• No te salvas •

1.6K 84 11
                                    

- ¿Papi? -preguntó con emoción la niña, al escuchar ruidos tras la puerta. Esta se abrió y ella rápidamente corrió, abrazándose a la pierna de su padre.

Betty soltó una risa, levantándose del sofá cuando Jughead entró a la casa y cerró la puerta tras el.

- Hola, mi princesa. -sonrió, tomándola en sus brazos. Besó su carita y ella rió, abrazándolo.

Se acercó a la rubia y le tendió un ramo de flores que tenía en su mano libre. Ella lo tomó y besó sus labios.

- Hola, amor. -murmuró y Betty rió, abrazándolo también.

- Te extrañe, papi. -dijo la niña, jugando con sus cabellos negros, mientras los tres caminaban hasta la sala.

La sentó en la encimera de la cocina y Betty se sentó en una silla junto a ellos.

- Yo también las extrañé, amorcito. ¿Quieren que pida pizza?

- ¡Si! -celebró. - ¡Pizza, pizza, pizza!

- Ok, alguien tiene mucha energía hoy. -sonrió, bajándola de la encimera. Ella soltó una risa y corrió saliendo al patio trasero para jugar con Milo.

El pelinegro llevó su atención a la rubia, tomándola del mentón con un dedo y besó sus labios lentamente.

- Hoy no te salvas, rubia. -murmuró. - Esas fotos que me enviaste mientras trabajaba son una buena razón para darte un castigo.

- Que miedo. -dijo ella divertida.

- Deberías tenerlo. -besó sus labios de nuevo. Llevó sus manos a su trasero y ella soltó una risa, pero el se separó luego de sacar el teléfono de ella de su bolsillo trasero.

- Oye. -se quejó.

- ¿Que? No es mi culpa que seas una pervertida, tu hija anda por ahí. -dijo divertido. - Solo tomaba tu teléfono para ordenar la pizza. Olvidé el mío en el auto y me da pereza ir por el.

Ella soltó una carcajada, abrazándolo. Dejó su cabeza contra su cuello y el acarició su cabello, con el teléfono contra su oreja.

Ordenó la pizza y luego le dió el teléfono de nuevo.

- Iré a darme una ducha. -dijo, besando su frente y se alejó.

La rubia asintió y Jughead subió las escaleras.

Unos minutos despues, su hija volvió del patio trasero y se sentó en una de las sillas frente a la encimera de la cocina.

- Mami, tengo hambre.

- Lo se amor, ya pedimos pizza. -ella dijo mientras hacía algunas cosas en la cocina.

- Tengo hambre.

- Debemos esperar. -dijo la rubia, sentandose frente a ella.

- Betts ¿En donde están mis camisetas? -le preguntó el pelinegro bajando las escaleras con solo unos pantalones deportivos grises y su cabello humedo, destilando algunas gotas de agua.

- En el cuarto de lavado, ya deberían estar secas.

El le sonrió, dirigiéndose por el pasillo hacia el cuarto de lavado de la casa.

En eso, el timbre de la casa sonó y Betty se levantó.

- Deben ser las pizzas, espera aquí linda.

- ¡Pizza, pizza, pizza!

Betty rió mientras abría la puerta de vió a un chico tras esta con tres cajas en su mano derecha.

- Hola, buenas noches. -Betty saludó amable, el le tendió las tres cajas y la rubia le dió algo de propina.

Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18Where stories live. Discover now