~ "𝑫𝑶𝑳𝑳𝑯𝑶𝑼𝑺𝑬" ~ ─── 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 1.0] - (+18)

𝔖𝔩𝔲𝔪𝔟𝔢𝔯 𝔭𝔞𝔯𝔱𝔶

FREYA GRINDELWALD

Descansaba en la sala común con un libro en mi mano derecha y un café sobre la pequeña mesa que estaba a mi lado izquierdo.

El retrato de Dorian Grey.

Una primera edición en tapa dura, uno de mis tantos regalos de mi cumpleaños trece.

He releído este libro más veces de las que incluso su propio autor lo hizo. La vanidad exagerada del personaje me recordó a cierto rubio...

《Freya...Yo siempre me veo bien》

《Claro, soy jodidamente perfecto》

Recordé sus frases cargadas de egocentrismo.

Niego con la cabeza tratando de alejar mis ideas estúpidas.

Es decir, quede en buenos términos con él, somos amigos... Pero es que con Draco nunca se sabe.

— El retrato de Dorian Grey...— Susurro con voz ronca tras mío. — Sobrevalorado—.

Y ahí estaba.

— Buenos días, Draco. — Salude cruzando una pierna sobre otra. — ¿Algo en lo que pueda ayudarte? — Tome el ultimo sorbo de mi taza y levante las cejas esperando la respuesta de, Malfoy.

Suelta una pequeña risa ronca para sí mismo.

— No, en absoluto. Simplemente trato de ser... — Trata de no reír pasando las manos por su traje. — Un buen amigo.

Suelto un bufido negando con risa.

Millicent llega a la sala con esa emoción que literalmente la caracteriza. —¡Es mi cumpleaños!

Río al ver el pequeño y típico gorro sobre su cabeza. — Feliz cumpleaños Milli — Sonrió levantándome a abrazarla.

— Gracias, gracias. De hecho, no venía para alardear de que hoy es el mejor día del año solo por ser el día en el que nací. — Hace un ademán con humildad fingida. — Como ya sabes, soy una invitada recurrente, e indispensable en las fiestas. Por lo cual he decidió darme un descanso y hacer una pijamada con las chicas de Slytherin, ya sabes exclusividad, solo lo mejor de lo mejor. Y te quiero a ti en esa, no acepto un no como respuesta — ¿En qué momento había tomado comportamiento de diva adolescente?... Dejo un pedazo de pergamino azul celeste con una clave, la contraseña para la reunión.

Si, creo que si habíamos cambiado mucho.

— Millicent dormimos en la misma habitación...— Logre decir antes de que cruzara el umbral de la puerta.

***

Una horda de chicas con pijamas ridículas entró a la habitación mientras yo trataba de terminar mi lectura acostada sobre mi cama.

Traían una cantidad exagerada de objetos con ellas; maquillaje, ropa, juegos, licor, y comida de todo tipo.

Se acomodaron en el piso, pero cuando un par de ellas corrió hacia mi queriendo obtener un sitio en mi cama, antes de que tocaran mis perfectamente limpias sabanas de seda, bajé el libro que tenía entre manos fulminándolas con la mirada. Mi cuervo chilló desde la venta volando hasta acomodarse sobre mi hombro en forma defensiva.

El par trató de ofrecer disculpas con una sonrisa antes de acomodarse en el piso.

No me gustaba socializar, lo detestaba de hecho. Si ahora tenía unas cuantas relaciones amistosas, ninguna de ella había sido planeada, excepto la de Draco, esa si había sido una obra completa por mi parte.