Our History || One Shots Bughead y Sprousehart || • +18

• Me haces feliz •

La rubia despertó muy temprano cuando el sol salió en la mañana, alumbrando su habitación.

Se removió, sintiendose muy cómoda entre los brazos de su esposo.

El estaba profundamente dormido, ¿Y como no? Luego de pasar una larga noche, en la que casi no durmieron.

Sus mechones rebeldes de color negro caían sin sentido por su frente, su boca estaba un poco abierta y se veía tan bien así. De cualquier manera.

Betty sonrió, acariciando su mejilla, paseando sus dedos con delicadeza sobre sus pecas y lunares.

El se removió, bostezando cuando ella comenzó a acariciar su mejilla. Estaba despertando.

Abrió sus ojos con pesadez y sonrió al ver los ojos verdes de su esposa.

- Buenos días, nena. -sonrió, besando sus labios y cerró sus ojos de nuevo, para luego esconderse entre su cuello y pechos bajo la manta.

- Feliz cumpleaños mi amor. -ella murmuró sonriente.

- Escuché eso un par de veces anoche... -el murmuró algo divertido y Betty soltó una risa. - Gracias, linda. -sonrió, saliendo de debajo de la manta y ella besó su mejilla.

- Debemos levantarnos... Tengo cosas planeadas para ti hoy. -dijo mientras acariciaba su nuca y el regaba pequeños besos por su cuello.

- Mmhm. -el ronroneó en su oído. - Podemos hacer algo divertido antes de levantarnos.

- Jug. -rió. - Ya hicimos "algo divertido" toda la noche... Se hará tarde y tengo una reservación.

- Amooor. -se quejó. - Solo un rapidín. -sonrió, paseando sus manos entre los muslos de la rubia. - Luego nos duchamos.

- Separados. -ella interrumpió y el rodeó sus ojos.

- Aburrida. Pero acepto. -sonrió, uniendo sus labios.

Ella rió, al sentir algo crecer entre sus piernas. Que facil era calentarlo, ¿Acaso nunca se cansaba?

- Bebé. -gimió cuando ella lo tomó entre sus manos, comenzando a masturbarlo. - Más rápido. -pidió en su oído, para luego bajar a su cuello y comenzar a besar y marcar.

El no lo soportó más, y aprovechando la desnudez de ambos, separó la mano de la rubia de su miembro, y lo guió a su entrada.

No la penetró al instante, pero comenzó a frotar la punta de su glande contrá su punto más sensible, sintiendo que ya estaba húmeda y lista para recibirlo.

- Ya estás mojada para mí, ¿Eh?

- Juggie. -gimió retorciendose, mientras el seguía frotando contra su intimidad.

- ¿Por qué estás mojada, preciosa? -le preguntó.

- Por ti... -jadeó. - Solo por tí, Jug.

- Eso es. -sonrió con suficiencia, para luego entrar en ella de una sola embestida.

Ambos gimieron fuertemente y el dejó su frente contra la de la rubia, moviendo sus caderas a un ritmo adecuado para ambos.

- Más... -ella rogó contra sus labios.

El sonrió, tomando entre una de sus manos un pecho de la rubia, sin parar de moverse contra ella.

- Vamos linda, córrete para mí. -le pidió, sintiendo como apretaba su mienbro dentro de ella, lo cuál se sentía jodidamente bien y sabía que ambos ya estaban por correrse.

- Jug. -ella gimió desesperada.

- Hazlo. -dijo, sonando más demandante y ella lo supo. Era una orden.