CAPÍTULO 42

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Jungkook apretó levemente el cinturón de seguridad al ver por la calle en que pasarían, de alguna forma su corazón comenzó a latir mucho más rápido, sus manos comenzaron a sudar en frío y su miedo incrementaba. Estar en aquella calle lo hacía recordar tantas cosas que le hacían daño pero no quería preocupar al alfa.

Su lobo comenzó a inquietarse por lo que sólo recordó lo de sus sesiones, respirar tal y cómo su psicólogo le había enseñado; Inhalar, esperar unos segundos y exhalar.

— Espérame aquí, ¿de acuerdo? Debo ir a comprar algo — explicó el alfa mientras terminaba de estacionar el auto.

Cómo acto seguido salió y fue hasta la farmacia que se encontraba al otro lado de la calle. El omega sólo trataba de respirar mejor pero su miedo se lo impedía. Tenía justamente su anterior casa a unas cuadras al frente, aunque, sintió su corazón detenerse al ver cómo una luz se encendía en aquella, precisamente, la de su anterior habitación, la que compartía con Park.

— Tranquilo... — susurró volviendo a hacer los ejercicios de respiración — sólo es tu mente, tranquilo, él... no está ahí, él no está ahí — repitió mientras cerraba sus ojos.

Al abrirlos... sintió cómo todo el mundo se vino abajo. Ahora había una silueta, la del alfa, estaba ahí, estaba cerca y temía que le hiciera daño. Desvió su mirada hacia la farmacia en dónde ya no se encontraba Taehyung, por unos instantes entró en pánico, pero, segundos después éste se puso al lado de su ventana enseñando lo que había comprado.

— Hyung... — musitó el menor con sus ojos completamente cristalizados. Se bajó del auto y sin esperar demasiado abrazó al alfa para así refugiarse entre sus brazos — Vamonos de aquí, tengo mucho miedo — susurró — siento... c-cómo  si él estuviera aquí, viéndonos, pero es imposible, quizás es mi mente de nuevo, quizás mis alucinaciones...

Taehyung acarició suavemente la cabellera de este para luego atraerlo a su cuerpo y así poder abrazarlo de mejor forma. Mientras seguía en aquella posición su mirada estaba fija en aquella ventana, y sí, la luz estaba encendida.

— No pasa nada, Kookie, no hay nadie ahí, nadie te hará daño — musitó — volvamos a casa, ya es tarde — sonrió al hacer contacto visuales con el adverso quién asintió.

Ambos subieron al auto, Taehyung subió las ventanas antes de pasar frente aquella casa y sólo suspiró apretando levemente el volante, ¿era él quien estaba ahí? Seguramente, nadie podía entrar a esa casa a menos de que tuvieran la llave, y él era el único que tenía una copia de ésta. 

Para hacer el viaje menos tenso comenzó a explicar lo que había comprado, algo que hizo al omega interesarse y así observar por sí mismo los productos logrando llamarle la atención los supresores, estos eran más fuertes, sus mejillas se tornaron levemente de un tono carmesí al darse cuenta de que probablemente el celo del alfa estaba cerca. Era extraño para él que un alfa tomara aquellas cosas pues la mayoría saciaba sus necesidades con su pareja u otros omegas que encontraran en las calles, más específicamente en burdeles.

Por otro lado, Park en aquella casa... había reventado. Su enojo y celos por ver a su omega con Kim lo hacía perder sus estribos, estuvo a nada de salir e ir con ellos y así tomar a "su" omega, pero lo que le impidió aquello fue que la policía lo estaba buscando, si esto no fuera así, hubiera pasado algo muy malo.

Golpeaba contra la pared sus puños y al encontrar pequeños objetos que eran del omega sólo los destruía con total odio queriendo golpearlo a él, una y otra vez. Siempre había sido una "zorra", siempre había querido estar con Taehyung y por eso es que se habían separado, o eso creía él. Era tan estúpido que sólo veía lo "malo" que Jeon había hecho pero no lo que él hizo, y a pesar de todo, el susodicho seguía teniéndole cierto amor aunque el miedo era más grande.

— Si no vas a ser mío... — observó una foto del omega que había encontrado rato atrás — no vas a ser de nadie — masculló — nos prometimos permanecer juntos hasta la muerte... y así lo haremos, juntos — sonrió para luego apretar la foto en su mano logrando romperla. 

La obsesión de Jimin era tan grande, podía tener 100 omegas e incluso más pero no podía dejar a Jungkook, no podía por más que quisiera. Él era el único que lo tenía amarrado, quería que éste lo amara, se mostrara sumiso y fuera el mismo idiota que... era desde que se hicieron novios. Tenía todo con él, y lo iba a seguir teniendo pues no pensaba dejarlo en paz, la prensa ya se había tranquilizado con la noticia de él, pero eso sólo era el comienzo de todo, Park tenía en mente tener a aquel omega y poder regresar a la vida que antes tenían, sin importarle el daño que le hiciera a éste. 

El susodicho encontró algunas prendas del rubio, esta vez siendo la ropa interior, sonrió recordando las veces en que ambos habían tenido sexo, estaba enfermo y lo sabía, pero no se arrepentía de nada.

Recordaba los quejidos, los gemidos de dolor y las súplicas de éste mientras lo hacían, se excitaba sólo de recordar. Le encantaba el rostro de dolor que tenía su omega las veces en que lo forzaba a tener relaciones con él en cualquier parte de la casa. Fue ahí cuando comenzó sentir presión en su entrepierna y no dudó ni un instante en quitar sus pantalones para así comenzar a darse placer con su mano mientras aspiraba el olor de aquella prenda, aún tenía el aroma de él, lo volvía loco.

Estaba claro, que Park era un completo abusador, y además, un enfermo.

INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora