𝔏𝔦𝔱𝔱𝔩𝔢 𝔩𝔦𝔢𝔰

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DRACO MALFOY

4 meses después

— ¡Pues búsquenla, no sé qué mierda están esperando! — Grite con desesperación estrellando mis manos en el escritorio.

— Señor, seis brigadas están en eso, pero no hay pistas. Y después de la guerra todo lo que queda son escombros.

Baje el rostro pasándome las manos por el este. — Desplaya dos brigadas más, y si tienes más en tus recursos, hazlo. — Perseo entro a la sala con la ropa a la perfección, pero el rostro completamente desalineado. Camine hasta la salida regalándole una mirada llena de desprecio al hombre que se suponía era su padre.

— Draco...— Trato de poner su mano sobre mi hombro. Antes de que completara su acción, lo detuve empujándolo brusquedad.

— No te atrevas a tocarme.

No es el momento para entrar en disputas. — Erlik entro a la sala sujetándome.

— ¿No es el momento para entrar en disputas? ¡No cuido a su propia hija y la mando al puto infierno solo porque el monstro de tu madre lo pidió! — Me solté del agarre.

— ¡Yo no lo sabía, nunca hubiera mandado a Freya a ese lugar! ¡Ella lo sabría a la perfección! —Trato de explicarse con las manos temblorosas.

— Claro, porque la estabas protegiendo, ¿no es así? ¿Cómo lo hiciste cuando evitaste que la maldición chocara con ella, o cuando la defendiste de los constantes maltratos de su madre, o cuando evitaste que conspiraran contra ella para joderla...? — Solté una risa llena de sarcasmo, — Solo hay un pequeño detalle en eso Perseo, que tú nunca lo hiciste, porque nunca estuviste con ella cuando lo necesito. Así que, con las mentiritas de cobarde a otros, porque yo no me las creo. Pero eso sí, como Freya este muerta, tú vas a ser el único culpable, exactamente como sucedió con Hela.

— Draco que mierda estas diciendo. —Frey estaba al borde, y lo podías notar en su mirada que estaba llena de odio y desesperación, nada típico en el chico.

—Oh, es que acaso no les ha contado, pues sorpresita que en esta reunión familiar todos los secretos están saliendo a la luz. — Me dirigí a la puerta cuando la cabeza me comenzó a dar vueltas. — Anda Perseo, diles lo gran padre que fuiste que yo ya no me quedo aquí para escuchar tu mierda.

***
— ¿Y qué paso con Adeline? — Levante los hombros sin importancia, nunca me importo ni cuando me embrujo para que lo hiciera, así que menos ahora.

A es que cierto, la madre de Adeline era una Veela, así que tenía muy en claro todo el tema, las malditas galletas esas, estaban más embrujadas que todo Hogwarts.

— Creo que regreso a Francia hace unas semanas, realmente no me interesa.

Adrián asintió aumentando la llama de su caldero. — ¿Estas asustado?

— ¿Que? — Pregunte embotellando las ultimas gotas de la poción reconstructiva.

— Es decir, la guerra está más cerca de lo que todos se esperan. Potter desapareció y ya todos saben que ha destruido un Horrocrux por lo menos, aunque la prensa y el ministerio traten de ocultarlo, ya es obvio... Y estamos en fuego cruzado, estamos de ambos lados, por no decir que nos encontramos en el medio como barrera.

Me quede en silencio buscando una respuesta.

— Míranos, en qué momento dejamos de enrollarnos con chicas en los baños de la escuela, hacer que Filch nos persiguiera, pintar nuestros nombres en las paredes, o utilizar hechizos sin permiso... Para pasar a hacer pociones asesinas en la mansión Mortífaga, entrenar con maldiciones imperdonables y esconder cadáveres. — Apago el fuego de su caldero cuando la mezcla negra petróleo dio su ultimo hervor. — Siempre supe que teníamos más oscuridad que los demás, pero nunca pensé que sería tanta.

— Adrián, sabes que esto no es más que mera supervivencia. Si hubiéramos tenido otra opción, es más que claro que habríamos optado por esa. Pero simplemente somos chicos sin opción.

La puerta se abrio dejándonos ver a Pansy jugando con su varita en las manos. — Voldemort te llama, hay algún tipo de reunión con personas importantes o una mierda parecida. Es mejor que vayas pronto por que Eya está a punto de perder el control... Si es que ya no lo ha perdido. — Asentí malhumorado saliendo de la sala para ponerme en marcha hacia una de las tantas salas.

Un par de Mortífagos que custodiaban la entrada me miraron con un toque de temor antes de tocar la puerta y asomarse para avisar de mi presencia. — ¡Mas les vale que sea Draco porque no he solicitado la presencia de nadie más! — El grito imponente de Freya se escuchó antes de que el guardia soltara si quiera una vocal.

— Adelante. —Me señalo la entrada, solté un suspiro antes de pasar. Las cosas entre ella y yo estaban yendo en empicada. Solo estábamos juntos cuando necesitábamos follar. Y eso era en cualquier lado a cualquier hora, y la cosa empeoro cuando decidió dejar su habitación compartida en la zona Slytherin para comenzar a dormir en la sala de menesteres. Peleábamos, trabajábamos y follabamos. Una rutina de mierda ya que no había nada de intercambio de palabras si no eran monosílabos, o intentos de disculpas por ambas partes que negábamos de misma forma. Hace mucho tiempo no escuchaba salir de su boca algún chiste estúpido o un cumplido adorablemente raro dirigido a mí.

— ¡Y un carajo, las cosas hace mucho tiempo dejaron de ser como tu querías!

— ¡Sigo siendo el que manda, yo ordeno y desordeno como y con quien yo quiera!

— ¡No cuando de él se trata, no es tu servidor! Y este no era el maldito trato, mándame solo a mí, llevarlo a él también es capricho estúpido por tu parte, solo quieres ponerlo en peli-

—¿Me llamaban? —Pregunte interrumpiendo a Eya, cruce mis brazos por detrás de mi espalda esperando una respuesta. Estas peleas eran más constantes de lo que parecían, el puto pan de cada día.

— Toma asiento, Malfoy. — Tom me señalo la silla frente a su escritorio. Voltee a mirar a Freya quien tenía los ojos oscurecidos por la furia y el aura pesada inundaba la sala, tanto que sentía que podria ahogarme en cualquier instante, en cambio los dos frente a mis se encontraban completamente acostumbrados.

— Hemos analizado la situación y con la última hazaña de Potter, tendremos que deshacernos del cerebro de la operación, si es que así quieres llamarlo. Dumbledore sigue interrumpiendo los planes y al parecer Severus está siendo más inservible de lo normal ya que ha fallado consecutivas veces en su único trabajo que era deshacerse de Albus. Por lo cual he decidido que el más indicado para ello serás tú, con el asesoramiento de Evanora está más que claro decir... Eva ya se encargara de explicarte cada uno de los pasos. — Se levanto de su asiento cuando Eya soltó un bufido saliendo de la sala más que furiosa.

— Draco... Más te vale no fallar. — Asentí confiado. — Oh y toma esto como una nueva opción para conseguirme el guardapelo, Evanora se está volviendo demasiado impredecible y explosiva. Ella no es un lugar seguro para guardar una reliquia de tal importancia



Lo había olvidado... Ahora tenía un propósito privado con la que antes quería.

No puedo defenderme, solo puedo decir que cuando te enteras de que alguien a quien ya amas nunca lo ha hecho ni nunca lo hará, los sentimientos cambian.








~ "𝑫𝑶𝑳𝑳𝑯𝑶𝑼𝑺𝑬" ~ ─── 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 1.0] - (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora