2

2.2K 209 19
                                    

William

—¡Secuestran al joven Aidan!— alertó una voz desde el primer piso, esas palabras me hicieron salir de mi estado de shock para por un segundo entrar en otro, me obligué a reaccionar apenas escuché el nombre de Aidan.

—¿Qué fue lo que dijo?— habló una voz situada pocos pasos detrás de mí —Bueno, da igual, ¿continuamos dónde nos quedamos?— propuso en tono coqueto el chico.

—Sal de mi vista.

—¿Qué?

—¡Maldición! ¿¡Eres sordo o solo estúpido!? ¡Dije que salieras de mi maldita vista!— grité descargando parte de mi creciente ira en aquel pobre chico que apenas y conocía. Este por su parte corrió a buscar su ropa, vistiéndose tan rápido como pudo y saliendo de la habitación. Cuando comencé a vestirme llamaron a la puerta de mi habitación.

—Pase— ordené.

—Will… han secuestrado a Aidan— informó Ryan, el encargado de mi seguridad, el guardia de más alto rango bajo mi mando, y mi mejor amigo.

—Es una maldita broma, ¿no?

—Me temo que no, además…

—¿Además? ¿Además qué?— cuestioné mientras terminaba de vestirme.

—William,— habló Ryan en tono severo —sabía que eres descuidado, pero en verdad creía que amabas a Aidan.

—¿Qué mierda dices ahora?— estaba ansioso, no era momento para que hablara con rodeos —Ve al punto y ya.

—¿¡En serio no sabes que día es hoy!? ¿¡Que celebras hoy!?— gritó enfurecido. Tomé mi teléfono para ver la hora, pasaba de la media noche.

—¿El día? Aquí dice que es 15 de julio, ¿por qué?

—Ya que no recuerdas que celebras hoy, ve a la cocina y revisa la nevera— demandó.

«¿Celebración? Aidan mencionó algo sobre un regalo…»

—¿Qué?

—¡Ahora!— ordenó, de mala gana salí rumbo a la cocina, habían secuestrado a Aidan y Ryan solo quería que revisara la nevera como si fuese a encontrar la forma de recuperarlo ahí dentro. Bajé las escaleras rápidamente y llegué a la cocina abrí la nevera como Ryan lo demandó, no había nada de extraordinario, no había nada nuevo.

—Aquí no hay nada— dije al aire.

—Revisa una vez más y pon especial atención, tarado— me regañó Ryan.

Volví a abrir la nevera con desesperación, pero traté de poner especial atención en los pequeños detalles, fijé la vista en una pequeña caja que no estaba antes, extrañado tomé la caja y la coloqué sobre la mesa, la abrí, era un pequeño pastel con la leyenda “Feliz aniversario” y las iniciales “W” y “A” poco más abajo.

—Ay no— murmuré con la voz temblorosa una vez que recordé la importancia de este día.

—Ay si, ahora puedes decir que ya lo perdiste idiota. Más allá de engañarlo lo engañas durante su aniversario, eres un sinvergüenza.

—¡No lo recordaba!

—¿¡Crees que eso es una excusa!? ¡Si el no hubiera huido de aquí así como así en medio de la noche no lo habrían secuestrado! Ahora no sabemos quién lo tiene, ni en dónde está, tampoco sabemos si está bien o si lo están torturando. ¡Todo esto es tu maldita culpa! Pero ya que no te importa porque no tienes corazón supongo que no te importa ver su otro regalo— recriminó Ryan muy molesto.

—¿Otro... regalo?

Ryan colocó la mesa una caja negra adornada con un moño rojo oscuro en la tapa.

—Estaba sobre el piano, Aidan llego con ella, y salió sin ella. Es claro que es otro regalo para ti, además, la nota dice: Will, que estemos juntos mucho más tiempo, no es muy caro, pero es un regalo de corazón, espero que te guste. Con cariño, Aidan— terminó de recitar Ryan al tiempo que empujaba la caja para que está llegara a mí.

Dentro de la caja negra había un álbum con las tapas en color vino, en el centro una foto de un sonriente Aidan abrazándome adornaba la portada.

—Tenemos que encontrarlo— murmuré al borde del llanto.

—¿Qué? ¿Dijiste algo? No te escuché.

—Vamos a encontrar a Aidan, y al que le toque un solo cabello se arrepentirá de haberlo hecho— sentencie. Estaba decidido, encontraría a Aidan y me encargaría de los tipos que lo secuestraron. Si bien estaba sumamente decepcionado de mi mismo por caer en la tentación de engañar a Aidan con una persona a la que apenas conocía, peor aún, hacerlo en una fecha así de importante no quitaba el hecho de que lo amaba más que a nada en el mundo, ¿había algo aún peor? Sí, haber olvidado tan importante fecha.

Sin duda cuando encontrase a Aidan, y luego de verificar que se encontrara bien le rogaría por su perdón, y que me dejara seguir estando a su lado.

—Lo encontraremos— intentó reconfortarme Ryan —. Además, él es muy fuerte, ¿lo olvidas? Estará bien, pero debemos darnos prisa, empezaré a revisar las grabaciones de seguridad, espero encontrar algo.

—S-sí…— dije con la voz entrecortada —Gracias…

Tenía que encontrarlo, el simple hecho de saber que podían hacerle daño me carcomía porque, como dijo Ryan, era mi culpa.

~~◇~~

La Sacra CoronaWhere stories live. Discover now