[HIATUS] Complex | MOONSUN | WHEESA | MAMAMOO

Capítulo 9

Hacía frío, mucho frío.

Solar miró el cielo con el ceño fruncido. Estaba nublado y muy oscuro; era posible que se pronto a nevar. No estaba segura, no había visto el pronóstico del clima. 

Tiró aire por la boca y notó como salía una columna de vaho gruesa y extensa.

Iban a ser las nueve cuando llegaron hacia donde estaba el vehículo de la coreógrafa. Habían salido con tata rapidez del gimnasio que ambas tuvieron que terminar de abrigarse durante el trayecto. Al llegar, Moonbyul sacó otro casco más del que tenía en la mano desde un compartimento de la moto y después de cortésmente pedirle permiso a la rubia, se lo había puesto y ajustado con cuidado mientras ella le explicaba con voz algo temblorosa qué ruta prefería tomar para buscar a la pintora.

La rubia, quien en ocasiones normales solía hablar mucho, estaba muy silenciosa debido a la preocupación y a un hueco en el pecho que sentía a ratos, por lo que hablaba en frases cortas y se limitaba a asentir lo que sea que la pelimorada le preguntaba. Ni siquiera se le pasó por la cabeza arrepentirse, porque no veía qué otra cosa más hacer para calmar su nerviosismo y preocupación.

— ¿Has montado en una antes? —Le preguntó de pronto la más alta mientras se colocaba los guantes y echaba a andar el motor.

La boxeadora negó con la cabeza y la más alta le dio unas instrucciones simples, se subió y esperó a que ella se subiera detrás. Solar la imitó con agilidad y con algo de miedo. En un par de segundos Moonbyul se veía lista para partir mientras la rubia aun no sabía dónde ubicar sus pies.

— Afírmate bien.

Alcanzó a oír antes de que su acompañante acelerara. Lanzó una expresión ahogada y por inercia la abrazó por detrás con fuerza e inmediatamente se sonrojó, incómoda. Sabía que no había otra forma de estar segura y estable en el vehículo, pero al hacerlo rompía con todas las reglas no habladas respecto a la distancia social entre dos desconocidas.

A medida que fueron tomando velocidad, la copiloto sentía que la brisa helada le cortaba las mejillas, por lo que instintivamente se quedó apoyada en la espalda de Moonbyul para evitarlo, aunque rápidamente se dio cuenta de que en esa posición no podía ver con atención las calles, por lo que se incorporó y dejó que el frío la atacara sin piedad para ser capaz de observar a su alrededor.

Su acompañante llevaba una velocidad prudente y conducía con seguridad. Solar se sentía extrañamente segura a pesar de que nunca le habían gustado las motos. Todo le resultaba de pronto muy extraño; estaba en la moto de alguien que acababa de conocer, por razones obvias tenía que abrazarla por la espalda para no caerse del vehículo y sin embargo no le resultaba desagradable.

Fueron rodeando las manzanas que circundaban el gimnasio y de a poco alejándose cada vez más. Solar, por su parte, fue buscando por las calles algo que se pareciese a la figura de Wheein, a como andaba vestida, pero no la veía por ninguna parte. Y realmente no tenía idea donde podría encontrarla, su amiga ya estaba lejos de allí y no tenía ninguna pista para poder seguirla.

Sin darse cuenta estrechó con mucha fuerza a su acompañante y enterró la cabeza en su espalda mientras las lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas.

...

Hacía frío, mucho frío.

Pero ella estaba cálida por dos razones; sus mejillas ardiendo por la vergüenza y los brazos de la boxeadora rodeándola.

Cuando comenzó ese día, Moonbyul jamás habría imaginado que terminaría de esa manera; acompañando a la campeona de boxeo en la búsqueda de su amiga por los barrios de Seúl. Y para colmo, justo en un día particularmente gélido y con altas probabilidades de que cayese nieve.