ℭ𝔞𝔯𝔫𝔞𝔩 𝔞𝔱𝔱𝔯𝔞𝔠𝔱𝔦𝔬𝔫

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DRACO MALFOY

(Dos semanas después)

Las cosas en el grupo se habían normalizado, aunque no por completo. La tensión seguía siendo constante, pero mucho menos impertinente. Eso era una buena señal, ya que este tipo de cosas nunca se solucionan de un día para otro. No podía apresurar el proceso, así que lo único que quedaba era soportarlo.

Freya había aprendido a tolerar a Pucey, y cada día intercambiaban más palabras. Pero seguía sin ser ella por completo, y era exactamente lo mismo conmigo. Sí, ya no ignoraba mi existencia, pero seguía sin tener el toque de la antigua Eya. Y que se alejara drásticamente de el idiota de Weasley, no ayudó. Actuaba de forma más reservada, y las bromas que formaban parte de su vocabulario anteriormente; ahora habían desaparecido.

"La sociedad" había contribuido a su desgaste. No sólo al físico, sino que también el emocional.

《Las pruebas son difíciles, pero puedo tolerarlo.》 Le había dicho a Pansy en susurros, una tarde en la sala común. Ella era con la única con la que había vuelto a reconstruir su lazo amistoso.

Y conmigo... Conmigo ella era diferente, y no podía culparla. Fui un idiota inmaduro que jugó con algo que era realmente importante para ella.

"No debí hacerlo, no debí tomarla" Esas palabras rondaban mi cabeza. Pero, ¿cómo no iba a hacerlo, si se veía tan jodidamente irresistible en cada noche que pasé junto a ella?

No cambiaría ni un segundo de los que pasé a su lado por nada del mundo.

Mi cuerpo era recorrido por una extraña sensación cada vez que recordaba los momentos con ella. Y, como en los clichés amorosos, mi estómago se llenaba de un extraño sentimiento que me confundía mucho más de lo que ya estaba. Haciéndome olvidar momentáneamente de quién era, y quién debía ser.

Pero no, yo no podía estar enamorado de ella. Sólo era atracción, atracción carnal. Nada más.

Eso trataba de hacerme creer cada vez que la escena en la torre de astronomía se repetía en mi cabeza.

Ella cambió mis ideas. Ella logró imponerse ante mí. Y con tal autoridad que me hizo querer ceder ante alguien por primera vez. Lo más importante fue que me sentí realmente seguro entre los brazos de otra persona.

Pero yo era Draco Malfoy, alguien que no se podía permitir mostrar sentimientos absurdos. No íbamos a ser una más de las parejitas que caminaban tomados de las manos por los pasillos. Yo solo quería follar con ella. Y lo que quiero lo consigo, bajo cualquier término o condición. Iba bien hasta ahora, lográbamos hacer un espacio en nuestro ocupado horario para complacernos mutuamente. Y, si soy sincero, yo era siempre el que recurría a ella después de partirle la cara a alguien por gusto propio.

Era como si acostarme con Freya limpiara aquellos pecados que iba acumulando a lo largo de la semana. Cuando llegaba con ella, eliminaba todos estos de mi memoria; remplazándolos con imágenes de ella. Mi mente siempre estaba repleta de Freya.

Y lo disfrutaba, disfrutaba esta clase de relación que llevábamos. Sólo sexo, sólo eso. Nada más.

Hasta ahora.

Las clases habían terminado, y la tensión sobre mis hombros era inaguantable. La necesitaba; y la necesitaba ahora. Fui hacia la sala común, encontrándola sentada frente a un escritorio, terminando de escribir en su pergamino con una letra impecable. Me acerqué a ella. No sin antes mirar a todos lados; asegurándome que no hubiera nada de gente a los alrededores.

Caminé hacia ella. Al encontrarme pegado a su espalda; desplacé su cabello hacia un lado, dejando al descubierto su cuello, y dejé un casto beso sobre este. Extrañamente, se tensó apartándose.

~ "𝑫𝑶𝑳𝑳𝑯𝑶𝑼𝑺𝑬" ~ ─── 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 1.0] - (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora