Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18

• No necesito a nadie más •

La rubia despertó en medio de la noche al escuchar la puerta del baño de su habitación cerrarse. Por la parte de abajo vió el reflejo de la luz del baño en el piso.

Sonrió y lentamente se levantó de la cama para abrir la puerta, al final de este vió al pelinegro frente al espejo, con los ojos cerrados ya que estaba lavando su cara.

- Hola guapo. -murmuró cerrando la puerta tras ella, acercándose a él lentamente.

Jughead levantó la vista y le sonrió al verla. Ella solo tenía unas bragas, sus pechos estaban desnudos y erguidos por el frío, ella siempre dormía así, casi completamente desnuda.

- Hola mi amor. -le murmuró, cuando estuvo a centímetros de él. La tomó de la cintura y unió sus labios en un tierno beso.

Betty acarició su mejilla y lentamente fue desabrochando los botones de su camisa negra y quitando su corbata.

- No quería despertarte. -él le murmuró.

- Me dormí hace un rato, estaba esperándote.

- Te dije que no lo hicieras, mi amor. Cuando vuelvo tarde y me esperas no duermes bien.

- No importa. -se encogió de hombros. - No me gusta dormir sola. -hizo un puchero. - Me da mucho frío, Juggie.

El soltó una pequeña risa y besó su frente, cuando ella sacó su camisa por sus brazos dejando su pecho marcado a la vista.

- Hoy había mucha gente en el bar y tenía algunas reuniones, por eso volví tarde. Intenté hacerlo hace un rato pero debía charlar con un "Importante millonario" que asistió hoy. -rodeó sus ojos.

- ¿Quién?

- Mark Brown. Ofreció algunos negocios para hacer juntos pero me negué. Luego solo se fue con una de las chicas a una habitación privada.

Betty abrió su boca levemente.

- ¿El no estaba casado?

Jughead soltó una risa sarcástica.

- Vamos, Betts. Ambos sabemos que a él solo le interesa el dinero. Su familia y esposa no son nada para él. Si tiene placer y dinero, piensa que lo tiene todo.

Betty hizo una mueca de asco.

- En fin, así son todos en este mundo.

Ella sonrió con una ceja alzada.

- Tienes la cadena de bares más grande del país, estás muy metido en ese mundo, ¿Tú también eres como todos? -preguntó divertida.

El negó con una pequeña sonrisa y la atrajo más a él.

- No, no necesito más que a mí hermosa, sexy y caliente esposa...

- Mhm. -ella asintió, dejando sus manos sobre sus hombros y tras su cuello.

- ¿Estás seguro?

- Por supuesto que lo estoy. -besó sus labios, sin dejar de acariciar su cintura. - Eres perfecta. -le murmuró al oído.

Betty unió sus labios en otro beso pero esta vez más apasionado y lujurioso. El la tomó de los muslos dejándola sobre la encimera del lavabo y se metió entre sus piernas.

Sin parar de besarse Betty bajó su mano derecha por su torso hasta su pantalón para comenzar a desabrocharlo.

El tomó los bordes de sus bragas negras bajándola por sus piernas y luego de unos segundos, ambos estaban completamente desnudos.

Jughead la atrajo más cerca de el, tomando una de sus piernas y Betty gimió al sentir su erección entre sus labios húmedos.

El pelinegro sonrió ante eso y bajó sus besos por su cuello.