• Año nuevo •

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- Mamá... ¿Puedo solo quedarme en casa? -preguntó la rubia, siguiendo a su madre por la gran mansión.

La mayor suspiró y negó nuevamente.

- No. Ya te lo dije, debes venir.

- Pero ma, es un montón de gente que no conozco. Deberíamos pasar este día en familia, no con los socios de mi padre mientras el hace negocios.

- No es para negocios, bueno... Si. Pero es una fiesta para celebrar el año Nuevo, muchas familias estarán con sus hijos, entre los cuales hay muchos de tu edad. ¿No te gustaría hacer amigos?

- No. -negó.

- Bien, entonces no me importa. De igual forma irás. No voy a permitir que te quedes aquí sola cuando deberías estar celebrando con nosotros el comienzo de un nuevo año.

- Eso, solo con ustedes. Porque estos días se pasan en familia, no con socios de la empresa, o cosas así.

- Basta. -dijo seria. - Ve a arreglarte, en dos horas nos vamos. Y viste formal. -ordenó, para darse la media vuelta y caminar hasta las escaleras.

La rubia suspiró y caminó hasta su habitación. Entró a su vestidor y se cruzó de brazos. ¿Debía usar un largo vestido? Que aburrido.

Tomó uno negro largo con una abertura en la pierna, el cual fue un regalo de su padre en su cumpleaños número 19.

Era muy caro y de diseñador pero ella nunca lo había usado.

Luego de ducharse, se lo puso y empezó a maquillarse. Peinó su cabello y se hizo una cola alta la cual le lucía muy bien, ya que su cabello era bastante largo.

Tomó un collar y unos aretes en juego de color plateado junto a unos tacones negros.

Sonrió al verse frente al espejo. Si, odiaba usar vestidos y ropas de ese estilo las cuales eran incómodas, pero sabía que le quedaban muy bien y hacían resaltar su linda figura.

Tomó un bolso de mano plateado el cual combinaba con sus joyas y en este metió su teléfono, identificación y un poco de dinero.

Suspiró, cuando escuchó toques en la puerta y al abrir, vió a su mamá.

- Luces estupenda. -sonrió. - No sé porque odias vestir así si pareces una princesa.

Lili sonrió de lado.

- Es incómodo.

- Si, pero te ves bien. -arregló un poco su cabello. - Ahora vamos, llegaremos tarde para la cena.

Lili asintió sin ganas y ambas salieron. La rubia menor vio a su padre en la entrada el cual hablaba por teléfono.

Esperaba que le dijera algo sobre el vestido pero este solo le dedicó una sonrisa y salió de la casa sin parar de hablar sobre lo que parecían negocios, como siempre.

La rubia suspiró, caminando tras su madre y saliendo de la casa para subir a la limosina de los Reinhart, la cual era conducida por el chofer de su padre.

Se sentó ahí dentro del auto y tomó su teléfono para revisar Instagram mientras llegaban a donde sería la fiesta.

Lili Reinhart, hija única de millonarios. Su padre y su madre dos famosos empresarios los cuales siempre le habían dado riquezas infinitas a la rubia.

Había estado acostumbrada toda su vida a eso, lujosas fiestas, vestidos de marca y diseñador, personas famosas y reconocidas a su alrededor.

Pero ya no quería eso. Estaba cansada de que debía ser siempre, ella siempre debía estar presente y lo odiaba. Para ella era mucho mejor quedarse en casa leyendo o viendo películas.

Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora