67. El equivocado eres tú

2.1K 292 7
                                    


Eso había sido un buen halago para mí. Bueno, no tan bueno, ella no había estado con nadie más pero era excelente que reconociera que yo era bueno en la cama. Claro, sino hubiera estado hablando con su padre quien me había advertido seriamente que me alejara de ella porque merecía a alguien mejor que yo.

Ese hombre me mataría. No había duda de aquello.

—No iré a casa mañana —continuó. —Iré a casa de Kalen.

¿Ni siquiera me preguntaría a mí? Digo, no es como si me molestara, yo no quería apartarme de ella en ningún momento pero debíamos charlar algunas cuestiones antes.

—No me importa —continuó aún más enojada haciendo pausas en las su padre seguramente le retrucaba sus dichos. —Ya dije que no me importa. Yo aún no puedo creer lo que me contaste, estoy súper enojada en este momento. Así que voy a cortar.

Yo, que aún estaba en el piso masajaeando mis genitales, me limité a mirarla.

—¿Qué me ves?

—¡Qué humor tienes! —exclamé poniéndome débilmente de pie para arrastrarme hasta la cama. —Tú me debes una disculpa. Me dolió.

—Estoy enojada.

—Ya lo noté.

—Y no iré a casa, así que iré contigo —me miró uno segundos y asentí. Ella realmente se veía muy enfadada. —Tú mamá me adora así que se pondrá contenta cuando sepa que estamos juntos.

—Supongo.

—Y Lautaro no tiene porqué meterse —suspiró profundamente varias veces antes de sentarse a mí lado y apoyar su cabeza en mi hombro. —Perdóname por patearte.

—Eres bastante intensa cuando te lo propones Cleo.

—Es que... —suspiró otra vez. —Sol me dijo lo que papá te había dicho.

—¿Hablabas con Sol? —consulté esperanzado y ella asintió dándome un respiro. Eso era más que bueno. No quería que su padre ese enterara que "Le había dado el mejor sexo de su puta vida". —¿Qué te dijo?

—Que él te amenazó. Tú sabes lo falta de ética y moral que significa eso.

—Supongo que no tanto viniendo de un padre preocupado por el acercamiento de su hija a un tipo como yo.

—Aunque tú tienes mala fama él debería haber investigado más de ti antes de

—Cleo —la corté con seriedad, ella solamente me observó. —Tú papa es médico del hospital, me ha atendido varias veces eso sin contar de lo que le haya dicho los demás médicos. Él sabe mejor que tú qué clase de persona soy.

—Mi papá no sabe quién eres Kalen. Sino quien aparentas ser.

—¿Tú me estás tomando el pelo verdad?

—¿Por qué siempre terminas preguntándome eso cuando estoy hablando en serio? ¿Acaso eres más idiota de lo que pensé?

—Probablemente...

—Sí. Realmente lo eres —aseguró con tono molesto. —Eres un idiota pero no eres malo. No sé la historia de tu vida más allá de lo que me contó tu mamá, pero supongo que eres lo que eres por lo que pasaste con tu padre y es completamente entendible.

—No te metas en eso Cleo —advertí. Esa parte no quería tocarla, ni con ella ni con nadie.

—Tú eres un niño cuando él murió, te defendiste del dolor como pudiste. Elegiste mal ¿Quién no lo ha hecho alguna vez? Mírame, yo te elegí a ti —bromeó, pero yo no estaba riendo, estaba enojado. Porque ella tenía razón. Me había elegido y había elegido mal. —Nadie te puede juzgar, ni siquiera papá. ¿Te piensas que él siempre fue así de correcto como se muestra?

Sin Planes Ni RecetasWhere stories live. Discover now