INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21

CAPÍTULO 33

La noche había llegado, el viento era un poco frío así que ambos chicos se mantenían abrazados en ciertos momentos para mantener la calidez entre ellos.

Ambos fueron hasta una parte en específico pues los fuegos artificiales comenzarían en 5 minutos. Había silencio entre ambos pero era agradable, no había incomodez alguna y lo que más agradecía Taehyung es que Jungkook por fin dejara de tener miedo a hacer cualquier acción y sólo se centrara en lo bueno.

— Hyung, es agradable estar contigo — musitó mientras se acomodaba entre los brazos y piernas del mayor quién lo abrazaba para que el frío no fuera tan presente.

— Lo mismo digo, siempre me sentí así contigo — sonrió recargando su mejilla en la cabeza del adverso — Recuerdo cuando nos conocimos, estabas chiquito, bueno, aún eres chiquito — rió.

— Claro que no, ya crecí, no es mi culpa que tú te hayas desarrollado más en ese aspecto — puchereó causándole más risa al mayor.

En ese momento la primer bomba estalló en el cielo dejando ver aquellas hermosas figuras al igual que los brillantes colores. La pareja sonrió y sólo observaba cada uno de ellos sintiéndose tan mágico, era cómo si fuese un sueño pero... no, era la realidad.

Jungkook sintió sus mejillas calentarse al bajar la mirada y notar aquellas parejas besándose, ¿justo debían hacerlo en aquel momento?
Por otro lado Taehyung sentía su corazón latir, los nervios eran grandes pero, sin pensarlo lo hizo.

— Jungkook... — musitó en la oreja de este haciendo que volteara a verlo.

Sus miradas se conectaron al instante, el alfa observaba el brillo en los ojos de este por lo que sólo sonrió acariciando su mejilla. Podía notar el tono carmesí en las mejillas, nariz y labios del adverso, sabía que era por el frío, aunque también por un sonrojo.

Con lentitud fue acercándose hasta que sus labios finalmente se unieron. El omega se sorprendió por lo que se quedó inmóvil por unos segundos, fue ahí cuando Kim pensó que había hecho mal pero, el sorprendido fue él al sentir el beso de vuelta. Jungkook se acomodó de mejor forma llevando una de sus manos hasta la mejilla de este.

Sus corazones estaban latiendo rápidamente y sus lobos estaban más felices que nunca, sentían una conexión increíble, había cómo una especia de corriente eléctrica que corría por ambos cuerpos indicándoles que aquel beso... parecía ser el primero de todos y el más sincero.

Se separaron justo en el momento en el que los fuegos pirotécnicos más grandes salían indicándoles que ya era el final. Jungkook sólo sonrió viendo el rostro iluminado de color amarillo del alfa quien lo observaba con una mirada tan... embobada.

Ambos se abrazaron en ese momento quedándose así por unos segundos hasta que finalmente tomaron camino hasta el auto para volver a casa. Taehyung se sentía tan feliz, creía que el omega iba a rechazarlo ya que era muy precipitado pero se sentía tan calmado al saber que su chico estaba cómodo con él.

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Al día siguiente.

El alfa despertó al sentir la claridad de nuevo, notó lo cómodo que dormía el pequeño a su lado por lo que sonrió recordando lo que había sucedido la noche anterior. Se acomodó y tomó su teléfono para así ver las nuevas cosas que habían, fue ahí cuando otra vez, por todas las redes circulaban fotos de ellos.

Las páginas amarillistas tenían títulos cómo: "¿El omega Jeon Jungkook tiene un nuevo alfa?", "Jeon Jungkook, otra de sus aventuras", "¿El alfa de Jeon Jungkook sabe sobre su infidelidad?"

Taehyung frunció su entrecejo al ver las fotos que habían tomado de ambos en el festival y sólo sintió el enojo invadirlo, creía que la gente ya se había olvidado de todo ese escándalo pero sólo creaban nuevos rumores los cuales eran despectivos para Jungkook. Estaba cansado de todo aquello, claro, el omega era proveniente de una familia tan poderosa en el país, siendo incluso la primera que dominaba en todo, pero la reputación del menor estaba siendo manchada por un estúpido alfa.

Y hablando de Park, la reacción de éste al ver las fotos no fue muy amena, por así decirlo. Había estallado en celos, en enojo. Quería ir hasta Seúl de nuevo y golpear tan fuerte a Taehyung, y claro, a SU omega. Él tampoco podía olvidarlo tan fácil, Jungkook había estado en su vida por demasiado tiempo que estaba aferrado a un amor unilateral, y aunque no le importaba si éste lo amaba, sólo quería tenerlo ahí, cómo un objeto, un trofeo, un alma más que pudo dominar gracias a los golpes y abusos.

Al llegar a la foto en que la pareja estaba besándose tiró tan fuerte el teléfono logrando quebrar la pantalla de éste.

Sus lágrimas comenzaban a salir a montones, agarraba fuertemente su cabello tirando un poco, comenzó a tirar algunos objetos que encontraba cerca, entre ellos, una botella de whisky y un jarrón, creó un desastre, estaba tan molesto, después de todo Jungkook seguía siendo su esposo. Pero claro, ahora él quedaría cómo un mal omega de nuevo, siendo infiel además de que no había querido darle un primogénito a la familia Park ni a los Jeon. Una aberración total.

— Tranquilo... — susurró para si mismo tratando de calmarse mientras se observaba al espejo — no podrá olvidarse de ti, tu eres... tú eres su alfa — apuntó así mismo desde su reflejo — es tuyo y siempre será tuyo, está sufriendo por ti — rió sintiendo las lágrimas caer por sus mejillas — vas a volver por él y le enseñarás a quién le pertenece, te pertenece — masculló apretando su mandíbula al final.

Suspiró y sólo observó el suelo. Tomó la campana que estaba en la mesa de noche y la movió para así llamar a una de sus "sirvientas".

— Limpia eso y asegúrate de no dejar ni un solo grano de tierra, ¿me entiendes? —  habló tosco logrando intimidar a la adversa — estúpida omega — murmuró para luego salir.

Estando en el jardín tomó uno de sus cigarrillos y lo encendió comenzando a pensar en el omega que lo tenía de aquella forma.

— No te escaparás tan fácil de mi, Jeon... — musitó para luego dar una calada — tú y tu maldito trasero me pertenecen, maldita basura — soltó el humo del cigarrillo para luego reír.

Un alfa enojado era una de las cosas más temibles para todo omega, en especial para Jungkook, pues ese alfa, era Park Jimin, su esposo.

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