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Aidan

Dormir en brazos de Carlysle era algo de lo que ya me había acostumbrado, pero que realmente disfrutaba, por eso mismo el hecho de que él tuviera que irse tan temprano era, para mí, una desgracia.

Carlysle había tenido una emergencia de último momento en el trabajo, así que tuvo que irse; comenzaba a creer que su trabajo era como las enfermedades, sin importar la hora, el día, si llovía o nevaba, siempre podía surgir algo.

Cuando se fue me quedé un rato más en la cama, pero tenía muchas cosas por hacer pues, Carlysle y yo habíamos quedado en que tendríamos una agradable cena cocinada por mi mismo, estaba emocionado y un poco nervioso, las cosas tenían que salir bien o Chispita sufriría esta noche.

Me levanté y me puse ropa cómoda y que no me importara mucho si llegaba a mancharse, hice la cama, ordené el poco desorden que había en suelo, luego bajé a desayunar con todos y, una vez que terminó el desayuno, me escabullí con Ben hasta el supermercado.

—Mantendré a todos alejados si haces la cena para nosotros también— propuso una vez que le conté mi plan para esa noche.

—Hecho— acepté para sorpresa de Ben. Sería complicado hacer dos comidas, pero valdría la pena, sin duda alguna haría todo lo posible para que valiese la pena.

Compramos todo lo necesario para ambas cenas, vagamos un poco por el supermercado viendo las toneladas de cosas navideñas que había y luego volvimos a la casa.

Estando ya ahí, primero me tomé un rato libre, después de todo aún era muy temprano como para preparar la cena, considerando que la hora de la comida aún estaba lejana.
Como ya había desayunado y Ben tampoco tenía nada que hacer jugamos cartas un rato, hasta no muy tarde.

Sobre las cuatro, después de la comida, comencé a preparar la cena; tenía toda la tarde, pero considerando la carga de trabajo era mejor no atrasarme; me tomé mi tiempo cocinando a la par que Ben y yo charlabamos; hablar con él me era gratificante, era una amigo sincero que me decía las cosas tal cual eran y no lo que yo quería oír, eso era bueno aunque doloroso de vez en cuando.
Ben me acompañó toda la tarde hasta que terminé con la cena para todo el equipo, que fue la primera que hice; una vez estuvo lista Ben llamó a todos quienes querían comer ya, pues aún era un poco temprano para la hora habitual en la que solían cenar, aún con eso el comedor y la cocina se llenaron, todos quienes estaban disponibles estaban en la cocina o en el comedor, todos los que no podían dejar su puesto hasta que terminara su turno se les había llevado comida y otros tantos esperaron a alguien que los quisiera relevar un rato y así poder tomar un descanso mientras comían.

Todos cenaron muy felices, recibí muchos agradecimientos y felicitaciones por parte del equipo y, una vez que terminaron de comer la cocina y el comedor quedaron desiertos, Ben y Matthew me ayudaron con todo el desorden y los platos sucios, una vez que terminaron se fueron.

Revisé una última vez la comida que estaba en el horno, aún le faltaba cierta cocción, pero considerando la hora, la hora en la que llegaba Carlysle y que aún debía arreglarme todos los tiempos encajaban a la perfección.

Por primera vez en horas abandoné la cocina, subí a la habitación de Carlysle y me duche; batalle demasiado por que ponerme, no tenía ni la menor idea de que sería apropiado para la ocasión, a fin de cuentas era nochebuena, y aunque sentía cierta melancolía por ser las primeras fiestas navideñas que pasaba lejos de los Beck no me sentía tan mal como pude haber predicho, menos mal.

Una vez que desordené todo el armario para decidir que ponerme, ordené rápidamente y sin mucha perfección para que no se me hiciera tarde, igual yo no era demasiado perfeccionista, no tanto como Carlysle.

La Sacra CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora