• Cumpleaños... ¿feliz? •

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El pelinegro suspiró, apagando su alarma.

Se levantó de la cama y entró a su baño.

Un rato después, tomó su bolso y estaba listo para irse a la escuela. Al salir de la habitación y bajar las escaleras notó a su madre en la mesada de la cocina comiendo.

- Buen día mamá. -le sonrió, esperando que ella dijera algo pero está solo asintió con su cabeza. - ¿Y mi desayuno?

- Oh... Se lo di a tu hermana porque tenía bastante hambre, lo siento. -se disculpó y el solo suspiró.

- Bien. -dijo en voz baja y caminó hasta la puerta. Revisó sus bolsillos y en su billetera para ver si tenía algo de dinero para desayunar, pero no había nada.

Increíble, ahora tendría que esperar hasta la hora del almuerzo en la escuela.

Caminó hasta Riverdale High y al entrar, fue directamente hasta su casillero.

Mientras iba por el pasillo, un grupo de chicos del equipo de fútbol lo empujaron, claramente a propósito.

- Hey Jones, deberías ver mejor por donde caminas. -lo molestó uno de ellos, con una estúpida sonrisa arrogante y burlona.

- ¡Idiota! -exclamó otro de forma burlona y todos rieron.

Este solo rodeó sus ojos hasta llegar a su casillero y dejó ahí sus cosas. Tomó un libro y fue hasta la biblioteca.

Unos minutos después, el timbre sonó así que se dirigió al salón de literatura. Era su clase favorita, pero ya no más.

Tal vez culpa de aquel profesor que tenía tan solo un par de semanas dando clases en Riverdale High. El cual al notar lo bueno que Jughead era, comenzó a odiarlo.

¿Que clase de profesor hace eso?

Al parecer no le gustaba cuando un alumno lo superaba, por lo que el promedio del pelinegro había bajado en picada, lo cual había despertado la furia de su padre.

Suspiró entrando al salón, definitivamente no era su día.

- Bien chicos, ya tengo sus exámenes revisados y puntuados. -entregó varias hojas al primero de cada fila. - Pásenlo al de atrás.

Todos lo hicieron, hasta que el del pelinegro llegó a él y frunció su ceño al leer.

- ¿Reprobado? -preguntó sarcásticamente, soltando una risa sin gracia.

- ¿Algo por lo que quejarse, señor Jones?

- Si, por supuesto. -dijo enfadado. - Es de mis mejores trabajos. -señaló la hoja y el profesor se encogió de hombros.

- Pues no, al parecer no lo es. Lo siento, señor Jones. Si no está de acuerdo, ahí está la puerta y puede retirarse cuando quiera. -sonrió de lado, señalando la puerta.

Jughead gruñó con enfado y rápidamente tomó sus cosas para salir de ahí.

Se dirigió al campo y se metió bajo las gradas. Siempre se escondía ahí cuando no quería que nadie lo viera.

Aunque de igual forma era invisible para todos. Y los que lo notaban, solo le hacían la vida imposible.

Suspiró, tomando su teléfono y entró al chat de ella. No había ningún mensaje, ¿Se había olvidado?

Esa misma tarde entró a su casa y rápidamente se cambió de ropa por el uniforme del cinema, donde trabajada, pues ya iba un poco tarde.

Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18Where stories live. Discover now