[HIATUS] Complex | MOONSUN | WHEESA | MAMAMOO

Capítulo 14

— Entonces lucha contra mí. —Exigió, totalmente seria. —Quiero probarte. Ahora.

Moonbyul tuvo la tentación de bromear respecto a lo último que había escuchado, pero el miedo de pelear contra la mismísima Solar la detuvo. No quería ser estúpida porque era obvio que iba a perder, ya le había contestado que sabía pelear. No podía echarse atrás.

¿Qué tan lejos podía llegar para impresionar a una chica? Se preguntó, regañándose. Dios, ni siquiera había ni tomado desayuno esa mañana. Si que era una idiota.

Respiró profundamente antes de asentirle lentamente.

— Está bien. – Le contestó con una convicción que claramente no tenía.

— Oh, vamos, no seas tan temerosa. —Le dijo la rubia con una sonrisa de oreja a oreja—La vamos a pasar bien. ¿Traes ropa deportiva?

— Si, tal como pediste—contestó comenzando a sacarse el abrigo que llevaba—pero pensé que me ibas a mostrar algo más... ¿básico? Además, quería hablarte del tema de la remuneración antes de...

— Sí, sí, sí. —La interrumpió la rubia, haciendo un gesto para tranquilizarla. — Ya vamos a llegar a eso.

Vio como pedía animadamente a distintas personas del gimnasio que le trajeran el equipamiento necesario para dos personas y sintió su estómago retorcerse de los nervios, tenía incluso ganas de reír respecto a la situación en la que acababa de meterse. Pero se convenció a si misma que lo hacía por su trabajo y estaba segura de que podría ser una lección valiosa que le serviría mucho para lograr lo que quería lograr dentro del musical.

— No vamos a hacerlo con rondas reales ni con árbitro supongo, ¿cierto? –Preguntó intentando sonar casual mientras se abrochaba las zapatillas—Me refiero a que, sería como correr contra Usain Bolt, ¿no es así?

— Nah, sólo jugaremos un poco. —Le contestó ella.

El vocabulario de esa mujer la estaba matando, primero su "quiero probarte" y ahora el "jugaremos un poco". Oraciones totalmente inocentes que la mente impura de la coreógrafa estaba malinterpretando de la mejor manera en el peor momento.

Una vez pudo quitarse esos pensamientos de la cabeza, comenzó a entrar en pánico internamente. Lo único que sabía de boxeo era por películas que había visto, un juego de Nintendo Wii, y la pelea en la que había visto a Solar previamente; absolutamente nada más.

Pero Yongsun no le haría daño, ¿o sí? Quizá era una actividad provechosa, porque en una pelea —más o menos real— podía hacerse una idea mucho más concreta que cualquier teoría que le enseñara la rubia, y, además, la inmensa experiencia que tenía como coreógrafa la ponía en un nivel más avanzado que una novata cualquiera; tenía un control corporal envidiable y podía al menos intentar hacerle espejo a los movimientos de la boxeadora, o al menos eso creía.

— ¿Estás lista? —Le preguntó Solar a la distancia mientras se subía sin esfuerzo alguno al ring.

— Sí... ya casi. —Contestó mientras le daba la espalda y averiguaba como ajustarse el guante con el otro ya puesto.

Una vez pudo hacerlo, cerró los ojos, tomó respiro lento y calmado y se giró para subirse al ring. Observó a su alrededor y agradeció que todos los que estaban en el gimnasio parecían estar metidos en sus propios asuntos y nadie miraba ni por curiosidad, luego volvió la vista a la rubia y notó que se le brillaban los ojos mientras saltaba de un lado a otro.

— Por favor no esperes nada. —Le pidió al verla tan emocionada. —Esta es mi primera y probablemente última vez contra una pro.

La otra chica solo rió y le hizo un gesto para que se acercara más hacia el centro.

— Esquivar y golpes —Le explicó haciendo los respectivos movimientos. —No te preocupes, seré gentil ya que es tu primera vez con una "pro".

Byul alzó la ceja, intentando descifrar si el comentario de la rubia contenía doble sentido o no, pero no logró averiguarlo, ya que sintió una brisa por el lado izquierdo y su cuerpo tenso al darse cuenta de que el puño de Solar había pasado a poca distancia de su brazo a una alta velocidad.

— Concéntrate. Ya empezamos.

