Capítulo 10

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Wheein miró el reloj de pared que adornaba la esquina de la cafetería donde se encontraba, luego su taza de café, y finalmente a su acompañante, quién le estaba contando con tono tranquilo algo a lo que era incapaz de poner atención.

Odiaba eso, odiaba cuando su cabeza se ponía a pensar tantas cosas en tan poco tiempo que se abrumaba y no podía concentrarse. Jugó con sus dedos bajo la mesa y se concentró en su propia respiración para intentar volver a la conversación antes de que se le notara lo distraída que estaba.

Sentía tantas cosas en ese momento que no sabía qué sentía. Tenía un hoyo en el pecho que ardía como si se estuviese quemándose y las manos le temblaban. Hacía mucho calor, el aire acondicionado estaba, a su parecer, demasiado intenso. Y no importaba cuantas veces le diera un sorbo a su café, su garganta permanecía seca.

¿Es este el fin?

Se preguntó una y mil veces mientras miraba a la figura en frente de ella, rogando en silencio para que se quedase. De forma autómata asentía mientras le hablaba para pretender que estaba poniendo atención, pero la verdad es que su cerebro había dejado de funcionar apenas había escuchado esa frase.

"Creo que tenemos que dejar de vernos".

Le había repetido lo que le había dicho por mensaje apenas se juntaron en esa discreta cafetería donde solían verse. Y aunque a pesar de que Wheein sabía a lo que venía, la realidad la golpeó duramente y fue incapaz de aparentar que no le dolía.

Mientras sucedía eso, el barista que las había atendido no paraba de cruzar su mirada con la suya con el entrecejo levantado en una expresión de preocupación mientras limpiaba discretamente la máquina de café. Quizá se le notaba mucho la tristeza, pero no podía hacer nada al respecto, no le quedaba energía para aparentar, por lo que sólo suspiró.

Volvió a mirar el reloj y sentía que el tiempo se le escapaba de las manos, y por más que quisiera retenerlo se le escurría entre los dedos. Finalmente se armó de valor para volver a mirar a los ojos a la mujer que tenía en frente y preguntó:

— ¿Realmente no podemos vernos nunca más?

Su voz tembló levemente, pero su expresión no. Intentó sonar lo más seca posible, pero había un pequeño tono de súplica entremedio. Dolía, dolía, y Wheein quería que parase de doler, pero había olvidado cuánto tiempo llevaba con esa herida que de repente cicatrizaba para luego volver a abrirse con aún más ímpetu que antes. Había perdido el enfoque, ya no sabía por qué pedía lo que estaba pidiendo; sólo necesitaba que dejara de doler, aunque fuese temporalmente.

Su acompañante la miró con expresión melancólica y notó cómo tomaba una de sus manos bajo la mesa y la acariciaba.

— No quiero seguir haciéndote daño.

— ¿Realmente no podemos vernos nunca más? —Repitió, rápidamente, con el poco aire que le quedaba.

No hubo respuesta inmediata y todo dolía. Tomó un sorbo de café para calmar la enorme ansiedad que sentía y al darse cuenta de que no iba a contestarle, de sus labios solo pudo escapar una cosa;

Un ruego.

Y luego inesperadamente recibió una sonrisa de respuesta. La mujer mayor hizo sonar la mesa con las uñas y se mordió el labio antes de contestar.

— ¿Qué voy a hacer contigo, cachorrito?

Y sus ojos brillaron en respuesta.


...



Moonbyul silbó despacio una canción mientras miraba el horizonte. Al frente de ella estaba Yongsun sentada en el pórtico de la casa/estudio de Wheein mientras se abrazaba a si misma para mantener el calor. Habían llegado hace cinco minutos, pero la coreógrafa sabía que en el fondo no durarían mucho; hacía demasiado frío y no había señal alguna de la pintora.

[HIATUS] Complex | MOONSUN | WHEESA |  MAMAMOOWhere stories live. Discover now