• Love sucks •

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El pelinegro tomó las llaves de su casa y abrió la puerta. Al entrar cerró de nuevo y dejó su maletín junto a la pared.

Luego quitó su saco y lo colgó del perchero, desabrochó su corbata y los primeros tres botones de su camisa.

Suspiró, dejando también los zapatos junto a la puerta. Al final del día usar el traje se hacía realmente incómodo.

Sonrió al ver a la rubia en la cocina, la cual al parecer no lo había oído llegar, pues una bocina reproducía música a un nivel un poco alto.

Caminó lentamente hasta ella y la abrazó por la espalda, haciéndola exaltarse.

- ¡Jug! -se quejó. - Me asustaste...

- Lo siento. -el murmuró, dejando besos en su cuello y ella cerró sus ojos sonriendo.

- No te oí llegar. -dijo, bajando el volumen de la música y dando media vuelta, así quedando contra la encimera y con el pelinegro frente a ella, acorralandola.

- Lo se. -asintió, acariciando su mejilla y dejó un casto beso en sus labios.

- ¿Que tal hoy? -le preguntó, pasando sus dedos por su nuca.

- Un día de trabajo totalmente común y corriente. -sonrió. - Lo bueno es que me pagaron. -ambos soltaron una carcajada.

- Ya debemos hacer las compras. -ella dijo.

- Lo se, mañana iremos, ¿Si? Estoy un poco cansado hoy. -ella asintió.

- Está bien Juggie.

- ¿Y tú? ¿Como te sientes? -le preguntó, acariciando su panza abultada, sintiendo pequeñas pataditas que lo hicieron sonreír con emoción.

- Saben que eres tú. -ella dijo. - El día fue... Aburrido. Ya no quiero seguir aquí en casa siempre. -se quejó. - Quiero volver al trabajo.

- No puedes aún, mi vida. -negó.

- Pero me aburro. Tú trabajas todo el día y yo solo debo estar acostada. -rodeó sus ojos.

Jughead sonrió y besó su frente. - Ya solo faltan pocos días. Y... ¿Que hacías aquí? -preguntó, cruzándose de brazos retador.

- Tenía hambre y no quería esperarte para preparar la cena.

- ¿Planeabas cenar sin mi? -preguntó indignado y ella asintió divertida. - Mala.

- Muy.

- Ve al sofá, yo terminaré esto. -besó sus labios una última vez y la rubia asintió, sentándose en el sofá de la sala y tomando un libro que estaba junto a este.

Luego de un rato, el pelinegro apagó la estufa y se recostó junto a la rubia en el sofá, levantando su camiseta la cual le llegaba sobre las rodillas, dejando sus bragas y panza a la vista.

Acarició esta y sus ojos brillaron.

- Te ves hermosa con tu pancita, ¿Ya te lo dije? -le preguntó y ella sonrió, dejando el libro de nuevo.

- Aja. Pero no es cierto.

- Si es. -le dió una mala mirada. - Hermosa. -se levantó de nuevo. - Iré a darme una ducha rápida y luego cenaremos, ¿Si?

- Juggie yo tengo hambre. -se quejó.

- ¿Quieres tú comida ya? -ella asintió y Jughead sonrió.

Luego de unos minutos dejó el plato con comida en la mesada y la rubia se sentó frente a esta.

- Te amo aunque no me esperes para cenar juntos. -le sonrió.

- Lo siento. -murmuró mientras comía y el soltó una carcajada, subiendo las escaleras hasta su habitación.

Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18Where stories live. Discover now