INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21

CAPÍTULO 39

— Me estas diciendo que un omega ¿te hizo esto? — preguntó indignado viendo cómo la enfermedad curaba las heridas de su hijo — ¡Es increíble! ¿Y así te haces llamar alfa? Eres tan inútil, Jimin, deshonras el apellido — se quejó.

— Estaba desprevenido...

— Ja, si claro, tu fuerza es del triple de un omega y me vienes con esto, es que en serio hasta parece chiste — caminó de un lado hacia otro — No puedo creer que un omega venciera a un alfa — bufó — Yo... ya no tengo dinero para estar tapando tus tonterías, Jimin.

— ¿Qué? ¿D-De qué estás hablando?

— Cuando ella termine agarras tus cosas y ves hacia donde te vas porque en mi casa no tendré a una vergüenza cómo tú, tengo una compañía qué dirigir y no puedo malgastar el poco dinero que tenemos en ti, así que, tú eliges en qué y a dónde te vas.

— ¿¡Estás loco!? ¿Cómo voy a sobrevivir sólo? La policía estará detrás de mí — alzó la voz preocupado para luego levantarse e ir hasta su padre.

— Pues debiste pensarlo antes de hacer tus estupideces. Te doy hasta hoy en la noche para irte o sino... yo soy capaz de entregarte a la policía — acotó para luego darse la vuelta y así salir de la habitación de éste. 

Había pasado tantos años tapando las travesuras de su hijo pero ya había llegado a un punto en que éste debía aprender a cuidarse así mismo. Estaba cansado, estaba llegando a los 55 años y Jimin seguía comportándose cómo en noveno grado. Estaba decepcionado y más porque su "ego" de alfa había sido lastimado al ver que su hijo no era lo que siempre había pensado.

Por otro lado el susodicho sacó de la habitación a la enfermera para así pensar mejor qué hacer. Ya no tenía dinero, no podía tomar un avión e ir a otro país, no tenía dónde caer muerto.

Si Yoongi iba a la delegación, sería su fin. Tenía 7 órdenes de alejamiento por el maltrato a omegas y por otras cuestiones del pasado, estaba tan asustado, pero fue ahí cuando pensó en regresar a Seúl, tenía su casa, bueno, en realidad era de Jungkook, pero dudaba que éste aún se encontrara ahí, no había otra opción así que comenzó a preparar sus maletas, e incluso había teñido su cabello para que fuera más difícil de identificar.

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Yoongi sentía cómo sus ojos se llenaban de lágrimas, el enojo lo invadía y sus uñas se iban clavando más en la palma de su mano gracias a lo que aquella mujer le decía, no podía creer que su propia madre le estuviera diciendo aquello.

— ¿Entonces debí dejarme violar por un alfa sólo por el hecho de que me vio "bonito"? — preguntó indignado — ¿Estás escuchando lo que dices? Soy tu hijo, fuera alfa, omega o beta debes comprenderme, estaba intentando abusar de mi ¿y tú respuesta es que debí dejarme porque así es mi casta y para eso venimos al mundo? ¡Estamos en el siglo 21, madre!

— Pues cómo todo buen omega debiste dejarte, ¿y qué sabes si en realidad quería abusar de ti?, sabes lo posesivos que son, pudiste tener una vida soñada de cualquier omega y...

— Realmente eres una estúpida — al finalizar aquello, sólo sintió el golpe en su mejilla mientras escuchaba cómo aquella mujer se ponía aún más histérica.

— Debes respetarme, soy tu madre.

— Vaya... todo se repite — rió llevando su mano hasta su mejilla observando con aquellos ojos rojos y cristalinos a la adversa — hace 10 años me dijiste lo mismo, que debía dejarme porque ya me había desarrollado cómo un omega... tenía 14 años y aún así tú no hiciste nada por mi — su voz comenzó a temblar — te dije que ese tipo me hizo daño, sabes que hasta estuve un mes en el hospital por el desgarre que me hizo y tú... t-tú... — suspiró limpiando sus ojos — tú sólo dijiste que esta era la vida de un omega, pero a penas estaba comenzando a vivir... — observaba a aquella mujer que sólo se mantenía en silencio — y todavía así querías que tuviera a ese bastardo.

— ¿Vas a salir con eso de nuevo? Sabes que está prohibido abortar, Min Yoongi, pero tú fuiste tan egoísta que te convertiste en un asesino.

— ¡Tenía 14 malditos años! ¡¿Qué no entiendes!? No podia cuidar de mi ¿¡Y aún así querías que tuviera el cachorro de un imbécil que me violó!? — gritó con total desgarro incluso asustando a la omega adversa — Yo no fui el egoísta, fuiste tú, ¡No pensaste ni un segundo en mi bienestar, en tu hijo!

— Yoongi, cálmate, n-no quiero que te vuelvas a desmayar. Vamos a arreglar esto, ¿de acuerdo?

— Vete a la mierda, Eun-ji... — contestó limpiando sus lágrimas — Nunca te vi cómo una madre, y lo sabes. — observó con odio aquella mujer que comenzaba a llorar para victimizarse — llamaré a papá, y me iré con él.

— No, sabes que te tengo prohibido estar con él — alzó la voz.

— Tengo 24 años y puedo hacer lo que se me dé la puta gana, me separaste de la única persona que si me cuidó y que si me ama, él nunca me ha llamado "asesino" por lo que hice... — tragó saliva — porque él si entendía que yo sólo era un niño, que estaba comenzando a vivir... — acotó para luego salir casi corriendo para ir hasta una parte de la casa que su madre no conocía, iba ahí desde que era pequeño, era su único lugar seguro.

Tomó su teléfono y comenzó a buscar el número de su padre, fue difícil gracias a las lágrimas pero al final sólo llamó. Al escuchar la voz del susodicho no pudo hablar correctamente gracias al llanto, estaba de una forma que ni siquiera él sabía, la ansiedad lo cubría, el dolor en su pecho era fuerte y el lobo en su interior estaba tan deprimido.

— Cariño, tranquilo, hoy mismo te traeré a Seúl, ¿bien?, no llores, bebé, papá irá por ti. Debes ser fuerte cómo siempre lo has sido, voy a sacarte de ese lugar, no quiero que te relaciones con esa mujer.

— Por favor ven pronto, ya no quiero estar aquí — musitó.

— Llegaré quizás en la madrugada, ve preparando tus cosas y no hagas caso a lo que ella diga, ¿de acuerdo?, sólo seremos tú y yo.

— Está bien, papá, estaré esperándote, ten cuidado — sonrió para luego finalizar la llamada.

Suspiró para luego tirarse en el pasto viendo hacia el cielo, había aguantado tantos años con su madre. Ella había ganado la custodia cuando se divorciaron, ese día supo que entraría en una depresión más severa, pero, gracias a las terapias, pudo mejorar, y aunque no fue al cien por ciento, supo cómo sobrevivir con aquello.

La historia del omega había sido muy difícil, dos padres que no se amaban, una violación, un aborto, 8 años de terapias por depresión, rechazo, dolor, llanto, y muchas cosas más que con el tiempo pudo lidiar, aunque era demasiado difícil.

Un omega renegado y rechazado por la sociedad, odiaba su vida.