• Despertar •

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La rubia se removió en la cama, abriendo sus ojos lentamente acostumbrándose a la luz.

Escuchó el sonido de las teclas siendo presionadas y suspiró cuando al estirar su mano, no sintió al pelinegro a su lado.

- Jug, guarda cambios. -le pidió, viendolo aunque el estaba de espaldas a ella. - Dijiste que nos tomaríamos el día para nosotros.

El sonrió al escuchar su voz y rápidamente guardó cambios para luego apagar su laptop. Se levantó y se metió entre las piernas de la rubia, besando sus labios.

- Lo siento, desperté muy temprano y no quería molestarte. -murmuró, acariciando su mejilla.

Ella sonrió, atrayéndolo más por el cuello y unió sus labios en otro beso que poco a poco se fue volviendo más apresurado y lujurioso.

- Que linda forma de despertar. -murmuró entre besos.

Jughead suspiró, al sentir como la rubia bajó su mano entre ellos y tocó a través de su pantalón.

Ambos abrieron más sus bocas dando paso a sus lenguas.

El pelinegro también bajó una de sus manos entre ellos y la metió dentro de las bragas de la rubia, pues ella solo tenía estas y una de sus camisetas negras.

Sonrió en el beso, al sentir la humedad de sus labios y se separó un poco para mirarla a los ojos.

- ¿Ya tan mojadita? -preguntó algo divertido, pasando sus dedos entre sus labios lentamente.

Ella asintió, suspirando agitada y el pelinegro sacó sus dedos de sus bragas, llevándolos hasta la boca de la rubia y los metió entre sus labios.

Betty abrió su boca, dándole una mirada traviesa mientras chupaba con ganas sus dedos húmedos.

Jughead sonrió, separándose de ella y se recostó a su lado. - Quítate esas bragas y ven aquí.

Soltó una risa traviesa sabiendo que haría y se quitó las bragas, como el había pedido. Se acercó a la cama y se sentó en el pecho de el, haciendo que el sienta su humedad contra su pecho desnudo.

- Más arriba, preciosa. -murmuró, acariciando sus muslos.

Betty suspiró por su toque y se levantó un poco más, quedando justo sobre su cara.

La lengua de el se paseó lentamente entre sus labios. La tomó fuertemente de la cintura para que se quedara quieta en un solo lugar.

Abrió más su boca deleitándose con su sabor y llevó su lengua lo más profundo que pudo, para luego comenzar a moverla de forma circular contra su clítoris.

- J-jug. -su respiración era irregular.

Con sus manos jaloneaba los cabellos negros de su novio y su cabeza la tiró hacia atrás cerrando sus ojos ante el placer.

Sus labios estaban entreabiertos mientras soltaba jadeos y leves gemidos.

El aún seguía entretenido en su sexo hasta que la rubia comenzó a retorcerse desesperada.

- Para Jug... -dijo al borde del orgasmo.

El se apegó aún más y apretó más el agarre en su cintura cuando ella comenzó a mover sus caderas circularmente.

- ¡Ah Jug! -gimió, sintiendo como su orgasmo la consumía.

El pelinegro limpió todos sus fluidos y los tragó. La rubia se sentó de nuevo en su abdomen y bajó su cara uniendo sus labios.

Jughead se deshizo de la camiseta de la rubia y ella quedó totalmente desnuda. Betty también hizo lo mismo y ahora el solo tenía unos pantalones grises.

Unió sus labios de nuevo y sintió las manos de Betty bajando por su abdomen, adentrándose en sus pantalones.

- Que traviesa. -le murmuró al oído, cuando ella tomó su miembro en su mano.

- Aja. -respondió, comenzando a acariciarlo de arriba a abajo.

- Rápido, necesito estar dentro de ti.

Ella sonrió, quitándole los pantalones junto a los boxers. Se levantó levemente y pasó su miembro entre sus labios.

Jadeó ante el contacto y sin poder soportarlo más, se dejó caer.

- Dios, Betty...

El los volteó en la cama, dejándola debajo de él y tomó una de las piernas de la rubia para sostenerla sobre su hombro, haciendo que abra aún más sus piernas.

Ella jadeó ante eso y Jughead comenzó a aumentar la dureza de sus embestidas.

- ¡Jug! -gimió.

- ¿Quieres más? -le preguntó con una sonrisa, en sus ojos se notaba la lujuria y la tomó del mentón sin delicadeza.

- No. -ella negó, cerrando sus ojos. - Para por favor.

- No lo haré, ¿Sabes por qué? -ella negó. - Porque eres mía, Elizabeth.

- Para, por favor. Oh, dios. -gimió, enterrando sus uñas en su espalda y el sonrió con suficiencia mirándola retorcerse debajo de él.

Besó sus labios una vez más y ambos se dejaron consumir por el orgasmo.

Jughead bajó por su cuerpo y de nuevo la probó con su lengua, limpiando todos y cada uno de los fluidos de la rubia.

- Que linda. -murmuró divertido al verla con sus ojos cerrados y los labios entreabiertos tendida en la cama con la respiración agitada. - Y sexy.

- Aja. -la rubia rió. - ¿Así era que me querías en preparatoria? -preguntó algo divertida.

- ¿Como? -preguntó sonriendo.

- "Quiero a esa rubia tendida en mi cama y gimiendo mi nombre". -recordó sus palabras. - Y ahora el fuckboy está casado con la chica que solo quería follarse, que irónico, ¿No?

El soltó una risa.

- Y no me arrepiento, rubia sexy. Ahora, ¿Podemos seguir follando como cuando estábamos en preparatoria? Ya que no están los niños... Debemos aprovechar.

- Primero vamos a comer y se un buen padre y llama a Gladys para saber cómo están tus hijos, guapo. -dijo divertida, dejando un pico en sus labios y levantándose de la cama.

El sonrió mientras negaba y tomó su teléfono para marcar el número de su madre.

- Me encantas, rubia. -se murmuró a si mismo, dejando el teléfono contra su oreja mientras la veía alejarse y entrar al baño.



























Me encanta que le pida que pare cuando realmente quiere que siga.

Pero repito: yo nunca dije eso.

Bye! ✨

Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18Where stories live. Discover now