• Stressed •

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El pelinegro se encontraba sentado en el sofá de su casa. Hablaba con su representante por llamada, el cual simplemente lo retaba.

- Si, señor Blake, si tendré un nuevo libro para esa fecha.

La rubia, la cual estaba frente a él en otro sofá, recostada con sus pies sobre la mesa de centro mientras leía un libro, vió como el rodeaba sus ojos ante algo que le dijo.

- Bien. -asintió, de mala manera y cortó la llamada.

Recibió otra llamada en ese instante y frotó sus ojos cansado. La rubia miraba atentamente y sonrió de lado.

El estaba realmente estresado, y tenía varios días de esa manera.

- ¡No, debe ser mañana! Y no, no puedo irme. Tengo familia y una esposa a la que no puedo dejar durante tres meses, así que de aquí no me iré.

Suspiró rodeando los ojos y tomó una profunda respiración, intentando no decir nada grosero o fuera de lugar.

- Bien. Dile a los hermanos Anderson que el jueves tenemos junta en mi empresa a primera hora de la mañana.

Cortó de nuevo la llamada y empezó a responder mensajes rápidamente, cuando ella lo llamó.

- Juggie. -dijo bajando su libro, viendo cómo escribía algo en el teléfono.

El no respondió ni se inmutó, así que lo llamó de nuevo.

- Jug. Juuug. -insistió.

- ¡¿Qué quieres?! -exclamó levantando su mirada, frustrado. Ella frunció el ceño y tomó su libro de nuevo, esta vez levantándose para irse de ahí.

Estaba por pasar a su lado, cuando el la tomó de la mano y la acercó, haciendo que se siente en su regazo. Ella intentó irse pero su agarre era fuerte.

Jughead le quitó el libro de las manos dejándolo a un lado y suspiró, al ver como ella desviaba su mirada molesta y cruzaba sus brazos frente a su pecho.

- Betts, lo siento...

- Suéltame. Yo solo quería ayudarte y me respondiste feo. -se quejó, con un puchero.

- Lo siento amor. -pidió. - Dame un beso. -se acercó a sus labios y ella negó, alejando su cara. - Nena, no quise responderte así. Ven aquí. -la atrajo contra su pecho.

- No me gusta que trabajes. -murmuró ella. - Siempre estás muy ocupado y cansado y nunca pasamos tiempo juntos. -se quejó.

- A mí tampoco me gusta, linda. -admitió. - Pero no puedo hacer más nada. Lo siento si a veces soy muy amargado y te respondo feito, ¿Bien?

- Odio cuando eres así. -negó. - Actúas como lo hacía nuestro profesor de literatura. -bufó y el soltó una risa, dejando un beso en su cabeza.

- Dame un beso, nena. -pidió. Ella levantó su cabeza y unió sus labios en un pequeño beso, separándose luego de unos segundos.

- ¿Besote? -preguntó ella, con un puchero. Jughead asintió riendo y unió sus labios una vez más.

Esta vez su beso se volvió más apasionado. Ambos abrieron sus bocas dando paso a la lengua del otro comenzando una lucha.

La rubia se acomodó mejor en sus piernas sacando un gruñido de la boca del pelinegro, en medio del beso. El intento acercarla más, apretando su agarre en sus caderas y dejó un azote en su trasero.

- Creí que estabas muy ocupado. -ella murmuró entre besos.

- Cállate y desnúdate. -le pidió desesperado. Soltó un gemido ronco cuando ella se deshizo de su propia camiseta, dejando sus pechos al aire al no tener brasier.

El rápidamente desabrochó sus pantalones mientras ella lo hacía con sus shorts. Se levantó y en un rápido movimiento los bajó junto a sus bragas, quedando desnuda al igual que el.

Jughead se sentó de nuevo en el sofá con ella en su regazo, en la misma posición de antes pero sin ropa.

El gran miembro de Jughead parecía una roca firmemente erguido, frente a ella. Betty gimió ante la vista y levantó sus caderas para acercarlo y dejarse caer.

Empezó a dar pequeños saltos y gimió en su oído desesperada, sintiendose llena de él.

- J-jug, mmhm. -gimió, arqueando su espalda. El metió un pecho en su boca y empezó a dejar varios azotes en su trasero.

Ella estiró su cabeza hacia atrás cuando el jaló de su cabello sin hacerle daño, obteniendo mejor acceso en su cuello para besar y dejar chupetones.

- Ven más rápido nena. -él pidió con la voz ronca. Soltó un fuerte gruñido y ella gimió al mismo tiempo cuando se apretó a su alrededor.

Cuando obtuvieron su orgasmo, ella cayó contra su pecho cansada, mientras sus piernas temblaban levemente y su respiración estaba agitada.

La rubia estaba por hablar, sintiendo las caricias del pelinegro en su cabello, cuando el teléfono de este mismo, sonó.

- No respondas. -ella pidió en un murmuro al ver como lo tomaba en sus manos.

- No lo iba a hacer. -él respondió, mientras cortaba la llamada y dejaba su teléfono lejos de ellos, luego de ponerlo en modo avión.

- Jug... -murmuró.

- ¿Mhm?

- ¿Por qué no nos tomamos unas vacaciones? Solo unos días. -ella murmuró, haciendo formas en su pecho con sus dedos.

- Linda, ahora mismo eso es imposible.

- No lo es, piénsalo. -se acomodó mejor, levantándose un poco para sacar su miembro de ella haciéndolo gruñir y sonrió, tomándolo de las mejillas. - Archie y Verónica se pueden encargar de la empresa y tú estarás tan relajado, que tendrás mucha inspiración para escribir. Puede ser donde mejor te parezca, playa, montaña, donde sea.

- Linda, no lo sé...

- Vamos Jug, necesitamos alejarnos de todo un tiempo. Tú debes terminar tu libro y necesitas inspiración.

El suspiró asintiendo. - Está bien, lo pensaré. -aceptó. - Pero será solo unos días, una semana, no más.

Ella celebró y besó sus labios tiernamente.

- Te amo Juggie.

- Y yo a ti, nena. -sonrió. - Creo que debemos tomar una ducha. -dijo al ver los fluidos de ambos deslizarse por las piernas de la rubia, y por las suyas también.

Ella se sonrojó haciendo que el riera y la cargó en sus brazos, llevándola al baño.
































¡Hola!

Si escribo segunda parte... ¿Que les gustaría que pasara?

Lxs amo, espero que les guste. <3

Bye! ✨

Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18Where stories live. Discover now