CAPÍTULO 41

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Los nervios invadían su cuerpo, tenía miedo de ser encontrado pero sabía que era difícil que buscaran de nuevo en su antiguo hogar. Cuando llegó a éste... pudo sentir cómo si todo lo de antes hubiera regresado. Se imaginaba a Jungkook entrando a la habitación, sonriéndole, mostrándose cómo todo un omega sumiso, le encantaba.

Notó que sólo sus cosas quedaban ahí, claro, era obvio que el susodicho se llevara sus pertenencias, le molestaba demasiado.

Verlo en las noticias, en redes sociales y leer en el encabezado que tiene un nuevo alfa, lo hacía llenarse de odio. Se culpaba, sí, pero no se arrepentía de lo que le hizo, siempre había visto a su padre corregir a su madre, y aunque a él en ese tiempo le asustaba, ahora "entendía" que el alfa era el que debía llevar las riendas y controlar absolutamente todo para que sus matrimonios fueran cómo uno "soñado".

Se acercó a la cama y sin esperar, se acostó, giró su cabeza recordando cómo era ver al rubio ahí acostado, a su lado, a su disposición. Una sonrisa lasciva se formó en su rostro al recordar las veces en las que quería tener sexo y Jungkook estaba ahí, para satisfacerlo, no obstante, en sus últimos días juntos, ya no era lo mismo, se sentía aburrido de estar con "sólo un agujero". Un alfa tenía el "poder" de hacer todo lo que quisiese, aunque claro, traería problemas; por eso mismo ahora tenía más de 5 denuncias contra él.

— ¿Piensas en mi...? — susurró para luego tocar una pequeña mancha de sangre que había en el colchón — Yo no he dejado de pensar en ti... — sonrió — eres mi omega después de todo — hizo pequeños círculos con sus dedos sobre la mancha — y te voy a recuperar, vamos a tener la misma vida de antes, cuando... me amabas. Sé dónde puedo encontrarte, pero primero, debo de deshacerme de ese imbécil — masculló — lo quitaré de nuestro camino, conejito, seremos sólo tú y yo de nuevo — acotó riendo al final para luego ver hacia el techo y así poco a poco quedarse dormido. Ya era muy temprano, y no había logrado descansar ni un momento pues había tomado un largo viaje.


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Orfanato Balg-eun miso.
2:15 p.m.

El día estaba tan hermoso, el sol era tan radiante pero, no había calor, incluso, había un poco de viento pero era agradable. Justamente ese día se denominaba "Día de picnic", los niños habían escogido ese nombre.

Esta actividad, cómo su nombre lo indica, es un día en dónde todos van hasta un gran campo a unos minutos del orfanato y ahí todos podían comer cosas deliciosas, jugar, ser más libres y disfrutar, todos lo hacían. Era agradable estar en ese ambiente y más porque algunas veces los animales del lugar se acercaban por un poco de frutas que los niños les daban, eran muy asustadizos pero eso no impedía que tomaran la comida y volvieran a sus escondites.

Taehyung se encontraba recostado en el árbol y observaba a todos, se sentía tan tranquilo, aunque su corazón se aceleró al momento en que sintió cómo el omega se acercaba a él para así acomodarse a su lado y esperar a que el alfa lo abrazara, algo que no tardó en hacer; Jungkook llevaba a su boca algunas fresas mientras abrazaba al alfa sintiéndose protegido y llenándose del aroma que éste desprendía.

— ¡Mami, Papi! — alzó la voz Jumin quien en sus manos llevaba un pequeño conejito. Caminó con cuidado hasta la pareja para luego enseñarles al pequeño animal que fue acariciado al instante — Le gustan las fresas, cómo a Papi — habló con una sonrisa mientras se sentaba en el regazo del alfa.

— Guau, es muy bonito — musitó el omega tomando entre sus manos a la pequeña bolita de pelos y así chocar suavemente sus narices aunque el roedor segundos después saltó para así irse corriendo de nuevo.

INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora