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- La cuenta, por favor. -mi esposo le pidió al mesero del restaurante. Este asintió y se retiró de ahí.

- Juggie, mientras tanto iré al baño. -le dije, levantándome de la silla.

- Está bien, nena. -el asintió y yo me alejé de ahí, tomando camino hacia el baño.

Entré a uno de los cubículos y subí mi vestido, bajé mis diminutas bragas negras por mis piernas y me las quité.

Sonreí, saliendo de ahí y volví a arreglar mi vestido y también mi cabello frente al espejo.

Salí y me dirigí de nuevo a la mesa donde se encontraba mi guapo esposo, dejé mis manos sobre sus hombros, tras el.

Bajé una de ellas y la metí dentro de su traje, metiendo en el bolsillo de este las bragas que minutos antes me había quitado.

Luego me senté frente a él de nuevo y noté su mirada confundida.

- ¿Nena, que- el estaba por revisar que era, cuando llegó el mesero con la cuenta y se la entregó, para irse de nuevo.

- Ve, te esperaré aquí. -el me miró raro, pero no dijo nada y se levantó, con la pequeña carpeta que tenía la cuenta de nuestra cena en su mano derecha, para dirigirse a pagar.

Unos minutos despues volvió, pero ya no lucía confundido. Ya las vió, pensé.

Me hizo una seña de que me levantara de la mesa sin decir una sola palabra y cuando lo hice, entrelazó nuestras manos.

- ¿Por qué tan apurado, Juggie? -pregunté, haciendome la confundida, ya que el estaba caminando un poco rápido.

- Estás muy traviesa ultimamente, eh. -el me dijo, abriéndome la puerta del auto.

Yo subí y el bajó un poco su cara, mientras me tomaba del cuello dejando nuestros labios a centímetros.

Cuánta tensión.

- Puedes seguir fingiendo que no entiendes lo que me pasa. -me dijo. - Pero lo sabes muy bien, y no voy a poder esperar hasta llegar a casa.

- ¿Por qué esperar? -yo sonreí, acercándolo aún más de su corbata. - Hay muchos hoteles cerca... Calles oscuras.

El me soltó sin delicadeza y cerró la puerta de un golpe, para darle la vuelta al auto rapidamente.

Se subió del lado del conductor y antes de que encendiera el auto, yo dejé mi mano en su pierna, muy cerca del bulto que comenzaba a formarse...

- Betty. -gruñó.

- ¿Si, papi?

- Quita tu mano de ahí, ahora. -me ordenó. Hoy no quiero seguir ordenes, gracias.

- ¿Que mano, papi? -pregunté, fingiendo confusión, de nuevo. - No soy yo... -dije, mientras comenzaba a desabrochar su cinturón y también abrí la cremallera de su pantalón.

En eso escuché que encendió el auto y comenzó a conducir, intentando controlarse, con mi mano tocándolo aún sobre la ropa.

Yo metí mi mano bajo su boxer, y saqué su miembro el cual estaba duro como lo quería.

El paró en un semáforo en rojo, y yo miré del lado de su ventana, había un carro, pero me dió igual que nos vieran, o... Que lo vieran.

Bajé mi cabeza en un movimiento inesperado para el y lo metí en mi boca completamente y escuché como gruñó y luego subió la ventana del auto.

Yo me alejé de su miembro y le di una tierna mirada.

- ¿Que pasa, papi?

- Me estaban viendo, Elizabeth.

Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora