𝔎𝔞𝔯𝔪𝔞

12.5K 907 422
                                    

FREYA GRINDELWALD

Hubiera querido nunca hacerlo.

Pansy estaba a horcajadas sobre Draco terminando de desabrochar su camisa, mientras él se concentraba en mirarla con detenimiento.

Maldita sensación asfixiante que no me permitía respirar correctamente.

¿Cómo reaccionaba?

¿Qué hacía?

¿Lloraba?

¿Corría?

¿Los mataba?

¿Los perdonaba?

— Draco...— Susurre instintivamente en un hilito de voz cuando ambos voltearon a verme.

Mis ojos se sintieron extraños y mi pecho igual. De pronto, ese sentimiento de protección que broto de mí el día que salve a Draco se sintió traicionado.

Me sentí fría, helada. Me sentía vacía, me sentía estúpida y traicionada.

Me sentí patética por haber creído más en mí, por tal vez haber pensado que lo que me cohibía se había retractado, que él me había hecho cambia de opinión.

Después de todo seguía siendo yo, la tonta chica que siempre confiaba que los que no debía, que por muy poderosa que se dejara ver siempre ponía todo de ella en la persona equivocada.

Me di media vuelta y salí por la puerta sin mirar atrás, mis sentidos me traicionaron, no escuchaba, no veía, solo caminaba, rápido, muy rápido sin saber bien a donde.

Baje la mirada viendo mis zapatos, había manchas de sombras oscuras por donde pisará, estaba perdiendo la paciencia y cualquier otro estribo.

Seguí caminando, solo quería sentir a brisa chocar en mi rostro para entregarme el oxígeno que me hacía falta justo ahora.

La otra parte de mi se esmeraba por voltear y verlo tras mío corriendo y tratando de disculparse, diciéndome que había sido una broma de mal gusto, que era una equivocación, que él nunca haría algo así conmigo.

Pero no.

Él no se iba a disculpar, es por eso que ni siquiera me siguió.

Nunca le importe y solo me utilizo.

¡Que estúpida fui!

Yo se lo permití, yo permití que jugara conmigo, con mi cuerpo, con mis emociones como si yo fuera algo que el pudiera manipular.

Había sido la tonta que me esforcé tanto por destrozar.

Mi maldita respiración comenzó a fallar, mis manos se estaban poniendo exageradamente frías, mi vista se nubló. Comencé a sentir una extraña presión en el pecho, miré mis manos como podía e hileras de sombras comenzaban a rodear mis dedos para oscurecerlos.

Necesitaba aire fresco, salir de estas estúpidas paredes de piedra que poco a poco comenzaban a hacerse más pequeñas a mi vista.

Comencé a tambalearme odiando el momento en el que decidí ponerme estos tacones.

Y no se si fue gracias a Merlín o solo un tiro de suerte que logré salir al patio junto al bosque prohibido. El cabello rojo deslumbró apoyado en las grandes paredes del castillo.

Fred.

Con un cigarrillo de dudosa procedencia entre los dedos — ¿Freya?... ¿Angel, que pa- — Ni siquiera dejé que terminara la frase cuando caí sobre el pasto frío. Corrió hasta mí inclinándose en el suelo y poniendo mi cabeza sobre sus piernas. — Hey, Eya respira, ¿Trata de respirar okey? — Pero no, no funciono. Me sentía exactamente como la vez que tuve la gran discusión con Ron, sólo que multiplicado por diez.

~ "𝑫𝑶𝑳𝑳𝑯𝑶𝑼𝑺𝑬" ~ ─── 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 1.0] - (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora