~ "𝑫𝑶𝑳𝑳𝑯𝑶𝑼𝑺𝑬" ~ ─── 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 1.0] - (+18)

𝔈𝔫𝔤𝔞𝔤𝔢𝔡

DRACO MALFOY

— Con la "desaparición" de Chesnott. — Hace comillas con sus dedos, — El proceso legal de Eris y Lucius se ha retrasado. La próxima audiencia es el lunes y todo se está complicado. — Freya me informa sentada frente mi mesa. Han pasado unas semanas más y vamos bien, vamos muy, muy bien lo cual confirma mi teoría de que nuestro único conflicto era el imbécil de Gravy. Mi mirada estaba fija en los pergaminos y papeles que se encuentran en el escritorio. Al Lucius entrar a Azkaban, la única firma que sirve de la familia Malfoy es la mía. Lo que significa que yo me tengo que encargar de los múltiples negocios de la familia.

— ¿Me escuchaste? — Sujeta mi mentón haciendo que la mire.

— Mjum... — Asiento dejando un corto beso en sus labios. — ¿Es muy necesaria nuestra presencia? — Pregunto acomodando unos archivos.

— Pregunté lo mismo, y es realmente necesaria. Tenemos que declarar, y si queremos seguir con la fachadita de apoyo familiar, ya sabes que tenemos que decir. — Me ayuda comenzando a redactar un par de cartas con el sello Malfoy.

— "Son unos grandiosos padres, nunca los he escuchado hablar sobre el tema" — Repetí lo que los abogados nos habían insistido que teníamos que responder si alguien preguntaba sobre el tema. — Realmente no quiero ir. — Me quejo pasando las manos por mi rostro con fastidio, ha sido difícil, y ya tengo muchas cosas que hacer como para ir a fingir mas mierdas en un tribunal.

Eya se levanta de su sitio tomando las cartas listas para enviar y yo las guardo en la pechera de mi búho que era especialmente amable con ella. Abre el ventanal dejando que el ave vuele a sus destinos de entrega. — Lo sé...Yo tampoco quiero hacerlo. — Camino de regreso hasta mí y ella se sienta sobre el escritorio dándome una perfecta vista de sus piernas.

— Sabes que si quieres podemos dejarlo de lado ¿no?... Se podría decir que ellos ya pagaron lo que tenían que, además que les diremos a nuestros padres de todas formas. — Me mira con dulzura. — Noto el cansancio en tu mirada, y sé que toda esta mierda está comenzando a agobiarte. — Pasa una de sus manos por mi cabello reacomodándolo.

Pero de hecho esto no me agobiaba, me agobiaba el viaje que tenía que hacer todas las malditas noches a Hogwarts en busca de una entrada perfecta para otros Mortífagos.

Dumbledore seria arrojado en muy pocos días así que tenía que preparar muchos asuntos dentro del castillo y Tom solo sumaba cosa tras cosa a mi lista de pendientes.

— Ve a dormir, necesitas un descanso. — Freya bajo de la mesa con un pequeño impulso, negué con suavidad cuando recordé la fila de pergaminos llenos de tareas que tenía que completar.

— Tengo tareas por hacer, Eya. — Sujeto mi mano obligándome a levantarme del asiento.

— Las hago por ti, tu ve a descansar —.

— No te ofendas, pero no quiero que McGonagall me dé una charla de cuarenta minutos sobre por qué mis tareas están mal hechas si mi desarrollo estudiantil siempre fue alto. — Rodea los ojos con fastidio.

— Joder, deja de ser tan fastidioso y lleva tu culo a la cama. — Me comienza a empujar hasta la puerta.

— Culo que tú adoras... — Me voltee susurrándoselo contra los labios.

— Ruega a Merlín por qué Narcissa nunca llegue a escuchar las mierdas que dices. — Solté una carcajada tomando camino hasta mi habitación imaginando el cómico teatro que se armaría si mi madre se enterara de lo que acaba de decir.

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FREYA GRINDELWALD