INFERTIL | ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ +21

CAPÍTULO 65

6 días después.

Jungkook últimamente había estado teniendo mareos y nauseas, su mente le decía que era por la falta de proteínas o por algo similar, pero su corazón pedía que fuera por un posible embarazo. Acomodó su bata y ahí es cuando suspiró profundo sintiendo incluso cómo sus manos temblaban y su corazón latía muy fuerte.

Al abrir sus ojos fue directo a la prueba entre sus dedos. Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas y su corazón dolió. Había salido negativa, una vez más. No sabía ni siquiera por qué seguía esperando ver lo contrario, sabía que no podía, llevaba más de 8 años así, infértil.

Luego de unos segundos salió guardando la prueba envuelta en papel higiénico en uno de los bolsillos de su pantalón y se dirigió al lavabo, se observó por unos momentos en el espejo y volvió a quebrarse. Mojó sus manos y también su rostro, quería salir corriendo de aquel lugar pero obviamente no podía.

Limpió su rostro y salió finalmente de aquel lugar encontrándose a su alfa yendo a su dirección bastante preocupado, él... también lo había sentido. Jungkook ni siquiera había levantado la mirada y debido a lo mal que se sentía sólo pasó de él, algo que hizo a Taehyung pensar el por qué estaba en aquel estado.

Obviamente fue tras él, intentaba hablarle y llamaba a su nombre pero el omega sólo seguía caminando hasta su oficina ignorando al alfa.

— Jungkook, ya dime, ¿qué es lo que pasó? ¿Qué fue...

— Esto es lo que pasó — sacó aquella prueba negativa para así dársela — por favor... déjame sólo ahora — musitó para luego adentrarse a su oficina y cerrar la puerta.

Kim observó aquello y sólo suspiró, quiso volver a hablarle pero entendía que él quería su espacio. Guardó aquel objeto en su bolsillo y sólo se alejó para así ir a la sala que le tocaba. Todo era mucho más duro pues ambos estaban en el área de maternidad, podían ver a algunos omegas felices por su embarazo y lo hacían notar.

Por otro lado Jungkook se mantuvo en reposo en su escritorio comenzando a llorar un poco más. Estaba harto de no ser "normal", y aunque ahora tenían a Jumin... él también quería saber qué se sentía estar con un bebé desde el primer día.

En ese momento comenzó a maldecir tanto a Jimin, estuvo medicándose por tanto tiempo que al final eso lo perjudicó. Ese alfa le había hecho tanto daño que ahora mismo aún estaba sufriendo las consecuencias.

Al cabo de un rato, siendo ya las 6 de la tarde, ambos fueron hasta el auto para así volver a casa. El omega seguía estando en silencio y en su rostro se veía lo triste que estaba, Taehyung se sentía de la misma forma, no le gustaba que él estuviera así. Antes de encender el auto tomó con delicadeza la mano del adverso para luego dar un pequeño beso en el dorso de ésta. 

— ¿Te gustaría ir a cenar? Ya sabes, a tu restaurante favorito — sonrió — también supe que hay un autocine a unos minutos de aquí. Podemos ir por Jumin, nos ponemos más guapos de lo que ya somos — escuchó una pequeña risa — y nos divertimos, ¿te parece?

Jungkook no pudo evitar sonreír por lo que se quedó observándolo por unos segundos para luego acercarse y así tener un dulce beso de parte de su novio.

— Pero ya no debes llorar, no me gusta cuando estas así — acarició la mano del omega — tampoco a nuestro pequeño le gustará verte así — musitó.

— Lo siento... — susurró suspirando al final — actué muy mal. Yo... trataré de ya no estar así — sonrió de nuevo.

— Está bien, de igual forma, no es malo. Cuando lloras, luego te sientes mejor, así que todo está bien, Jungkookie — dejó un pequeño beso sobre la frente del susodicho para luego comenzar a encender el auto y así dirigirse hasta su nuevo hogar.

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Yoongi seguía preparando una maleta pues le habían dado permiso de ir con Hoseok a aquel viaje. Su padre no estaba muy convencido, tenía miedo de que algo le sucediera a su hijo aunque entendía que él ya no era un niño y podía elegir qué quería hacer, después de todo ya era un adulto.

Su lobo estaba tan feliz, él lo estaba. Tenía tantas ideas de lo que podían hacer en itaewon, quería conocer los bares, los restaurantes, todo. Estaba tan seguro de que se lo pasaría muy bien y más estando con Hoseok, que incluso, tenía una sorpresa para él. Era... raro que un omega le hiciera la propuesta a un alfa pero, él quería hacerlo, quería sentir esa felicidad de escuchar un "si".

El sonido del claxon del auto lo hizo apresurarse, tomó sus cosas y ahí encontró a su padre junto a su abuela. Sonrió y fue ahí cuando los dos mayores también sonrieron al verlo así, tan... emocionado.

Fue su padre quien se acercó dándole un fuerte abrazo que incluso podían sentir sus corazones latir. Sus ojos se llenaron de lágrimas y no quería soltar a su pequeño aunque este le pidiera que lo hiciera. No quería dejarlo ir, tenía un presentimiento... y no era bueno. Pero ya había aceptado y los ruegos de su hijo siempre lo hacían aceptar.

— Volveré pronto, sólo es una semana — habló el susodicho — Papá, abuela, estén tranquilos, ¿si? Volveré sano y salvo, además, ya conocen a Hoseok — sonrió.

— Prométeme que será así, estarás sano y salvo.

— Pero abuela, ¿qué promesas son esas? — rió — está bien, lo prometo.

Observó a aquella mujer quitarse un collar para así dárselo a él, ese collar contenían la foto de su padre y de ella en un pequeño corazón por lo que sonrió aceptando un poco tímido. Era algo especial de su abuela pero... era muy tierno que ella quisiera dárselo.

— Los amo, ya debo irme o se nos hará mucho más tarde — sonrió tomando sus cosas.

Ambos adultos se despidieron de él y de Hoseok. Fu3e ahí cuando vieron a su pequeño alejarse en aquel auto blanco teniendo aún... un mal presentimiento.