Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18

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La rubia se encontraba sentada sobre su cama, con una prueba de embarazo volteada frente a ella, realmente preocupada.

No era como que Jughead y ella estaban buscando un bebé, y por eso estaba asustada, porque no lo habían planeado, no se sentía preparada.

Pero aun así sabía y estaba segura de que Jughead siempre la apoyaría en todo, como hizo siempre, y esta vez no sería la excepción.

Cuatro días antes debía ser su primer día de período, y cuando no llegó sus alarmas se encendieron al instante, pues siempre era muy puntual en ella.

Tomó una profunda respiración, para estirar su mano cuando pasaron diez minutos y ya la prueba debía decir el resultado.

La volteó y se quedó en shock durante unos segundos, pero luego soltó la respiración.

- Dios... -murmuró y las lágrimas se hicieron presentes.

Era negativa.

Dejó la prueba a un lado y entró al baño para limpiar su cara. Realmente estaba asustada, pero ya no tenía de que preocuparse.

Tomó su teléfono para enviar un mensaje a Jughead.

Juggie ❤️

Hola, amor.

Hice la prueba...

Es negativa.
No tenemos de que
preocuparnos.

S

uspiró, cuando luego de unos minutos sus mensajes aparecieron como leídos y recibió una llamada.

- ¿Jug? -preguntó al responderla.

- Amor, quería hacer la prueba contigo... -fue lo primero que el le dijo.

- No podía esperar más, lo siento. -se disculpó y el notó su voz algo cortada.

- No llores, mi vida. -le pidió.

- Me asusté de verdad... Creí que iba a salir positiva. -murmuró.

- Pero no fue así, ya no te preocupes, ¿Si? En un rato iré a casa, ¿Quieres que te lleve algo? -le preguntó con preocupación.

- Helado de chocolate. -pidió, rescostándose en la cama.

- Está bien. Te amo.

- Te amo Juggie.

Ella cortó la llamada y soltó su teléfono, limpiando sus lagrimas de nuevo.

Bajó las escaleras hasta la cocina y se entretuvo un rato viendo una película, mientras comía palomitas.

Así pasó el tiempo, hasta que la puerta se abrió y entró el pelinegro. Se dirigió directo a la mesada de la cocima y sobre esta dejó algunas bolsas de lo que compró.

- Mi amor. -saludó a la rubia y ella se acercó, besando sus labios.

Lo abrazó fuertemente y se apegó a él.

- Abrázame mucho, quiero mimitos. -le pidió en su cuello.

El soltó una risa y besó su cabeza mientras acariciaba su cabello.