~ "𝑫𝑶𝑳𝑳𝑯𝑶𝑼𝑺𝑬" ~ ─── 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 1.0] - (+18)

ℌ𝔬𝔴𝔩𝔢𝔯

FREYA GRINDELWALD

— ¿Es cierto lo que dicen de tí?

— ¿Es verdad que tienes poderes?

— ¿Puedes mostrarnos?

— ¡Muéstranos! — Acababa de ingresar al comedor y al parecer sí que es cierto que aquí las noticias vuelan (literal, y figuradamente).

Miré a las personas que me rodeaban y sonreí falsamente. Mis ganas de mandar a todos a la mierda me estaban consumiendo. Hacía tan sólo unas semanas conjugaban la palabra asesina y mi nombre en la misma oración, ahora formaba parte de los ídolos compartidos en la escuela.

Ignoré los comentarios dirigiéndome a la mesa de Slytherin que no estaba tan llena como de costumbre, cuando un cabello rojizo se reflejó en las copas de plata perfectamente talladas sobre la mesa.

— ¿En qué te puedo ayudar Ron?

— ¿Podemos hablar? — Preguntó con los brazos cruzados esperando a que me diera vuelta para darle la cara.

— ¿Para qué? ¿Para que me quites tu hombro de apoyo cuando más te necesite? ¿Para que me mires con asco cada vez que pase cerca de tí? ¿O para que contribuyas con nuevos apodos creativamente crueles hacia mi persona? — Me levanté de mi asiento todavía dándole la espalda, Además de Pansy y Millicent, Ron fue mi primer amigo en Hogwarts y aunque mi amistad con él tuviera un trasfondo cruel extrañaba robar comida con él en las madrugadas o intentar arrebatarle la fresa que decoraba la porción de pastel que comía todas las noches sin excepción.

Y si algo había logrado arruinar Astoria, había sido eso.

— O como ya has escuchado los nuevos rumores, tal vez ahora sigues las peticiones de Harry, y vienes a reclutarme, ya que él me quiere devuelta de su lado para tenerme por parte de su vendetta contra Voldemort — Las personas que llegaron a escuchar la pronunciación del nombre quedaron con la mirada puesta sobre mí.

— Sabes que no es así, Harry es mi amigo, como tú. Y sabes que lo lamento.

Volteé hacia el mirándolo de una vez — No Ron, lo único que sé es que tienes preferencias, porque cuando te enteraste del pasado de Harry no reaccionaste de esa forma, porque cuando descubriste el origen de la sangre de Hermione no la alejaste de tu lado ni le diste la espalda.

— Ellos no mataron a una persona Freya.

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— Por favor, te lo ruego. ¡No lo hagas! — Las súplicas de la maestra resonaban por todo el aula de clases y sobre ella estaban puestas todas las miradas anonadadas de mis compañeros de clase.

— Y-yo, yo lo lamento tanto. Pero tengo que hacerlo...

— ¡No! — Un sollozo escapo de sus labios — Tengo una hija, unos años menor que tú. Ella está esperando que su madre llegue a casa.

— Que mal por ella, realmente no creo que llegues esta noche a tu hogar. Hazlo Eva. Ahora.

— N-no, no quiero hacerlo.... No puedo hacerlo. — Mis manos temblaban mientras intentaba mantener mi agarre medianamente firme sobre la varita.

— Claro que puedes hacerlo. No quieres defraudar a mamá otra vez. ¿Verdad? — Negué repetidamente — Entonces hazlo.

— Avada Kedavra.

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Me sentí repugnante por hacer lo que hice, pero tenía que hacerlo y él nunca comprendería el motivo — No sabes un carajo Ron, no estás en posición de juzgarme.