El uso de imperativos, su mirada seria y su postura fue todo lo que necesitó Moonbyul para sentir que se derretía internamente, pero no pudo tomarle mucha atención a esa sensación porque nuevamente Solar dirigía un golpe en su dirección, esta vez sin la intención de fallar y la adrenalina tomaba posesión de sus sentidos.

La esquivó por pocos centímetros y tuvo que tomarse en serio lo que estaba pasando. No podía creer que eso fuese "gentil"; la boxeadora solo le permitía apenas esquivar y no le dejaba ninguna oportunidad para contraatacar. Ambas se movían al compás de los ganchos que iba propinándole la rubia, y le pasó varias veces que no se daba cuenta de donde estaba hasta que con la espalda sentía las cuerdas y tenía que darse una vuelta ridícula que hacía reír a Solar para poder seguir retrocediendo.

Le gustó. No sabía si el deporte en sí o específicamente el practicarlo con ella. Se asemejaba a una danza, una danza un poco torpe por su culpa, pero una danza de todas formas; dos cuerpos moviéndose en una constante acción y reacción. Solar atacando y ella haciendo lo posible para permanecer intacta.

— Ahora intenta golpearme tú. —Incitó la joven, esta vez retrocediendo ella.

— ¿Eh? ¿Tan de repente? —Preguntó, algo nerviosa ante el cambio de ritmo. —No puedo golpearte.

— Efectivamente, no vas a poder golpearme. —Le dijo en forma de provocación. —Pero puedes intentarlo a ver si surge el milagro. ¿No, Moonbyul?

Le estaba sonriendo, y se vio a si misma sonriéndole de vuelta. Le sorprendía que el atrevimiento de esa mujer le resultara tan pero tan atractivo, era cómo si supiese exactamente qué botones tocar para que ella cayese en sus juegos.

— Bueno, aquí voy... Supongo.

Imitó la posición en la que la había visto hacer su ofensiva y al igual como lo hizo ella, lanzó un gancho con toda la fuerza y velocidad que pudo donde ella fácilmente pudiese esquivarlo. La rubia no se movió y tampoco la bloqueó, dejó que su brazo izquierdo recibiera el golpe y sin demostrar dolor alguno le negó con la cabeza.

— No, no. Quiero que de verdad me intentes golpear. — Le dijo.

Moonbyul que aún seguía algo perpleja por la inefectividad de su golpe volvió a ponerse en posición, y atacó en serio a Yongsun, una y otra vez, una y otra vez, pero por muy certero que se veía el golpe la rubia lograba evitarlo como si fuese lo más fácil del mundo, era simplemente como luchar contra el aire. Por mucho que parecía que la joven estaba al frente suyo, todo lo que intentara para atacarla era inútil.

— Ahora voy a contratacarte, Moonbyul. —Le avisó—Atenta.

Ahora, después de esquivar se lanzaba a la ofensiva, pero mucho más lento en comparación a la velocidad en la que la había visto evitar sus golpes, una vez la coreógrafa se fue acostumbrando al movimiento fue acelerando la velocidad y la pelimorada hacia todo lo posible para mantenerse en su nivel.

La danza iba tomando forma, la ofensiva y la defensiva se iban sincronizando, Byul comenzaba a moverse mejor en el ring y ya no chocaba con las esquinas ni con las cuerdas. Sabía que Solar obviamente no estaba peleando en su máximo potencial pero de todas formas se sentía satisfecha con lo que había logrado en ese momento.

Estaba totalmente concentrada esquivando los golpes de la rubia, que nunca venían de a uno y buscando la mejor forma de contraatacarla. Era divertido, era divertido competir contra ella. ¿Estaba aprendiendo? Sí. ¿Le gustaba? Totalmente. ¿Se refería al boxeo o a Solar con la última pregunta?

Y ahí estaba, el pensamiento intrusivo que de un momento a otro quebraba su concentración como si se tratase de una vasija de cristal.

Tuvo el mal reflejo de subir la vista y mirarla a los ojos, cuando iba a medio camino de la acción ya sabía que estaba arruinada. Todo pasó en cámara muy lenta, logró mirarla a los ojos y ella le devolvió la mirada, preocupadísima ya que su gancho ya estaba a medio camino. Intentó subir los codos, pero ya era demasiado tarde para bloquearla.

El golpe llegó en su mejilla derecha. Un gancho tan bien ejecutado que provocó que todo su cuerpo se girara por el impacto, destabilizándola completamente.