Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18

• Imposible •

¿Como te sentirías si supieras que hay una persona que haría hasta lo imposible por ti?

Que te hace sentir poderosa, deseada y que lo tienes todo.

Y así era, asi se sentía Betty estando con su actual pareja, Jughead Jones.

Un mafioso millonario que residía en New York con todos los suyos.

Ellos ya tenían hsitoria, fueron novios en la preparatoria, en Riverdale, de ahí ambos se conocieron pues fue el pueblo donde nacieron y se criaron.

Perdieron contacto por un tiempo cuando ambos se fueron a la universidad, pero por casualidad o por destino, se volvieron a encontrar ahora en New York, donde la rubia se había mudado también.

Comenzaron a salir de nuevo. Y como fue en la preparatoria, Jughead era todo un caballero con ella.

Con el todo era tan bueno. Ambos sabían que ella era de él, como él de ella y no tenían ningún problema con eso.

Con el se sentía protegida, deseada, amada y en casa. El era su hogar, siempre lo había sido.

Sabía que lo que pidiera, el se lo daría sin chistar. Absolutamente todo lo que ella pidiera, hasta lo más retorcido.

- Quiero encontrar a mi padre. -le dijo seria. - Quiero matarlo con mis propias manos.

Jughead se sorprendió ante eso, pero no dijo absolutamente nada. Solo asintió.

Ambos sabían que el solo con una llamada, en menos de 10 minutos ya lo iba a tener localizado, en menos de 1 hora secuestrado, y en menos de 5 horas en el sótano del club, esperándola.

- ¿Estás segura? -el le preguntó, mientras marcaba un número al teléfono.

- Lo he pensado por mucho tiempo, y mi única conclusión siempre es que ese hombre debe morir.

- Bien. -el asintió.

No tenía problema ante eso, de hecho el mismo lo había querido mucho tiempo. Pero Betty mientras manejaba su dolor y aceptaba que su padre hizo todo lo que hizo... Simplemente no podía con eso y nunca dejó que Jughead hiciera nada al respecto.

Y por más que el lo quería, se contuvo. Si ella no quería que hiciera nada, pues no lo haría.

Pero ahora, años despues, ella misma era la que le pedía que lo localizaran para cobrarse todo lo que alguna vez ese hombre le hizo a ella, a su hermana y a su madre.

Un tono, dos tonos. Al tercero la llamada fue aceptada, y Fangs habló. - ¿Si, Jones?

- Necesito que localices a Hall Cooper. -ordenó. - En menos de 10 minutos quiero toda la información.

- Entendido. -el dijo y cortó.

- ¿A donde quieres que lo traigan? -le preguntó Jughead.

- Siquiera lo han localizado. -ella le dió una mala mirada.

- No nos subestimes, mi amor. -Jughead negó con una sonrisa de superioridad. - Ambos sabemos que siquiera pasarán 5 minutos y tendré toda la información necesaria para mandarlo a buscar.

- Bueno... Si, es cierto. -ella aceptó. - Que lo lleven al sótano del club.

- Sabes que lo que me pides, te lo doy. -el le murmuró, acariciando su mejilla. - Pero aunque me digas que está segura: quiero que lo pienses muy bien.

- Jug-el la interrumpió cuando quiso hablar.

- Déjame hablar. -ordenó. - Matar a alguien no es cualquier cosa y se que lo haz hecho antes, pero esta vez se trata de tu propio padre. Y no te pido que lo pienses porque no lo merezca, sino porque estés segura de que a futuro no te sentirás culpable y podrás lidiar con eso.