CAPÍTULO 30

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Jungkook y Taehyung jugaban con el pequeño, correteaban de un lado a otro disfrutando de la agradable compañía. Jumin se la estaba pasando de maravilla, había extrañado tanto al omega que habían noches en las que no podía dormir gracias a que el aroma de este estaba desapareciendo de su peluche. Se sentía tan amado con él, y ahora, con Taehyung, lo veía tan grande y fuerte, de alguna manera se sentía seguro con él y su aroma le gustaba, era muy acogedor.

— Cariño, por favor, cuida a Jumin, ya vuelvo — habló el omega entregando al pequeño quien fue cargado al instante por el alfa — Iré por un poco de comida — sonrió. 

El susodicho asintió y en cuestión de segundos pudo sentir sus mejillas enrojecer, nuevamente lo había llamado "cariño", le gustaba tanto que... podía sentir su lobo muy inquieto debido a la felicidad.  En ese momento por primera vez tomó asiento en uno de los sofás que estaban estaban el jardín. Observaba al pequeño jugar con el conejito de siempre, le había comprado tantos, pero seguía prefiriendo ese ante todos y es que ese peluche fue el primero que tuvo, era tan valioso para él.

— Ah, me alegra que al fin haya podido regresar Jungkook — habló Sang-i. Una de las betas que ayudaban en aquel lugar — incluso se ve mucho más feliz que antes.

— Oh, si, a sido difícil pero con las terapias a mejorado mucho — contestó el alfa acomodando la ropa del menor.

— Pero también fuiste de gran ayuda — sonrió — Jungkook necesitaba un gran cambio en su vida, ahora se ve... más tranquilo — bajó la mirada al pasto —  cuando estaba con el idiota de Jimin... incluso se ponía nervioso estando con nosotras — musitó — hubieron tantas cosas, Taehyung... sólo espero que ese malnacido obtenga su merecido.

— Yo también lo espero, le hizo demasiado daño — tragó saliva — aún sigue haciendo lo de antes, tener la comida lista, hacer limpieza antes de que yo despierte, e incluso me pide permiso para ir a otra habitación...

— Me imagino, pero dale tiempo, Jungkook es un omega muy... especial, muchos dicen que con sólo su aroma te hace sentir bien, yo no puedo verificar eso — rió — pero con su forma de hablar y su amabilidad... hace a cualquiera doblegar.

Taehyung asintió con una sonrisa mientras lo veía a lo lejos con las demás chicas repartiendo la comida a los niños. Se sentía cómo si fueran una pareja de casados, era demasiado lindo y no quería que aquello terminara pronto. En el momento en que la beta se fue, el omega llegó con una pequeña bandeja que contenía unos pequeños trozos de pastel. Se sentó al lado del alfa y con cuidado comenzó a darle de aquello al menor quién felizmente correspondía cada cucharada.

— Tú también di "a"  — rió tomando un poco de otro plato para así acercarlo a la boca del alfa — vamos, hyung — puchereó.

El susodicho con un poco de timidez sonrió y abrió su boca recibiendo el bocado de pastel. Su corazón se sentía tan cálido con la presencia de Jungkook, en realidad siempre se había sentido así, incluso desde que estudiaban en el colegio, pero era difícil acercarse cuando Park estaba ahí, protegiendo al omega de cualquier alfa. Tan posesivo cómo siempre.

— Hyung, yo... — bajó la mirada al plato — ¿cuando regresemos podemos pasar a una farmacia?

— ¿Uh? ¿Te sientes mal? — preguntó preocupado.

— No, no, es sólo que... debo comprar supresores — balbuceó. 

— ¿Comprar qué?

— Supresores... — murmuró.

— No te escucho, dímelo bien

— ¡Hyung! — se quejó haciendo un puchero bastante tierno a la vista del alfa por lo que rió mientras observaba el ceño fruncido del omega.

— Está bien, está bien, pasaremos, pero debes recordarme.

Jungkook asintió con una sonrisa, aunque aquello era normal, se le hacía un poco penoso dar a entender que su celo pronto llegaría, había dejado de tomar la medicina por lo que los meses  atrás estuvo muy irregular, incluso, nunca tuvo un celo, ni siquiera cuando estaba con Jimin ya que era él quien sufría al no poder tener atención del alfa. Pero esto le preocupaba a Taehyung, ambos eran doctores y sabían las consecuencias de estar tomando supresores siempre y probablemente también esa era la causa de que no podía embarazarse.

Ambos siguieron hablando mientras que Jumin se había dormido entre los brazos del mayor, Jungkook lo observaba con una sonrisa inigualable, se sentía triste de volver a dejarlo pero no podía llevárselo con él, aún así haría lo posible para poder estar más en contacto con él.

El alfa desvió la mirada al omega quién había comenzado a sacar mucho más su aroma logrando llamar la atención del castaño, al verlo no pudo evitar sonreír pues éste trataba de impregnar su aroma en el peluche del pequeño, no obstante, aquello lo impulsaba a querer acercarse más a éste, y lo hizo.

— Jungkookie...

— ¿hm? Oh, no te preocupes, la mayoría de aquí son betas así que no pueden sentirme — sonrió acomodando un pequeño corbatín que el peluche tenía.

— N-no es eso, es sólo que... — mordió su labio intentando desviar su atención.

Jungkook sonrió sonrojándose al darse cuenta de lo que había creado por lo que se disculpó inmediatamente. Se sentía un poco apenado por lo que tomó a Jumin para así llevarlo hasta su cama. Estando ahí acarició suavemente los pequeños y sedosos cabellos del menor notando cómo abrazaba al peluche, éste ya tenía el aroma, tanto del omega cómo el del alfa.

La fiesta aún no terminaba, habían niños jugando por doquier y era muy lindo de ver para la pareja que ahora se encontraba junta en aquel mismo lugar.

— Jungkook... ¿puedo abrazarte?

El susodicho sintió sus mejillas calentarse y sólo asintió para así acercarse hasta el alfa. Este lo tomó entre sus brazos y sin pensarlo hizo que el pequeño se sentara en sus piernas para poder estar en una mejor posición. Al hundir su rostro en el cuello del omega sólo pudo sentir tanta tranquilidad y deseo de no soltarlo.

Muchos alfas en ese momento ya estarían pensando cómo tener relaciones con el adverso, pero Taehyung no era así, él sabía controlarse y sabía en qué momento era bueno y en cuál no.

Estuvieron así tanto tiempo que incluso el omega se había quedado dormido entre los brazos del alfa, algo que se le hizo sumamente tierno a cualquiera que los viera en aquel momento.

Descansaba cómo nunca antes, sabía que ahora ya no era necesario permanecer despierto durante tanto tiempo, sabía que ahora ya podía cerrar sus ojos sin el miedo a ser el blanco de algún otro golpe, sabía... que estaba a salvo.

INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora