~ "𝑫𝑶𝑳𝑳𝑯𝑶𝑼𝑺𝑬" ~ ─── 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 1.0] - (+18)

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FREYA GRINDELWALD

Tocaron la puerta un par de veces.

Mire mi reflejo en el espejo con detenimiento, al asegurarme que todo estaba bien quite el hechizo silenciador y abrí.

— Llegaste. — Draco estaba afuera desabrochando su camisa blanca la cual tenía remangada, tenía manchas rojas por todos lados.

— Si, estoy aquí. — Asentí acariciando su mejilla con mis nudillos.

— ¿Paso algo, Eya? — Puso su mano sobre la mía acariciándola.

No respondí, solo me le quedé mirándole con una sonrisa en el rostro.

Tal vez algo dentro de mi trataba con todas sus fuerzas decir el dichoso "Te amo" pero mientras tanto otra parte hacia todo para sellar mis labios con fuerza.

— Eya, ¿qué pasó? — Se acercó más a mi sujetando mi cintura.

Mierda cuanto me odiaba.

— Nada, todo está bien. — Solté su mejilla repentinamente y salí del baño con un poco de brusquedad.

Me sentía mal y jodidamente estúpida por no poder sentir algo tan simple como el amor.

Note cómo volteo para seguirme con la mirada.

Salí del cuarto con rapidez bajando las escaleras en busca de la cocina.

— ¿Me ayudas? — Tánatos pregunto mientras llevaba una pizza mucho más grande que su cabeza.

— Claro, déjame hacerlo por ti. — Me agache con cuidado quitándola de sus manos para yo misma llevarla al comedor.

En la mesa ya se encontraban los demás partiendo los grandes círculos de masa, pasta, queso y salame en cantidades extravagante.

Mire mi sitio común, Draco se había estado quedando en la mansión casi durante dos semanas. A nadie le pareció fastidiar, más bien parecían disfrutarlo y ahora hasta tenía su propio sitio destinado en el comedor, y era justo a mi lado.

Pero necesitaba tomar distancia.

— Hey Tánatos. — Fui hasta mi hermano — ¿No te quieres sentar al lado de Draco?

Me miró con extrañes. — Es tu sitio, y lo lamento, pero no quiero problemas.

— Ay por favor, lo adoras. Siéntate junto a él. — Entrecerró los ojos, sabía que tenía algo bajo la manga.

— Solo por hoy. — Asentí dándole un beso en la coronilla y corrió hasta mi sitio tomándolo, Draco acababa de bajar con una nueva camisa limpia.

— Es el sitio de Ella-. — Mi padre le recordó, y antes de que pudiera responder algo llegué.

— Está bien, papá. Déjalo ahí por hoy, yo tomare su sitio. — Draco me miró con extrañes mientras se remangaba las mangas de su camisa negra.

Ignoré su mirada sentándome en el sitio de Tánatos al lado de Frey.

Mi padre dejo un par de rebanadas de pizza sobre mi plato y repitió la acción con cada uno de los demás.

Los chicos comenzaron a entablar una conversación relacionada al Quidditch. Pero no presté mucha atención, me encontraba muy ocupada jugando con los trozos de comida sobre mi plato.

~ ¿Que te pasa? ~

Su voz chocó dentro de mi cabeza sobresaltándome, levanté la mirada y se encontraba respondiéndole unas preguntas a mi padre.