𝔖𝔱𝔯𝔬𝔨𝔢 𝔬𝔣 𝔥𝔞𝔭𝔭𝔦𝔫𝔢𝔰𝔰

10.6K 874 184
                                    

DRACO MALFOY

Un picoteo fastidioso jodio mi sueño de recuperación tras una nueva resaca.

Llenaba mi cuerpo de alcohol y drogas al máximo, cada semana, sin falta. Pero se me hacía curioso que todavía no podía acostumbrarme al maldito dolor de cabeza del día siguiente.

Me levanté de mi cama dirigiéndome a la ventana abriéndola para dejar entrar a mi ave a la habitación. Voltee la mirada viendo a la rubia acostada en mi cama desnuda con solo unas sábanas cubriendo la mitad de su cuerpo, mire al ave nuevamente.

Sonreí de forma torcida antes de arrancarle una pluma causando que soltara un chillido fuerte y estremecedor.

La chica con nombre que no recuerdo se levantó de un golpe.

— Toma tu ropa y vete, no quiero volver a repetirlo.

— Pero...— Trato de hablar antes de hacerme rodear los ojos repitiendo.

— ¡Acaso no entiendes joder, toma tu maldita ropa y lárgate de mí puta vista!

Asintió como puedo mientras yo me dirigía al baño.

Lave mi cara, cepille mis dientes de una forma descuidada y rápida para salir de la habitación y gracias a Salazar, la rubia había desaparecido.

Me acerqué al ave que seguía en mi habitación y con un toque extraño acaricié su cabeza. — Lo siento, prometo que lo recompensare. — Chillo indignado antes de salir por la ventana y retornar a su destino.

Abrí el sobre revisando la nueva carta de mi madre.

Hijo, como estabas informado, en unos días es el baile de la Élite.
Este año se organizará en la mansión Grindelwald.
Estarás en casa con un permiso firmado por Dumbledore, ya que es realmente importante tu asistencia, eres el único heredero Malfoy, y tu presencia es esperada.

Nos vemos en unos días, con cariño mamá.

Atte: Narcissa Malfoy

Mierda, ahora tendría que soportar una noche más a la grandiosa Grindelwald y a sus queridos hermanos.

Aunque en segunda, la compañía de su hermano mayor no me fastidiaba.

Había comenzado a hablar con el recurrentemente, si es que hablar era acabarnos una botella de hidromiel en menos de veinte minutos, es justo lo que hacíamos.

***

— Esto es estúpido. — Le dije a mi padre mientras hablaba con el sastre que media cada ángulo entre mis brazos y torso. — Ni siquiera debería estar aquí. Eres más que suficiente para representar a los nuestros, el gran y poderoso Lucius Malfoy. — Dije con el sarcasmo manchando mi voz.

— Eres el único heredero Malfoy, y por genial que suene mi nombre, cuando yo muera eres tú el único que quedará. Tendrás que encargarte de los negocios, los contratos, las propiedades, los aliados, y todo eso mientras tratas de agrandar nuestro árbol genealógico lo mayor que te sea posible.

Rei frívolamente — Al parecer no entendiste el sarcasmo, Lucius... — Salí de la habitación al ver que el trabajo del sastre estaba terminado, recorrí mi casa para distraer mi mente.

En un par de días sería la gran fiesta, y la chica que antes era mía, ahora estaría ahí. Esa maldita fiesta no era Hogwarts, y si llevaba a su estúpido novio, al mínimo intensivo, le partiría la cara frente a todo el mundo.

Había pasado ya mucho tiempo lejos de ella y me estaba comenzando a cansar.

Después de hacer un par de cosas me gané un buen puesto en los Mortífagos, aunque todavía no sabía para que lo utilizaría.

~ "𝑫𝑶𝑳𝑳𝑯𝑶𝑼𝑺𝑬" ~ ─── 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 1.0] - (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora