haber pagado una décima parte de solo el jardín. Era hermoso, los colores vivos y el sonido de los cisnes chapoteando en el agua, ¿Cómo los Ghouls no habían trepado esos grandes muros de cemento? Probablemente fuera la intensidad con la que brillaban los faros a lo alto de las torres pero aun así, era un lugar demasiado llamativo, ya sea para monstruos o para humanos. Probablemente le preguntaría a Thomas si habia tenido algún incidente con saqueadores y bandidos. Pero en ese momento no quería pensar en aquello, a mi lado estaba Elizabeth, era tan hermosa, en un lugar así, me sentía en el paraíso.

-Qué bonito lugar- Dije para con una sonrisa

-Me recuerda a una persona- Respondió ella con la misma sonrisa, no me habia pasado antes, no de esta manera, pero Elizabeth era diferente a las demás chicas, ella era única. Rodee su cintura con mis brazos, ella puso los suyos sobre mis hombros, nos acercamos más y más el uno al otro. Cerré los ojos y besé sus labios, no recordaba un sabor tan dulce como aquel, era perfecta, este momento era perfecto, se podía escuchar el canto de dos colibrís juntos, el mundo no estaba tan perdido después de todo, no mientras las personas recordáramos quienes éramos, y que dentro de toda aquella dureza e instinto de supervivencia, habia algo más, algo que nos hacia quienes éramos.



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