Se escuchó un silencio.

"De acuerdo Zazil-Ha, fuiste la indicada para este trabajo", comenzó. "Te daremos a oler diferentes tipos de flores y nos dirás cuál es".

¡Oh sí, sí!

Era excelente en esto, antes mi padre solía comprarme flores y me encantaba olerlas, ya que no podía verlas.

"Bien", sonreí.

Me pasó una y lo tomé por el tallo. La acerqué a mi nariz. Uhm, este era un olor confuso.

"Creo que es un Jazmín".

"Sí lo es", sonreí.

"¡Sí!".

Me pasaron otra rápidamente nombré «rosas», eran las más fáciles.

"Este en un lirio", dije y me pasaron otra. "¿Gardenia? Esta es difícil de encontrar".

Me pasaron un Aliso, una Glicina. Y finalmente me dieron otro tallo. Este era más delgado. No tenía un aroma reconocido, pero sí era familiar. Lo acerqué a mi nariz un par de veces, ¡oh!

"Esta ni siquiera es una flor, es hierba buena", todo el set comenzó a hacer barullo y solté una carcajada. Me quité la venda y evidentemente era hierba buena.

"Soy la mejor, ¿vieron?".

"Sabía que era la indicada para este vídeo", mencionó Justin.

"Yo fui la de la idea", dijo Quinta dándole un codazo.

"Esto fue divertido", confesé.

"Sí, lo hiciste muy bien. Deberías pasar más tiempo en este piso".

"Prometo que lo haré".

Eso había sido mejor de lo que imaginaba, todos eran tan agradables y me gustaba cómo me trataban. Me quedé unos minutos más viendo como grababan otros videos, a veces era difícil porque tenía que contener mi risa.

Subí a mi oficina para ver los Snaps que habían grabado de mí, puesto que dejé mi teléfono cargando en la sala. Al desbloquearlo noté tres llamadas perdidas de un número desconocido, fueron de hace treinta minutos. No podía marcar de regreso. Intenté dos veces y me marcaba que no se podía realizar la llamada. Qué raro, nadie me marcaba. Esperé diez minutos en lo que miraba Snapchat, evitando darle click al nombre de «lukerh». Pero a simple vista, se miraban unas botellas. ¿Qué más pondría en su historia?

Apreté mis labios. Extrañaba llenar su historia de fotos mías probando los filtros. Y tomarle fotos desprevenidas con el perrito, se miraba tan adorable. Me daba ganas de morder sus mejillas y ay no. Era tan hermoso, basta. Se suponía que lo odiaba. No podía estar odiándolo unos minutos y a los otros darle amor y llorar por su nivel de ternura.

Mi actividad revisando historias fue interrumpida tras la entrada de la misma llamada desconocida, deslicé el telefonito verde y contesté.

"¿Hola?".

"¿Hablo con la señorita Johnson?", fruncí el ceño.

"Uhm, ¿quién habla?", pregunté.

"Le hablo del Hotel Four Seasons", oh Dios, ahí trabajaba mi padre. "Hemos intentado contactarle para decirle que su padre ha sido transferido al hospital".

Sentí un hueco enorme formarse en mi pecho. Escuchaba los datos y hechos de lo ocurrido y seguía sin poder emitir ni una sola palabra. Mi padre había recaído de nuevo. Tomé mis cosas rápidamente y sin avisarle a nadie salí corriendo del edificio en busca en un taxi. En cuanto subí le indiqué el hospital en el que se encontraba evitando soltarme en lágrimas. Ahora me sentía tan estúpida e irresponsable por haber dejado el teléfono en la oficina y salir sin él. Sólo a mí se me ocurría salir sin él sabiendo todo lo que podría pasar.

Airplanes » l.hWhere stories live. Discover now