• Emergency Stairs •

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Jug ❤️

Nena, ¿Que harás el sábado?

Hasta ahora nada, Jug.

¿Por qué?

La rubia frunció el ceño. Le parecía rara la pregunta del pelinegro, es decir, el estaba en otro país, ¿Para que querría saber que iba a hacer el sábado? No podía invitarla a salir, ni nada así.

Iré a Atlanta.

SORPRESAAA

Llego el sábado, y haré
una fiesta en mi depa.

QUEEEE

¿Y LO DICES TAN
TRANQUILO?

Yo voy :)

Obvio que vas, tonta.

Ella rió mirando el último mensaje.

Los pondré en contexto, ambos eran adultos independientes, tenían veinticinco años. Los dos nacieron en Atlanta... Vivieron ahí toda su vida y se conocieron en una fiesta tan solo unos meses antes.

Desde esa fiesta comenzaron a salir, pero justo para esas fechas Jughead tenía planeado un viaje con su hermana a Mexico. Por lo qué, en lo que comenzaron a salir, tan solo un mes después se separaron.

Ahora Jughead tenía más de un mes fuera del país disfrutando de su viaje... Pero aún así nunca habían perdido comunicación, de hecho hablaban cada día y parecían como... Novios aún sin serlo.

El sábado llegó y la rubia tomó rumbo en su auto al departamento del pelinegro. Había pasado al menos una hora alistándose, para finalizar con un hermoso look de vestido corto color entre café y naranja y unos tacones negros.

Al llegar entró al estacionamiento y subió por las escaleras hasta el primer piso del edificio, pero llamó a Jughead ya que sin las llaves ella no podía subir en el ascensor.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron ambos se dedicaron una sonrisa.

Jughead esperó a que ella entrara y la abrazó con emoción.

- Te extrañé. -el murmuró. - Estás hermosa. -halagó cuando se separaron.

- Gracias. -Betty sonrió. - También te extrañé...

- Oh, lo sé. -el admitió egocéntrico, marcando el botón que tenía el número quince en él, en ese piso estaba el departamento del pelinegro.

Cuando las puertas del ascensor se cerraron se sintió cierta incomodidad, que realmente era... Tensión.

Pero esta acabó cuando Jughead se atrevió a hacer lo que los dos querían. La jaló del brazo apegando sus cuerpos, y mientras la tomaba del cuello con fuerza unió sus labios en un beso apasionado.

Ella no se quejó en ningún momento, de hecho, cuando el la apegó a la pared ella dio un leve saltito y enrrolló sus piernas alrededor de la cintura del ojiazul.

Para su mala suerte, solo segundos después las puertas del ascensor se abrieron, así que salieron con sus manos entrelazadas.

Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora