[HIATUS] Complex | MOONSUN | WHEESA | MAMAMOO

Capítulo 59

Una cita.

Yongsun había olvidado la última vez que había tenido una. Una cita real. No cómo las ocasiones en las que tenía que recordarle a Wonsik que debían salir juntos ya que "estaban en una relación" y "eso era lo que las parejas hacían".

Quizá la última vez que había tenido una había sido cuando recién habían comenzado a salir seriamente, cuando estaban comenzando a vivir sus veinte años, o tal vez antes, cuando iban a la escuela y caminaban juntos de vuelta a casa.

Aunque definitivamente era una costumbre que no había perdurado a medida que pasaron los años; cuando habían comenzado a trabajar, el muchacho prefería estar en su casa cuando tenía libre y Yong era la que tenía que hacerse el ánimo para ir a verlo, a pesar de estar agotada después de sus duros entrenamientos.

Aún no se le quitaba el mal sabor de boca al recordar cuando no hace mucho su exnovio la había dejado plantada en su último intento de cita en un bar, aunque se le pasaba rápidamente al recordar cómo Moonbyul había aparecido para tomar su lugar.

Y sí que lo había hecho.

A un punto en donde era casi absurdo compararlos, y honestamente, tampoco sabía si le hacía bien pensar en ese tipo de cosas, por lo que conscientemente abandonó esos pensamientos y se concentró en el presente, volviendo la vista al escaparate de una tienda del centro comercial en donde estaba comprando junto Byul.

Le gustaba, no, más bien le encantaba la espontaneidad de la coreógrafa y lo natural que le resultaba estar con ella. Durante el mediodía la había llamado para preguntarle si es que estaba muy ocupada esa tarde o si es que ya tenía planes, y al contestarle que no, le había pedido acompañarla a comprarse ropa nueva para una reunión que tenía en una compañía.

Al aceptar, lo último que le había dicho antes de cortar había sido;

— Entonces es una cita. Estaré contando las horas para verte, Yong.

Y justo cuando iba a molestarla por lo cursi que sonaba, escuchó su risa seguido por el pitido que avisaba que había cortado, probablemente avergonzada de lo que le había dicho, y la rubia no pudo evitar reírse en silencio antes de dejar el teléfono de lado para continuar con su rutina en el gimnasio.

Le gustaba así; dulce y terriblemente cursi.

Porque honestamente, ella también se había puesto a contar las horas que restaban para verla, y se había preocupado de vestirse, peinarse y maquillarse bien solo para verla, a pesar de que había tenido que correr para no llegar tarde al centro comercial donde iban a reunirse.

Quizá eso significaba estar con alguien; compartir las tareas y obligaciones mundanas y hacerlas más amenas. Era simple, agradable y no se sentía obligada a nada. Al reunirse con ella, Moonbyul la había guiado por un par de tiendas de ropa hasta finalmente dirigirse a su favorita; una tienda cara de atuendos formales que Yongsun conocía bien porque también era una de las preferidas de su hermana.

Y había dejado que su mente deambulara un poco ya que estaba esperando a que la coreógrafa saliese del probador para mostrarle cómo se veía con una camisa lila y unos pantalones de tela oscuros que pensaba comprarse. Era un precioso conjunto al que la rubia había dado su aprobación de inmediato, por lo que estaba esperando con ansias el verla con él.

— ¿Yong? ¿Estás ahí?

Al estar cerca, escuchó de pronto la voz de la joven proveniente de uno de los cubículos de los probadores y se acercó con interés, preguntándole en voz alta si es que necesitaba algo.

— Necesito ayuda para abotonar algo, ¿puedes venir?

Al escucharla, Yongsun miró a la seria mujer a cargo de los probadores que estaba quieta en la entrada y sonrió cuando ella le hizo un gesto afirmativo para dejarla pasar. Afortunadamente la tienda no estaba llena, por lo que pasó directamente hacia donde había escuchado a Byul.