***

¡Maldito estúpido! Mi examen fue un desastre ya que los mensajes de mi lindo novio no dejaban de llegar ¡Bendito sea, Garritsen! ¡Bendito seas! Cuando comencé a sentir las vibraciones, recordé toda esas palabras feas que me dijo. En pleno examen quise salir al baño para no estallar en un llanto, pero me controlé y me limité a botar algunas lágrimas en un llanto silencioso.. La campana del recreo había sonado ya hace unos diez minutos, estaba sola ya que Sabrina se había ido a hacer unos encargos que el profesor le había mandado, esta soledad era relajante aunque no es lindo que te estén mirando despectivamente o digan cosas frente a ti creyendo que no los escuchas.

Había ido al baño para poder leer con tranquilidad los mensajes que Martin me había mandado en plena clase... ¿Qué le pasa a este? ¿O piensa que lo de anoche fue una broma? ¡Pues no fue nada divertida! ¡Qué estúpido por Dios! Sin darme cuenta ya estaba llorando mientras estaba sentada dentro de uno de los cubículos del baño, no me importaba si sollozaba fuerte... Necesitaba desahogarme de todos los problemas que me han venido sucediendo desde ayer... Tal vez esté cometiendo masoquismo mental... Pero quería sacar mis problemas a flote y, tal vez no sea la mejor manera, pero necesitaba llorar y botar todo lo que he estado soportando las últimas horas.

Minutos después, salí del baño y al mirarme al espejo vi una pesadilla en mi rostro, ojos hinchados, maquillaje corrido que ocultaba mis ojeras, mejillas sonrojadas y húmedas, nariz roja y cabello totalmente desordenado. Abrí uno de los grifos e hice un pozo con mi mano para llenar una pequeña cantidad de agua y salpicarla en mi rostro, repetí las acciones unas cuantas veces hasta que mi rostro esté algo más limpio. Para no salir con la cara goteando al no tener alguna toalla me tuve que secar con las mangas de mi polera como última opción, sé que no es lo más higiénico pero a nada.

Paseaba solitariamente por el patio un poco más despejada, no tenía emoción alguna en estos momentos. Me dirigí a la banca en donde había estado desde que comenzó el break, me senté con las piernas cruzadas sobre ella y ahí quedé, calmada sin pensamiento alguno y sin conocimiento en lo que pasaba a los alrededores.

— ¡Oye tú! —Puta madre... Ya vino ya—

— Dime, Leah —le dije con una sonrisa falsa—

— Quería disculparme por lo de ayer —dijo sentándose a mi lado— No quise insultarte ayer... Pero, es que me dio cólera... Así como cuando me enteré que estaba con Lynn, la mandé a la madre... No, no quise hacer lo mismo contigo, perdóname.

— Claro —le sonreí levemente— Te entiendo, yo también me odiaría por ser su novia y me insultaría día y noche —por ser una estúpida y creer en sus palabras lindas, cuando solo fui un estorbo y un problema... ¡Que estúpida soy!—

— Y bueno... ¿Qué tal es como pareja? ¿Así como lo describen en las novelas? —me preguntó algo ansiosa—

— Bueno... Es dulce, lindo y se preocupa mucho... A veces puede llegar a ser muy cursi y un poco idiota pero, lo normal —decía mientras tenía la cabeza gacha— También es muy divertido y siempre te pasas un buen momento con él lleno de risas y diálogos con frases bonitas —comenzó a quebrarse mi voz— Frases que te hacen sentir segura de ti misma, palabras de aliento para no caer, en especial en estos días con lo que está ocurriendo —tapé mi rostro con mis manos y las lágrimas comenzaron a caer, este día estoy demasiado sensible... Sera por el Don Andrés—

— ¡Hey, tranquila! Debe ser muy lindo pero, no para que llores —pasó su mano por mi hombro— Él no te quiere ver triste... Es algo muy lindo lo que estás viviendo.

— Es que no entiendes... —pasé mis manos por los párpados para eliminar el exceso de lágrimas acumuladas—

— ¿Qué pasa? ¿Hay algo malo? —preguntó y yo solo me limité a asentir— ¿Qué pasó? Puedes contarme... Si quieres —me brindó una leve sonrisa—

the dream of garrix ✧ [m.g.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora