27

1.1K 78 99
                                    

Aidan

Luego de la primera cita que tuve con Carlysle nos tomamos más confianza, al punto de que pasé de dormir de vez en cuando en su casa y en la habitación de huéspedes, a dormir más seguido en su casa y con él, incluso, nos comenzamos a aprender la rutina del otro.

Ahora estábamos a finales de mes, con diciembre y sus fiestas acechando muy de cerca.

Carlysle, Ben y Kaori salieron repentinamente de viaje hacía ya unos días, aproximadamente una semana, tiempo en el que me hice más cercano al resto del equipo de seguridad, al igual que Cyra.

Cyra, que según ella no había quien le interesará iba por su cuarta cita con Matt, la primera fue poco después de mi primera cita con Carlysle.

Ahora mismo estaba tirado en el sillón grande de la sala, en mi casa, eran aproximadamente las 8:30 p.m. y llevaba alrededor de dos horas hablando por video llamada con Cyra.

-¿Me estás haciendo caso?- refunfuñó Cyra.

-Me perdí hace como quince minutos- confesé.

-Eres un pésimo amigo.

-Tampoco Cyra, tampoco, pero llevas más de una hora hablando de lo lindo que es Matt.- replique -Además, no hay nada nuevo de esta cita, es como si me estuvieras contando sus anteriores citas, con la única diferencia del lugar al que fueron a comer.

-¡No es mi culpa que Carlysle tuviera que irse y no puedan salir!

-Es mejor así, al menos hoy...- respondí triste.

-¡Ah...!- se quejó Cyra -Es cierto, ¿cómo estás?

-Igual que los años anteriores, nada cambia.

-¿Seguro que no quieres que vaya?

-Seguro, mejor quédate en casa, ya es un poco tarde como para que salgas- respondí sin girarme a verla, pues como estaba acostado en el sillón lo único que veía era el techo.

-Aidan...- llamó Cyra.

-¿Mmm?

-Aunque no quieras, no vas a estar solo.

-¿Qué?

-En unos... cinco minutos colgamos.

-¿¡Qué!?- repetí sin entender nada mientras me sentaba en el sillón para poder ver a Cyra, que, del otro lado de la pantalla, estaba en su cuarto pintándose las uñas.

-Esta vez te juro que no tengo nada que ver, lo juro, a Matt se le salió.

-Cyra,- comencé a hablar -de qué...- fui interrumpido por el sonido del timbre, alguien llamaba a la puerta.

-Se que quieres estar solo, pero no supe cómo decirle a Matt que el plan no era buena idea, lo siento- se disculpó Cyra, confundiéndome aún más de lo que ya estaba.

Me levanté del sillón y fui hasta la puerta para ver de quién se trataba, aunque tenía una muy vaga idea.

Justo cuando puse la mano en la manija para abrir la puerta recordé a William, que en el pasado había llegado dos veces de sorpresa a mi casa, pero era imposible que se tratara de él por dos simples razones: uno, Cyra había dicho que se le salió a Matt, y dos, hacia mucho que no sabía de él. Solo por algunas pocas y ocasionales cosas que me decía Cyra, pues el dejó de escribir, de salir con Cyra, Will prácticamente había desaparecido de mi vida.

La Sacra CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora