• Sentir •

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Segunda parte de: "Oportunidad"

Luego de esa primera salida, tuvieron muchas más y al pasar de cuatro meses todo iba bastante bien, y Betty se estaba sintiendo cada vez más segura con el pelinegro.

Pero ese día en específico Betty se encontraba en su cama, envuelta casi totalmente en la manta con lágrimas en sus ojos mientras miraba una película triste.

Estaba en esos días del mes, así que no sabía si lloraba por la película, sus hormonas revueltas o el dolor que causaban los cólicos en su vientre.

- B... -Veronica abrió la puerta. - No quisiera dejarte sola, pero le prometí a mis padres que almorzaría con ellos hoy. Volveré rápido.

Betty asintió. - Ve tranquila, V. -le sonrió levemente. - Avísame cuando estés allá.

La morena asintió y salió de la habitación, para irse. Cuando iba caminando por las calles de New York de camino al metro, entró una llamada a su móvil.

- ¿Verónica? Hola.

- Jug, hola. ¿Como estás?

- Bien... ¿Tú?

- Todo bien.

- ¿Estás con Betty? -el preguntó.

- No. -ella negó. - Ella está en el departamento, yo acabo de salir, hace unos minutos.

- Oh... ¿Ella está bien? Es que en la mañana me dijo que no se sentía bien y desde entonces no responde mis llamadas ni mis mensajes. No quiero ser intenso, pero me preocupa que no me de al menos señales de vida. -explicó.

La morena rió. - Si está bien, o eso creo. Sabes como se pone estos días. Y tranquilo, es lindo que te preocupes así por ella. Probablemente no responde porque no quiere que sepas que está llorando o algo así, pero conociéndola quiere que vayas con ella y la mimes todo el día.

El rió. - Tan orgullosa como siempre. Bien, entonces iré para allá. Gracias, Veronica.

- Nos vemos, Jughead.

Jughead luego de cortar la llamada con Veronica se levantó del sofá y fue a vestirse rapidamente con ropa cómoda, dispuesto a pasar el día con la rubia.

Normalmente ella quería estar sola esos días, pero el sabía muy bien lo orgullosa que ella podía ser, y que aunque se hiciera la fuerte y dijera que no lo necesitaba, lo que más quería era su compañía y afecto.

Se subió a su auto y pasó por un supermercado donde compró chocolates, helado y palomitas, las pastillas que Betty solía tomar para los cólicos y además un pequeño ramo de rosas, pues siempre procuraba darle un detalle a Betty.

Al pagar volvió a su auto y tomó rumbo directo al departamento que las dos mejores amigas compartían.

Aparcó frente al edificio y entró saludando al guardia que ya lo reconocía por todas las veces que había ido antes. Entró al ascensor y marcó el piso doce.

Al llegar a su destino, tocó el timbre del departamento. Esperó unos minutos, tal vez dos, y luego la puerta se abrió revelando a la rubia en pijama con su cabello despeinado y los ojos y naríz rojos de llorar.

- Jug. -murmuró.

- Nena. -el suspiró tomándola de las mejillas. - Estaba preocupado por ti porque no me respondías, entonces decidí traerte tus chocolates y helado favoritos para pasar el resto del día contigo.

Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18Where stories live. Discover now