𝔍𝔲𝔡𝔞𝔰

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NARRADOR OMNISCIENTE

Los días pasaban rapido, demasiado rapido. Entre las discusiones, mandados, problemas que resurgían de la nada e infinitas complicaciones, estos parecían tener menos de diez horas si es que exagerábamos.

Y ahí estaba Freya Grindelwald, dándose cuenta de que la guerra que tanto había evitado estaba a la vuelta de la esquina y que esta vez no podía hacer nada para pararla.

Sus manos ya estaban manchadas con sangre desde hace mucho tiempo, y en realidad no le importaba, ni siquiera le remordía la conciencia saber que a tan corta edad había acabado con la vida de tantas personas, era fuerte con su mentalidad, y si hacía algo malo sabía que era para conseguir algo bueno a cambio.

— ¡Mierda! — El rubio entró a la habitación de la chica con la respiración agitada y el cabello desordenado. Eran las 4 de le tarde y habían estado esperando a que su plan discreto diera fruto, pero como dicen comúnmente. El tiro les salió por la culata cuando Katie Bell de alguna forma tocó el collar y fue maldecida en lugar de Albus Dumbledore.

— Encontraremos otra forma, tu solo mantente calmado. — Eso es lo que había dicho Freya cuando Draco perdió la calma y uno de sus ataques de ansiedad se le vino encima cortándole el flujo de oxígeno que le llegaba a los pulmones.

— No me toques. — Draco quito la mano de la chica con brusquedad antes de que esta llegara a acariciar su mejilla.

— No me trates de esta forma solo cuando trato de ayudarte. — Freya estaba asqueada de esa desconfianza constante más que fingida.

— Solo no me toques, joder. — El Malfoy comenzó que desabrocharse los primeros botones de la camisa cuando sintió que se ahogaba.

— Claro, pero si se trata de sexo ahí si lo puedo hacer, ¿verdad? — Grin se había estado sintiendo utilizada desde hace días, y solo aceptaba ese tipo de contacto porque realmente extrañaba la presencia del rubio, tal vez era su forma de disculparse ya que nunca fue buena con las palabras, en especial si estas contenían un "Perdón" en la misma oración, y es que Draco se seguía sintiendo ofendido y traicionado por como Freya le dejo de lado.

— Tu no te niegas, y yo no pierdo las oportunidades que me das. — Malfoy esculpió con frialdad. — Si no te gustará sería bueno que cerraras las piernas por un segundo y dejaras de andar tras mío como una perra en celo.

Freya no se podía sentir más arrepentida, sabía que había jugado con algo importante para él, él le había propuesto matrimonio y ella había corrido a las semanas, además era consciente aceptar que Draco cambio desde que se enteró que ella nunca podria amar. Aunque le jodiera y le costará ella había intentado con todas sus ganas pedir unas disculpas.

A cada momento, cada que tuviera un mínimo chance, y Draco lo sabía, pero seguía resentido al igual que confundido. Es decir, ¿Cómo sabía que lo que tenía con ella era cien por ciento real?

— ¿Estás hablando enserio? — Si, Freya estaba maldita y según muchas fuentes de investigación, con el avance de los días su maldición le quitaría el acceso de sentimiento y cosas relacionadas. Pero ahí estaba, sintiéndose una mierda por las palabras de Malfoy.

Porque ese chico con cabello platino era su debilidad, y de cierta forma, era el único que podía joderla.

— No te victimices conmigo.

— ¿Victimizarme? No Draco, no sirvo para eso. El cague y lo siento, no sabes cuanto me arrepiento porque al final todo sirvió para una mierda. Pero eso no te da el poder de tratarme como un objeto... Solo, no me busques más si sexo es lo que quieres. — Se acercó al chico tratando de ser comprensiva. — Estoy aquí para ti, pero no me vas a utilizar como lo hiciste antes porque la misma ya no soy y para juegos y apuestas baratas no estoy disponible.

~ "𝑫𝑶𝑳𝑳𝑯𝑶𝑼𝑺𝑬" ~ ─── 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 1.0] - (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora