Capítulo 34

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Moonbyul no tenía como saberlo, pero Yongsun llevaba un buen rato esperándola ahí. Ya que después de inscribirse había deambulado sigilosamente por el estudio, con la infundada esperanza de verla en algún lado.

La joven  que la había guiado durante la inscripción le había mencionado que la coreógrafa no estaba, pero la rubia, como siempre, guiada por su terquedad y un poco por intuición, había decidido quedarse un rato, solo por si acaso.

Aprovechando que había visto que todo el mundo estaba en las salas de ensayo o en el lobby a esa hora, Yongsun simuló inocentemente buscar el baño para llegar a los lugares más recónditos del estudio. Fue allí donde donde divisó varias oficinas y finalmente pilló a la vuelta de una esquina más lejana una placa fuera de una puerta con el nombre de Moon Byulyi en ella.

Sintió una mezcla entre admiración y orgullo ante aquella visión, y sin perder tiempo, posó su oreja en la puerta y se quedó atenta ante cualquier ruido, pero por más que se esforzó en escuchar algo, al parecer el lugar estaba desierto.

Iba a dar por finalizada su fallida excursión, cuando escuchó unas pisadas que iban hacia su dirección. Repentinamente se dio cuenta de lo sospechosa que se vería allí, por lo que retrocedió silenciosamente un par de pasos y calculó los segundos precisos para simular que estaba caminando en dirección contraria. La única falla que tuvo su plan fue que, cuando finalmente apareció la otra persona, ambas terminaron chocando justo a la vuelta del pasillo.

— Perdón, mi culpa. —Escuchó disculparse la otra persona.

— Lo siento. —Soltó ella, por inercia.

Cuando alzó la vista tuvo que forzarse a no sonreír. Era Moonbyul, y el solo verla la hacía sentir que había ganado la lotería. Llevaba un largo abrigo oscuro, una gorra negra y tenía el semblante algo cansado, así que Yongsun supuso que probablemente había estado trabajando mucho aquel día.

O quizá también había tenido problemas para dormir después de lo que había pasado entre ellas el día anterior. Cosa que si le había pasado a ella. 

— Me habían dicho que no estabas por aquí.... —Fue lo primero que le dijo—Estaba buscando el baño... —Se excusó con una mentira.

Moonbyul se veía algo confundida por su presencia, y la vio asentir levemente antes de sacar de uno de sus bolsillos un manojo de llaves.

— Oh, es que acabo de llegar al estudio... —Murmuró mientras pasaba por su lado y abría la puerta de la oficina.

— ... ¿Podemos hablar? —Le pidió con timidez.

Nuevamente estaba siendo espontánea. No había preparado ningún discurso ni nada para referirse a su comportamiento de la tarde anterior. Ni si quiera había estado segura de si iba lograr ver a Byul ese día, pero ahí estaba, y debía aprovechar aquel milagro.

— Claro, adelante.

Le dijo la menor, sin un tono de voz en particular, haciéndole un gesto para que la siguiera dentro de la oficina. Yongsun obedeció y caminó detrás de ella, cerrando la puerta sus espaldas. 

Al entrar, le llamó la atención lo bien iluminada que estaba la habitación gracias a la luz natural que entraba por una ventana y a su vez percibió un agradable y suave aroma a menta, probablemente de un aromatizador.

El lugar no era muy espacioso, pero a su vez era simple y ordenado. Había un escritorio con un ordenador al fondo, unas sillas al frente y unos estantes a los costados. Cerca de la ventana había un alta y bonita plata de hojas verdes y en las murallas había fotografías enmarcadas de Moonbyul con gente que había trabajado junto a ella. Yongsun le dedicó una mirada rápida al lugar y se sintió afortunada al encontrarse en un lugar tan importante y rutinario para Moonbyul.

[HIATUS] Complex | MOONSUN | WHEESA |  MAMAMOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora