INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21

CAPÍTULO 74

El caso cerró, los medios de comunicación habían dejado de lado la búsqueda de Jung debido a que el señor Min había dado una conferencia diciendo que todo había sido un error y por ende buscarían al verdadero culpable.

Los días pasaban y Yoongi seguía sintiéndose tan mal, todas las noches lloraba todo lo que no había podido sacar el día del suceso, pero, sentía que gracias a ésto iba enfermando poco a poco, al levantarse se mareaba, dolores de cabeza insoportables, mareos cada ciertas horas, nauseas, intolerancia a la comida, entre otras cosas. Su piel era muchísimo más pálida que la habitual, sus uñas estaban quebradizas, su cabello se caía y... creía estar muriéndose lentamente.

Siempre decía que no era importante aquello para no preocupar a su familia pero llegó a un punto en que incluso llegó a hacerse mucho más daño debido a los desmayos, su padre junto con su abuela no iban a dejarlo así pues podría empeorar.

Estando ya en aquella clínica habían tomado una prueba de su sangre junto con otras para asegurarse qué era lo que lo tenía de aquella forma.

Movía sus pies levemente mientras esperaba en la camilla, el silencio lo aturdía, aquel pitido en uno de sus oídos no se quitaba con nada y era muy incómodo. Luego de unos minutos levantó la mirada viendo al doctor ingresar mientras en sus manos traía unos cuantos papeles que eran los exámenes que le habían sacado.

— Joven Min, todos los exámenes apuntaron a que tiene un nivel bajo de hemoglobina, es decir, tiene anemia. Eso es lo que lo mantiene débil, sus glóbulos rojos son muy escasos y debido a eso debe tomar algunos medicamentos que le dejaré en su receta — explicó — necesito que siga una dieta alimenticia muy saludable, vitamina B12, hierro, entre otros más  — apuntó en aquel papel indicando cada cuando tiempo debía tomarlo — también, joven Min... los exámenes de sangre indicaron que usted está embarazado, tiene 4 semanas de gestación y...

— No...

— ¿Disculpe?

— N-no puede ser posible, y-yo... yo no puedo estar embarazado, eso es... dígame que es una maldita broma — titubeó sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas mientras arrebataba aquellos papeles para así comenzar a leerlo dándose cuenta que la prueba había salido positiva.

Apretó levemente aquellos papeles para luego sólo comenzar a llorar no logrando contenerse, ¿por qué le estaba pasando eso a él?, sentía que el mundo estaba cayéndose sobre él, problema tras problema.

— Por favor... s-señor, le pago lo que usted quiera pero... — tragó grueso — por favor hágame un aborto. S-se lo suplico — pidió viendo al médico frente a él quién al parecer se había indignado a hacer aquello.

— ¿Está loco? Yo no puedo hacer eso, es... es ilegal, no sólo se metería usted en problemas sino yo también — alzó un poco la voz frunciendo su entrecejo — le aconsejo que piense bien las cosas, aquí ni en ningún otro lugar podrán hacerle un... aborto. Si tuvo la consciencia para tener relaciones entonces hágase respon...

— ¡Yo no tuve conciencia para hacerlo! — alzó la voz descontrolándose mientras tomaba de la bata al adverso — ¡Ese maldito me violó! ¡Es su culpa! — exclamó llamando la atención de las enfermeras que pasaban por el lugar — ¡No quiero ésto!

— Joven Min, cálmese por favor, no puede ponerse de tal forma, es malo para su inestable salud ahora.

— Por favor, ayúdeme... — rogó poniéndose de rodillas sintiendo su pecho doler — Yo no puedo tener un hijo de ese imbécil... y-yo no... no puedo  — sollozó sintiendo cómo una de las enfermeras lo ayudaba a ponerse de pie.

Las demás personas se asombraban ante los alaridos del omega pidiendo una y otra vez qué lo ayudarán a deshacerse de aquello. No estaba mentalmente bien y eso lo había llevado a tener una reacción así.