Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18

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La rubia despertó muy temprano en la mañana, incluso antes de que sonara la alarma que tenía junto a su cama.

Sintió caricias en su cintura y sonrió. Ambos ya estaban despiertos.

- Extraño cuando éramos adolescentes y podíamos dormir un día entero. -murmuró y escuchó una risa tras su oreja, para luego sentir un beso en su cuello.

- Igual yo. -murmuró el pelinegro sin dejar de besar su cuello.

De un momento a otro se subió sobre la rubia sin hacerle peso y unió sus labios en un pasionado beso, bajó su mano derecha por su abdomen hasta llegar al orillo de sus bragas blancas.

Lo tomó y sonrió entre el beso, pero cuando estaba a punto de quitarlas, el fastidioso sonido de su alarma los interrumpió.

Ambos se separaron del beso con una mueca y rodearon sus ojos.

El dejó otro casto beso en sus labios y se levantó de la cama. Si seguían probablemente se haría tarde.

La rubia aún seguía en la cama con su vista en el techo. ¿Nunca podría tener un momento a solas con su esposo? Últimamente parecía algo imposible.

Bufó y se levantó de la cama también, entrando al baño tras el pelinegro y lo vió frente a la puerta de la ducha quitándose su pijama.

Mordió su labio y lo abrazó por detrás y dejando pequeños besos en su espalda.

- ¿Nos duchamos juntos? -ella le preguntó al oído.

- No creo qué-

Las palabras del pelinegro fueron interrumpidas al escuchar toques en su puerta.

- No creo que podamos. -terminó su oración y ella bufó, para salir del baño de nuevo y rápidamente se vistió.

Abrió la puerta y vió tras esta a su hijo Ethan de 12 años.

- Hoy debo llegar más temprano porque es la feria de ciencia y tengo que hacer muchas cosas y- comenzó a hablar rápidamente, algo nervioso.

- Ya lo se, Ethan. Ve a ducharte, iré a despertar a tus hermanos. -dejó una caricia en su mejilla y el asintió.

Rápidamente pasó por el pasillo tocando todas las puertas. Eran cuatro distintas.

- ¡Arriba todos! -exclamó. - Se hará tarde. -dijo a través de la puerta de su hija la cual tenía 15 años, Olivia.

Estaba por hablar de nuevo cuando otras dos puertas se abrieron al mismo tiempo revelando a un niño y una niña.

Luka el cual tenía 7 años y Samantha de 10.

- Ordenen sus camas mientras Ethan se ducha. -los señaló y ellos asintieron cansados.

Suspiró dirigiéndose a la última puerta y estaba a punto de tocar esta, cuando se abrió revelando a su hijo mayor, James de 17 años.

Arqueó una ceja confundida, cuando notó que ya estaba listo para irse a la escuela.

- Buenos días mamá. -el sonrió, besando su mejilla y la rubia quedó plasmada en la puerta.

- Okey... -murmuró confundida, continuando con su camino.

Estaba por ir a la cocina y comenzar a preparar el desayuno, cuando recordó a su hija y notó que esta no había despertado aún.

Caminó hasta la habitación y abrió la puerta, viendo que estaba profundamente dormida.

- Olivia, llegarás tarde. -le habló, removiendola un poco en la cama.