SETENTA Y SIETE.

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Al llegar a Tati no pude evitar romperme en llanto de nuevo. Ella me sostuvo fuerte y oyó en silencio cada sollozo, limpió cada lágrima y escuchó con calma todo lo que tenía para decir.

La noche pasó, y con ella el insomnio, porque en horas quedé destruida en su cama, rindiéndome en el sueño. Mi hermano no fue ese día, pero a la mañana siguiente nos despertó con alegría a ambas. Él tenía otros planes para ambas, y las lágrimas no estaban en ellos. Él dio vueltas por la habitación con naturalidad buscando el control remoto, luego encendió la televisión y colocó música fuerte.

—Tu padre está durmiendo según tu madre, pero ya es hora de despertar. —Le dijo a mi amiga.

—Que mal educado eres. —Le dije yo. Su rostro de obviedad me hizo reír débilmente.

Continuamos con los preparativos y me sorprendió ver a Bruno tan animado con estas cuestiones que generalmente, involucraba a la novia y a sus amigas.

Anotamos los invitados, siendo estos una locura y luego las damas de honor.

Por supuesto sería una asó que mi amiga me dejó diseñar los vestidos de todas.

—¿Y de tus amigos a quien eliges? —Miré a mi hermano.

—Lucas, —Lo anoté en la hoja. —Martin, —Procedí a anotarlo. —Connor, vendrá de España. Ehtan...—Al nombrarlo sonreí, jamás creí que eso pasaría —Y... Harry—

—¿Que? —Musité. ¿Tendré que verlo allí también? Mi pecho se estrujo, pero enseguida reaccioné. No sabía realmente en su real totalidad lo que el significaba para mi hermano, sabía que lo quería y lo apreciaba ahora más que nunca y estaba muy bien, yo no era quien para hacerlo dejar de creer eso, e incluso mi amiga, luego de decirme todo lo que la ayudó y acompañó y mantuvieron sin que yo supiera no podía ser tan egoísta.

—Lo siento. —Me disculpé. —Es que... es todo muy reciente, pero todo está bien.

"Pierce" Anoté en la hoja.

—Jessica bonita. —luego de un par de horas Tati me miró con una gran sonrisa . Noté el celular en su mano y supe que debía preocuparme.

—¿Recuerdas el desfile que habrá mañana? ¿El que hacen benéficamente el colectivo de diseñadoras de alta costura? Tiene mucha influencia, y hasta diría que es todo lo opuesto a lo que es Tiffany.

—Aja... —La miré con suspicacia.

—Tiene mucho poder.

—¿A dónde quieres llegar?

—Se contactaron conmigo porque no pueden contactarse contigo. Te quieren mañana en el escenario.

—¿Qué? ¿A qué te refieres?

Ella me extendió su teléfono y me mostro el mensaje de una cuenta verificada.

"Querida Tatiana Campbell. Nos contactamos con usted para solicitarle el contacto de su amiga Jessica Blosson, de caso contrario, ¿Puede usted pasarle este mensaje?

La influencia dentro del público juvenil, adolescente, y todo lo que hoy nos representa como mujer es una gran ola que nos involucra a todas. Oírte, con tu gran voz, la personalidad admirable y el corazón que tienes, arriba de nuestro escenario sería un honor para nosotras, nuestro más grande deseo al hacerte esta propuesta es que nuestro público te escuche y puedas ayudar a otras mujeres que al oírte puedas cambiarles la vida. Te invitamos a venir, a salir del detrás de escena y decirle lo que quieras a tu público, a quien te quiere y busca consuelo y aliento en ti."

Miré a mi amiga presionando mis labios. Sentí cosquillas y nervios.

—¿Y si vas por mí? —Le pregunté, ella soltó una carcajada.

ARDER EN LIBERTADWhere stories live. Discover now