Tomé su cintura entre mis manos y la llevé a la cama donde ella levantó mi camisa para pasar sus dedos sobre mi espalda y hombros. Busqué la costura de su blusa para adentrar una de mis manos y sentir sus pechos por su sostén.

Eran tan bonitos y pequeños, no había manera que no me gustara tocarlos aunque sea con un pedazo de tela cubriéndolos. Ella tomó entre sus dientes el aro de mi labio y tiro fuerte de él haciéndome gruñir. Me encantaba que hiciera eso. De pronto sentí sus manos recorrer mi pantalón en busca de mi erección, le gustaba sentirlo, sabía lo que causaba en mí. Facilité el trabajo, desabrochando mi pantalón –por si quería meter la mano o algo-, al no hacerlo, pasé a mover mi pelvis lentamente sobre ella quien ya apretaba sus piernas. Mierda, eso sólo indicaba una cosa.  

"¿Sigues en tu periodo?", por favor que diga que no. Ella negó y sonreí frente a su boca, donde atrapé sus labios para mantenerla distraída mientras bajaba mi mano a través de su abdomen. Este se puso duro al sentir las yemas de mis dedos tocar el elástico de su pants. "Tranquila, seré bueno contigo".

"Luke", gimió y sonreí. Comencé a bajar mi mano hasta entrar en su ropa interior y sentir su piel cambiar de suave a áspera. Tenía unos cuantos vellos, estos apenas crecían por lo que se encontraban muy cortos. Me gustaba.

"Luke, no", pidió. Ya no hay nada que me detenga Salsita.

"Luke, sí", con un leve tacto logré que separada sus piernas y poder tocar. Puta madre, este era un regalo divino. "Estas tan mojada, oh mierda".

Y comencé frotar justo en su punto débil lubricándolo con su propio producto. Tenía una vagina tan linda, es decir, no la había visto aún pero con tan sólo tocarla, sabía que era bonita. ¿Será rosita? Oh cielos, estaba tan ansioso. Empecé a mover mis dedos un poco más rápido escuchándola gemir.

"¿Te gusta bebé? ¿Te gusta como muevo mis dedos?", ella incapaz de pronunciar una sola palabra asintió, lo estaba disfrutando como no tenía idea. "¿Te gustaría sentir mis dedos dentro de ti? ¿Quieres eso? ¿Que mis dedos te penetren profundamente?", ella no dijo nada, por lo que busqué la entrada y con mi dedo medio abrí un espacio.

Fruncí el ceño.

Esto era... Raro. Ella estaba cerrada, totalmente. Apenas entraba un dedo, ¿cómo era posible'

"Luke", pidió y empecé a moverlo de adentro hacia afuera sintiendo sus paredes estrechas. Era imposible que ella pudiera estar así, es decir... La única manera era que fuera... Virgen.

Salsita era virgen, oh Dios. No era sorpresa, de verdad un 70% de mi seguía sin creer que no lo era. Mierda, ¡esto era tan genial!, ella estaría tan apretada y la haría a mi medida, y podría presumir que Luke Hemmings fue quien le quitó la virginidad. Jamás le había quitado la virginidad a alguien, siempre he cogido con zorras. Aunque hubo un par de veces que cogí con vírgenes recién des-virginadas. ¿Suena lógico? Eran las mejores, se sentía tan bien.

Al menos teníamos algo en común, sería nuestra primera vez en algo. Pero por ahora, quería que se corriera con mis dedos o dedo. Bueno, necesitaba hacerlo. Comencé a moverlo de una manera en la que chocara con su «punto G» por dentro y pudiera correrse rápidamente.

"Vamos bebé, estas cerca, córrete para mí", esparcí un par de mordidas por su piel. Podía sentirla palpitar, estaba cerca, sus piernas comenzaban a tener contracciones y eso era bueno. Aceleré mis movimientos, ayudando a frotar con mi pulgar. Ella gemía fuerte, era como música para mis oídos.

"Sí, sí, vamos", pedí.

"Luke".

Oh dios, iba a llegar.

Airplanes » l.hWhere stories live. Discover now