Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18

• Mi luz en la oscuridad •

En esta historia se habla de algunos temas delicados así que si no te gusta leer estas cosas, lo mejor será que ignores. <3

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Elizabeth Cooper, era una chica de tan solo 17 años, la cual se había criado en el lado sur de Riverdale junto a sus padres.

Su familia siempre había sido muy disfuncional, y cuando la rubia al crecer empezó a notar todos los problemas de sus padres, que reflejaban en ella, se alejó.

Intentaba pasar el menor tiempo posible en casa, dormía con amigos, trabajaba para pagar una noche en moteles y si tenía mucha suerte, hoteles.

Lo que la llevó por un mal camino, y por consecuencia obtuvo muchas relaciones de amistad o amorosas las cuales eran muy tóxicas y para nada sanas.

Hasta que un día, todo empeoró.

Se había estado sintiendo tan mal que no había asistido a su trabajo, el cual probablemente ya había perdido, estaba durmiendo en el trailer de sus padres pues no tenía fuerzas ni ganas para levantarse e irse.

Como cada mañana desde una semana atrás, se levantó corriendo entre arcadas hasta que llegó al baño y vomitó en el retrete.

Se recostó contra la pared aún sentada en el piso, aún con el mal sabor en su boca. Las lágrimas descendieron por sus mejillas ante el recuerdo e intento olvidarlo, pues aún no era capaz de aceptar aquello, y las consecuencias con las que probablemente tendría que lidiar unos meses más tarde.

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- Vamos, hermosa. -dijo su novio Sweet Pea, el cual estaba ebrio luego de pasar parte del día y de la noche en el bar de las serpientes.

La dejó sobre la cama de su propio trailer en el cual vivía solo y sostuvo sus brazos con un fuerte agarre sobre su cabeza, mientras besaba su cuello.

La rubia negaba desesperada y se sentía tan asustada que no era capaz de emitir una palabra.

- N-no... -negó. - No quiero. -sollozó en un hilo de voz.

- Lo disfrutarás. -él murmuró mientras bajaba sus shorts por sus piernas y tocaba sobre sus bragas.

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Se sentía culpable por aquello. Tal vez eran sus ropas reveladoras, sus tops cortos o los escotes que permitían ver parte de sus pechos. O tal vez eran sus cortos shorts y faldas, y solo podía pensar: es mi culpa.

Pensamientos de los cuales luego se iba a arrepentir muchísimo, pues ella aún no sabía que de lo que le había hecho ese cruel ser humano, nada era su culpa.

Unos días después, ya había hecho una prueba de embarazo, y se sentía tan mal que no salía de su habitación, no comía bien y solo lloraba.

Hasta que decidió que debía decirles a sus padres, porque aun después de todos sus problemas ella creía ilusamente que contaría con su apoyo, cuando no era así.

- Debo decirles algo... -dijo cuando los tres estaban sentados frente a la mesa, ellos comían y solo se quedaron en silencio esperando a que continuara. - Estoy embarazada. -murmuró, mientras les mostraba la prueba de embarazo.

Eso solo empeoró todo, su madre la echo del trailer afirmando una y otra vez que ella era una puta, que solo daba su cuerpo y esas eran las consecuencias.