[HIATUS] Complex | MOONSUN | WHEESA | MAMAMOO

Capítulo 33

Moonbyul abrió uno de los cajones de su escritorio con desgana y sacó unas pastillas para el dolor de cabeza. Bostezó y se tragó un par antes de volver a poner la vista en su ordenador. Había dormido poco la noche anterior y tenía demasiadas cosas rondando en su cabeza como para poder concentrarse en avanzar con el trabajo que tenía pendiente para el musical.

Se había levantado temprano para instalarse en la oficina que tenía en el estudio de danza, pensando en que si cambiaba de entorno posiblemente cambiaría su mentalidad y motivación, pero se equivocaba. Las ideas no fluían, la creatividad tampoco. Cualquier secuencia de movimientos que armaba le parecía ridícula y cada posible idea que anotaba carecía de sentido.

Así se le fue pasando la mañana, creando y borrando, sin avanzar en lo absoluto en su trabajo.

Por supuesto que su bloqueo artístico tenía una razón, más que eso; un nombre. No podía evitar que sus pensamientos constantemente volviesen a lo que había pasado la tarde anterior con Yongsun en la exposición de arte.

Se pasó los dedos por el labio y rememoró la sensación del beso que le había dado su amiga. Una y otra vez, una y otra vez. Sus cálidas manos temblorosas envolviendo su cara, la sensación del viento en su cabello, sus labios posándose sobre los suyos de una forma mucho más osada de la que se habría atrevido a imaginar.

Cerró los ojos.

Sentía una mezcla de sentimientos contradictorios; estaba decepcionada consigo misma por haberse obligado a exponer sus torpes e inútiles sentimientos hacia la mayor y a la vez sentía unas extrañas esperanzas por lo que había pasado. Se encontró a si misma fantaseando una vez más. Atrapada en los "qué pasaría" y buscando la verdadera razón que tuvo Yongsun para besarla tan repentinamente.

¿Se sentiría sola? ¿Habría sido una forma de desquitarse con su novio? ¿O... quizá realmente había querido besarla? ... ¿A ella?

Moonbyul negó con la cabeza varias veces y soltó un bufido de incredulidad. Cómo si esas cosas pasaran, pensó, mofándose de su propia ocurrencia.

Lo más probable era que se había confundido con su forzada confesión y simplemente se había dejado llevar por su propia curiosidad. Moonbyul realmente no la culpaba, sabía que esas cosas pasaban —con mucha más regularidad de lo que uno se podría imaginar—pero eso también significaba que quizá Yongsun no era la chica cien porciento heterosexual que Byul pensaba que era.

Y ese detalle, ese pequeño cambio de perspectiva, era suficiente para que Moonbyul pensara que tal vez si tenía una oportunidad con la boxeadora. Aunque bien en el fondo sabía que nada de eso podía hacerse realidad, porque Yongsun estaba en una relación seria con Wonsik. Un novio ausente que la dejaba plantada y ponía sus deseos por sobre los suyos.

Sentía una frustración tremenda, y algo más... ¿Envidia? ¿Celos? ¿Una combinación de ambas? No estaba segura, pero sabía que podía hacer un mejor trabajo que él cuidando de Yongsun y haciéndola feliz.

Dejó escapar un gruñido y garabateó el cuaderno que tenía en el escritorio. ¿Acaso no podía gustarle alguien alcanzable? Conocía gente maravillosa, atractiva, divertida y por encima de todo; soltera, ¿Por qué no podía haberse enamorado de cualquiera de esas personas?

No, tenía que siempre aspirar a lo más inalcanzable, a lo más complicado.

Unos golpecitos en la puerta interrumpieron sus pensamientos y seguidamente apareció Hani, con una expresión alegre y su energía de siempre. Tenía el cabello castaño en una cola de caballo y un atuendo colorido y cómodo para bailar. En una de sus manos tenía unas bolsas blancas que movía con cuidado.