INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21

CAPÍTULO 18

Taehyung despertó debido al fuerte sol que entraba a la habitación, lentamente abrió sus ojos notando que el omega no estaba ahí. Su corazón comenzó a latir rápidamente, su lobo aullaba al no percibir el aroma del menor, estaba desesperado.

— No... no, no, no, ¡mierda! — alzó la voz al darse cuenta que había regresado.

Observó la hora, 10:30 a.m. tomó las llaves junto con su teléfono y salió de casa yendo hasta la del omega. Su pecho dolía, estaba imaginando lo peor, ¿a qué hora se había ido? ¿Por qué lo hizo?

Al llegar a la casa comenzó a tocar fuertemente pero nadie contestaba, siguió tocando hasta que se dio cuenta que la puerta estaba con llave. Los vecinos al escuchar aquel relajo salieron un poco por sus ventanas para observar qué sucedía. Sinceramente Taehyung estaba tan molesto con ellos también, vivían al lado y las paredes eran tan delgadas que todo se escuchaba, pero... nunca hacían nada por ayudar al omega.

— ¡Jungkook! ¡Soy yo, por favor abre! — se alejó un poco para poder observar por la ventana del menor pero nadie se asomaba.

Aún con más desesperación tomó una piedra y quebró una de las ventanas. Quitó rápidamente los restos del vidrio y se metió a la casa, comenzó a llamar al menor pero este no respondía, sus manos temblaban, estaba imaginando lo peor.

Fue directo a la habitación de este pero también estaba cerrada, fue ahí que percibió el aroma del menor. Su lobo enloqueció. Sin esperar más comenzó patear la puerta hasta que esta se abrió, su fuerza era increíble en esos momentos.

Sintió que el mundo se le venía encima al verlo tirado al medio de aquel charco de sangre que ya estaba seca. Sus ojos se cristalizaron y su pecho dolió. Era una escena que nunca iba a poder olvidar.

— Jungkook... — se acercó a él tomándolo en brazos comenzando a llorar.

Trató de despertarlo pero no había señales, puso sus dos dedos en el cuello de este mismo dándose cuenta que ya no respiraba — No, no, Jungkookie, por favor despierta, yo... Jungkookie — habla totalmente desesperado, luego de unos segundos sacó su teléfono y con dificultad debido a que sus manos temblaban marcó al 119 pidiendo desesperadamente una ambulancia.

Al colgar de nuevo comenzó a llorar mientras abrazaba al omega.

— No te vayas, Kookie, por favor, debes ser fuerte — musitó cerca del oído de este — debes quedarte conmigo, yo voy a cuidarte, bebé, por favor... — al bajar la mirada notó la soga en su tobillo. El enojo lo invadió aún más. Con cuidado lo desató aunque fue difícil.

5 minutos habían pasado. La sirena de la ambulancia se escucha fuerte, al darse cuenta que eran ellos bajó rápidamente con el cuerpo del menor en sus brazos, al abrir la puerta los paramedicos lo tomaron con cuidado ayudándolo a subirlo a la camilla y cómo acto seguido, a la ambulancia. El alfa se subió y en el camino no soltó la fría mano del omega.

Sacó su teléfono y llamó a los padres del menor. Les dijo entre el llanto lo que había sucedido para luego darle los datos del hospital al que iban. Logró escuchar la voz del padre quién comenzó a llorar y a maldecir a Park; colgó y se centró en el menor.

Al cabo de unos minutos llegaron al hospital, rápidamente lo llevaron a urgencias pues ya no estaba respirando, Kim quiso ir detrás pero una enfermera lo detuvo logrando que este se sintiera mucho más impaciente.

— Taehyung — al escuchar aquella voz se quebró de nuevo. Rápidamente fue a los padres del menor poniéndose de rodillas pidiendo perdón por no haberlo cuidado bien pero la mujer sólo lo levantó para luego abrazarlo y tratar de tranquilizarlo pues estaba muy exaltado.

El Señor Jeon empuñó su mano, sin decir nada salió del hospital tomando su auto de nuevo. Su esposa le gritaba que no hiciera ninguna locura pero este sólo la ignoró y comenzó a conducir hasta el hospital. Su hijo había aguantado demasiado, era un omega fuerte, era alguien que no merecía todo aquello, había sido educado en un ambiente amoroso y que no le dieran lo mismo le hacía hervir la sangre.

Al llegar ingresó al hospital ignorando a todo el personal, con la mirada comenzó a buscar a Jimin y al verlo no dudó en ir hasta él y comenzar a golpearlo comenzando una pelea entre alfas. Las enfermeras que estaban cerca comenzaron a gritar. Su fuerza se duplicó y no dejó de golpear a Park hasta que lo alejaron de él.

— ¿¡Cómo te atreves a hacerle eso a mi hijo!? — alzó la voz para luego seguir golpeando a Jimin que ya estaba débil — Te confié a mi mundo entero, ¿¡Por qué le hiciste eso!? ¡Maldito psicópata de mierda, te voy a matar! — comenzó a llorar de la rabia sin dejar de golpearlo hasta que otros alfa lo tomaron.

— Señor deténgase o llamaré a la policía — alzó la voz una enfermera.

— ¡¡Háganlo, este hijo de puta casi mata a mi hijo!! — Se soltó de nuevo y lo golpeó una vez más logrando que este se quedara en el suelo — ¡Si él muere te buscaré y yo mismo te mataré con mis propias manos ¿oíste?!

De nuevo tres alfas lo agarraron, su fuerza era inmensa. Jimin al tener la posibilidad sólo salió corriendo recibiendo todas las miradas de las personas ahí. El señor Jeon al soltarse quiso ir tras él pero este ya se había ido. Comenzó a llorar de nuevo y subió a su auto. Lo iba hacer pagar, fuera cómo fuera.

Al lograr calmarse condujo de nuevo al hospital dónde su esposa lo abrazó comenzando a llorar. El alfa la rodeó con sus brazos e hizo lo mismo, su hijo, no merecía aquel trato.

3 horas después

—¿Familiares de Jeon Jungkook?

Los tres se levantaron al instante. Taehyung sintió un gran terror pero en su corazón sabía que su omega era muy fuerte.

— El joven se encuentra en un estado sumamente delicado, por suerte ninguno de sus huesos está roto, le quedarán unas cuantas cicatrices y moretones alrededor de su cuerpo que con el tiempo se recuperará. Se debe quedar de dos a tres semanas aquí para estar monitoreándolo.

— Muchas gracias... — dijo el padre abrazando a su esposa — ¿podemos verlo?

— No por el momento. Así que les recomiendo ir a casa y descansar. Él despertará en unas horas así que deben traerle agua y otras cosas que la enfermera les especificará — sonrió.

Taehyung se mantuvo serio tratando de contener sus lágrimas pero la mano del padre de su pequeño, lo jaló.

— Eres un gran alfa, Taehyung — musitó sonriendo — gracias por cuidar de mi hijo y...

— Yo... no lo cuidé bien, señor — sintió un nudo en su garganta.

— Lo hiciste, hijo, lograste que mi pequeño aún siga con vida y eso es algo que te agradeceré hasta el día en que muera. Salvaste a mi mundo.

— Gracias, señor... — sonrió sintiendo las palmadas del adverso en su espalda.

Había hecho bien, salvó... a Jungkook, a su predestinado, a su omega.