CAPÍTULO 27

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Un mes después.

Lentamente fue caminando hasta su jardín notando los rayos de sol que caían en las flores, las mariposas llegaban y eran tan bellas que el omega se sentó en el pasto para poder observarlas con total tranquilidad.

Parecía estar en una escena literaria que fue escrita por una hermosa joven, desbordando la hermosura en todo lo que el menor observaba. Se sentía en paz.

Los días anteriores habían sido... cómo una pesadilla en bucle, siempre soñaba con él, siempre... lo veía y lo sentía pero sabía que él, probablemente jamás estaría a su lado de nuevo. Era difícil olvidarlo, habían estado tantos años juntos en los que tanto su corazón cómo su lobo, dependieron de un alfa que no podía demostrar su amor sin tener un golpe o gritos de por medio.

Una mariposa color naranja se posó en su dedo y solamente sonrió admirando lo meliflua que esta podía llegar a ser. En ese momento pudo escuchar un poco de música provenir del salón principal de su casa por lo que volteó con curiosidad, una hermosa balada, la cual era " The days of wine and roses -Julie London".

Se puso de pie para así caminar hasta el lugar de donde provenía la música dándose cuenta que el alfa estaba probando los discos de vinilo que su padre acostumbraba a guardar debido a que ya no eran tan comunes hoy en día.

El alfa pudo sentir el aroma del omega por lo que sonrió desviando su mirada hasta este. Se acomodó las gafas y lentamente se acercó extendiendo su mano al adverso indicando que quería bailar con él, acto que lo hizo sonrojar y reír cómo si fuese un niño pequeño.

Lo tomó con delicadeza de aquella pequeña cintura mientras que su mano encajaba perfectamente con la adversa, era tan delgada, tan suave. Ambos se observaban a los ojos mientras comenzaban a danzar al ritmo de la música mientras que en sus interiores, sus lobos estaban bastante calmados, disfrutando del momento.

Taehyung se separó un poco para luego darle una pequeña vuelta lenta al adverso culminando en una posición dónde ambos podían sentir la respiración del otro. Jungkook sonrió sonrojandose mucho más por lo que sólo abrazó al adverso por el cuello bailando al compás de la música. El alfa se sentía tan bien, era un momento "de película", era algo tan romántico e íntimo que compartían sin problema alguno.

— El día de hoy se ve muy hermoso, señorito Jeon — musitó el alfa cerca del oído del susodicho.

— Lo mismo digo, Joven Kim — respondió con timidez separándose un poco.

El alfa observaba detalladamente el rostro del omega, era... tan hermoso, poseía una belleza inigualable. Creía que éste era un ser etéreo, que no era real, pero... grandiosamente sí lo era, y lo protegería de cualquier objeto o persona que le hiciese daño.

Jungkook se sentía tan tranquilo estando de aquella forma con Taehyung, su aroma era tan agradable que lo hacía tranquilizarse. De un momento a otro, sus rostros fueron acercándose lentamente logrando rozar de forma leve los labios adversos pero justamente el teléfono de Kim sonó.

— No puede ser... — susurró con algo de enojo. Se separó del menor y sólo contestó.

El omega llevó lentamente las yemas de sus dedos hasta sus belfos esbozando una tierna sonrisa, aunque, al darse cuenta de lo que pasaría si el teléfono no hubiera sonado, un hermoso color carmesí tintó sus suaves mejillas. Ya un poco nervioso sólo dio un último vistazo al alfa que acomodaba su ropa. Se dio cuenta de la hora, ya iban a ser las dos de la tarde y aún no habían almorzado por lo que se apresuró en ir a preparar algo.

Por alguna razón tenía algo de miedo, no podía pensar bien el por qué de esto pero sólo se apresuró a preparar algo. Luego de unos minutos escuchó la voz del alfa tras él por lo que dio un pequeño salto gracias al susto que este le había dado.

— ¿Qué pasa?

— N-nada, yo... — volvió su mirada al frente mientras cortaba las verduras pero gracias al nerviosismo estuvo a punto de cortar su dedo.

Taehyung reaccionó al instante por lo que quitó el cuchillo para así dejarlo a un lado y observar si el dedo del omega tenía algún corte, por suerte no fue así. Al levantar la mirada notó cómo los ojos del menor comenzaban a cristalizarse por lo que muy preocupado lo abrazó preguntando qué pasaba, por qué se había puesto de aquella forma tan de repente; el omega solamente se aferró al adverso escondiéndose en su pecho buscando protección.

— ¿Es... por lo mismo de aquel día? — preguntó acariciando el suave cabello del omega quien asintió. El alfa suspiró. — Ya no debes preocuparte por eso, te lo he dicho muchas veces, Jungkookie, yo no... — tomó del mentón a este para poder verlo a los ojos — yo nunca te golpearé ni te regañaré por no tener la comida lista, no te haré daño por no haber hecho tal y tal cosa, ¿me escuchas? — limpió las lágrimas con su pulgar — Yo te ayudaré en todo, lo haremos más divertido, ¿bien? — sonrió acercándose para dar un beso esquimal.

— Lo siento... — musitó desviando la mirada — es difícil... después de tantos años — murmuró — y...

— Pero ahora estoy yo aquí, y podemos cocinar juntos, podemos... hmm, ¿limpiar?, no importa qué es lo que hagamos, bebé, ahora estoy aquí para ayudarte — llevó suavemente sus manos hasta la cintura del omega.

— No soy un bebé — se quejó riendo levemente al final.

— Para mi eres un bebé, y te voy a proteger de todo — sonrió acercándose al rostro del omega dejando un dulce beso en la mejilla de este.

Ambos chicos se sonrieron mutuamente. Taehyung sabía cómo calmar los temores del omega, era difícil pero lo haría un millón de veces si era necesario. Tomó un delantal y fue el omega quien lo ayudó a amarrarlo por detrás, los dos chicos reían y jugaban mientras preparaban la comida. Hubo un momento en que el alfa se concentró en separar la yema de la clara del huevo por lo que Jungkook sonreía viéndolo.

Era un alfa... inigualable.

INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21 Where stories live. Discover now