Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18

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Mi vida era perfecta.

Era buena estudiante, encargada del periódico escolar, buena hija, buena amiga.

Tenía un novio. Archie Andrews. El cuál cumplía con todas las espectativas de un novio en los años 50.

El era el novio ejemplar, ese que te esperaba a la salida de la escuela cada día, te acompaña a tu casa y te deja entrar luego de darte un beso en la mejilla.

Ese que tus padres adoran, con el que esperan que te cases y tengas hijos. Ese que te respeta, que le da miedo pasar sus manos del límite más allá de tu cintura.

Tengo una palabra para describirlo: Aburrido.

Yo ya estaba aburrida de eso. Y aunque cuando comenzamos a salir yo estaba bastante ilusionada y enamorada, supongo que... Ya no quería lo mismo.

Mis gustos habían cambiado muy drásticamente. Necesitaba más. Necesitaba pasión, sentirme deseada, sentirme única. Sentir que estaba con un hombre que lleva las riendas de todo.

Y lo encontré, aún sin buscarlo.

Me encontré con el rebelde motociclista, rey de una banda del lado sur: las serpientes sureñas.

El era todo eso: el que sin que se lo pidas, lleva el control de todo, sabe lo que hace y sabe como divertirse. Un tanto egocéntrico, si, pero su seguridad en él mismo era increíble.

No era ese tonto y típico chico de preparatoria que le da nervios pedirte que vayas al baile con él.

Y estando con Archie todo era tan monótono, todos eran besos y nada más... Por cierto besa horrible, y eso que antes de conocer a mi pelinegro yo no era nada experimentada.

Y aunque tenía al novio que muchos catalogarían como el perfecto... Yo ya no lo consideraba así.

Jughead Jones era el perfecto para mí, nadie más.

Caí en la cama con la respiración agitada, intentando relajarme luego de aquel glorioso orgasmo que Jughead me dió.

El se levantó para tirar el preservativo y volvió conmigo a la cama.

Estábamos en su trailer en el lado sur.

- Tengo suerte de que mis padres están fuera del pueblo. -le dije cuando me dejó sobre su pecho y yo hice figuras imaginarias con mis dedos en el.

- ¿Entonces no debo llevarte? -me preguntó con algo de emoción en su voz.

- Dormiremos juntos hoy. -le sonreí y el besó mis labios.

- Por fin, una noche entera con mi nena. -celebró, subiéndome completa sobre el para unir nuestros labios en otro beso más largo.

- Mhm, podemos aprovechar... -dije coqueta y el entendió a que me refería, pero negó.

- No. -negó. - Sexo podemos tener en donde sea. -me dijo al oído y yo reí levemente. - Pero una noche juntos, no siempre. Así que te abrazaré toda la noche mientras dormimos.

- Que aburrido Juggie. -me quejé.

- ¿Te parece aburrido que te abrace? -me preguntó, fingiendo indignación y yo negué.

- No, pero yo quiero que me folles toda la noche.

El suspiró, dejándome debajo de él en un rápido movimiento y sentí su miembro justo contra mi sexo, ya que ambos estabamos desnudos.